miércoles, 14 de marzo de 2012

¡Esto si que es un buen petardazo! (Rockafalles 2012, Carcaixent,10-Marzo-2012)

Y lo digo porqué, entre tanta falla, tanta fiestucha popular y tanto faranduleo, todavía queda gente que se molesta en montar un festival en la Comunidad Valenciana como toca, y traer a bandas que realmente vale la pena ver en directo en vez de pensar en mascletas y la madre que los parió. En verdad, no fue un cartel nada común, ya que aunó en un solo escenario a gente como Segismundo Toxicómano o Boikot (a quienes vi por enésima vez hace poco en el Pre-Lumbreras 2012) y Koma y Hamlet, que fueron las bandas que realmente me hicieron levantar el culo de la silla para moverme hasta Carcaixent y estar allí al pie del cañón por ellos. Esta vez fui acompañado por mi colega el Bola, y allí nos encontramos con Pufo y un viejo conocido, compañero de innumerables movidas, el Luna. La extraña variedad musical en el cartel fue (creo yo) la causante de que al principio no se acabara de llenar el recinto, una nave bastante grande y espaciosa que acogía, además del concierto, otras actividades.
Fue una sesión intensiva de rock como cualquier otra, vibrante, divertida y cañera, pero hubo grandes momentos aparte de los conciertos para recordar viejos tiempos con los colegas que le dieron mucha “chicha” a la noche. Me voy a centrar en las actuaciones de Koma y Hamlet, ya que el resto de bandas, aunque también dieron muy buenos conciertos, no encajan musicalmente hablando en este blog. Solo decir que vi a Segismundo Toxicómano en muy buena forma tras tantos años sin verles, llenos de energía y mucho movimiento sobre el escenario. Boikot me parecieron más flojos escénicamente hablando, pero siempre saben cubrirse las espaldas con buenos temas que gustan a todo el mundo, desde clásicos festivos como No Escuchar o Carrascal (¡cuantísimo tiempo sin verla en directo!) hasta canciones más contemporáneas de sus últimos CDs a los que hace años perdí la pista.

Terminaban los “Segis” y ya íbamos bien “entonaos” a base de cubatas, la noche prometía un ambiente de diversión 100% con la banda que más ganas tenía de ver aquella noche, los Koma, a quienes no acudo a ver desde, probablemente, hace 6 o 7 años, con unos cuantos discos más en su cartera desde entones. Y eso en directo se notó mucho, ya que, aunque fueron en todo momento alternando viejos y nuevos trallazos, estos últimos estuvieron presentes desde el primer momento. No es algo que me importe, ya que su último trabajo llamado "La Maldición Divina" suena realmente bien y supieron sacarle partido. Quizá les faltó algo de arranque al principio, si  no me equivoco, con Sin Oxígeno (después de la intro del disco) para poco a poco ir ganándose su sitio con temas más cómicos como Imagínatelos cagando o Jipis siempre con esos aires tan brutos que los navarros imponen en sus directos. Destacar el peso que dieron a su primera obra, "Koma", cuyos temas no se prodigan demasiado en sus conciertos. El Pobre siempre es un valor seguro, porque es caña y más caña sin descanso, el estribillo asienta unos segundos al público y lo recarga para otra sesión de repartir leña. También hubo tiempo de "salturrear" un poco con cortes más raperillos como Tío Sam o Aquí huele como que han fumao Y es que una de las mejores cosas de este festival fue que las bandas pudieron tocar a gusto sin cortarse durante, al menos, hora y media (algo más en el caso de los Hamlet).

Brigi al frente del barco estuvo estupendo durante toda la noche, siempre bromista y alegre pero mordaz, cantando con aplomo y regalándonos ese vozarrón tan grave, junto con su compañero a la guitarra solista Natxo Zabala, quien también vivió de forma intensa bastantes tramos del concierto y cantó, entre otros trozos, el principio de uno de sus temas insignia, Bienvenidos a Degüelto que nos enloqueció a todos e hizo que se formase un buen barullo ahí bajo, ya desde sus primeros ritmos country se iba preparando todo el mogollón hasta que Brigi hace estallar el asunto con las primeras estrofas. Todo un grito a la revolución. Estuvieron acompañados en algún tema incluso por una saxofonista, que luego volvería a subir en Boikot. Mucho buen rollo encima del escenario, tanto como debajo de él. A pesar de que el sonido no fue lo que debería de haber sido (en realidad no lo fue en toda la noche) se conoce que Koma pusieron toda la carne en el asador en todo momento. Uno de los momentos álgidos llego ya al principio con Jack Queen Jack, tema facilón y directo que incita a dejarte la garganta a base de gritar con ritmo machacón y fiestero al mismo tiempo (100% Koma, vamos) aunque, como ellos bien dicen: nosotros hacemos de todo, heavy, punk… lo que nos echen. Por último, decir que también me sorprendió mucho ese Vaya carrera que llevas chaval que no me esperaba. Despidieron aquella fiesta thrash / groove / punk con su Almohada cervical que funcionó de maravilla para cerrar, aunque yo hubiese preferido alguna que sonó antes, como El Marqués de Txorrapelada (que me pareció que dejaban a medias) u otro clasicazo de la banda como Mi Jefe (que por supuesto también retumbó en el metálico techo de la nave).

Algo me decía que, a pesar de haber venido principalmente por la confirmación de los Koma, Hamlet iban a ser, una vez más, dueños de la noche. Y es que, después de un buen puñado de años sin verles en directo, su concierto en Murcia hace unos meses me dejó literalmente flipando. No se escucha todos los días un disco tan impresionante como su último "Amnesia", pero es que en directo ya es para tirar cohetes. Funciona, pero a lo bestia, cada puto tema triunfa como si ya fuese un clásico de la banda. Y eso que el concierto en sí no empezó muy prometedor, con severos fallos técnicos que impidieron hacer la presentación que merecían. Tras solucionarse estos y unas sentidas disculpas de Molly secundado por su compañero Luis Tárraga, la intro y seguidamente La Fuerza del Momento supuso un enorme estallido de pura fuerza bruta, en donde una vez más Molly demuestra que pocos frontman se le pueden comparar. Quizá debido a los problemas iniciales, la rabia se notó aun más patente en él de lo que suele ser habitual, pero creo que fue Limítate lo que realmente traspasó lo que se vivía encima del escenario hasta los que estuvimos abajo. Para este concierto, en el que tenían más tiempo que el resto de bandas, nos desgranaron lo mejorcito de su Amnesia, disco que vienen presentando en su gira, aunque este concierto pareció salirse un poco de ella. Pero bueno, allí estuvieron sonando en cualquier caso Mi Soledad o Entre la Niebla, ambos con unos de los más melódicos estribillos del disco. Cuesta, en verdad, llamar melódico a algo que haya salido de un Cd tan bestiajo como este último.

Al igual que en el anterior concierto, dieron un repaso por los temas más conocidos, por decirlo así, de su historia que automáticamente conectaron con todo el mundo, como En mi nombre o Vivo en él. Fenomenal J.Molly a la voz, lanzando unos gritos realmente espeluznantes, pero no estuvo precisamente parado el Sr. Tárraga, lleno de actitud e ira aquella noche. Incluso a Alberto, segundo guitarra, le vi más activo que en anteriores ocasiones. El riff casi doom metal de Deja Vu casi me rompe el cuello y la columna. Esta vez dejaron fuera cualquier atisbo de su disco más íntimo, el “Syberia” así como del “Sanatorio de Muñecos” supongo que por motivos de tiempo. Los amigos de la brutalidad de sus primeros tiempos también tuvieron ocasión de disfrutar junto a la banda de temas infalibles como pueden ser Irracional, que provocó una auténtica locura, llegándose a formar enormes moshpit hasta incluso algún amago de circle pit (recordemos que esto, en festivales que no son puramente metaleros es difícil de ver). Jodido Facha (JF) también tuvo lo suyo, con la peña coreando a saco cada palabra de la canción, aunque no la alargaron tanto como en otras ocasiones. Hamlet nunca han sido de traer consigo grandes parafernalias o algún tipo de fuego artificial. Y eso, pienso yo, es porqué no les hace ninguna falta teniendo a un vocalista tan magnífico. Él solo se come al público. Cantó de una forma increíble, pero además tuvo detallazos enormes con el público, como por ejemplo lo que sucedió en Egoísmo. Ni corto ni perezoso, se bajo al suelo, con nosotros, cantó la parte lenta, y justo cuando empieza a machacar el estribillo, se quedó allí haciendo mosh hasta que terminó. La banda en general siempre estuvo muy cercana, aunque lógicamente él es su portavoz. Por cierto, que palo de micro tan guapo llevaba, lleno de calaveras.

El cambio de Dementes Cobardes (que no sonó) por Antes y Después era algo predecible y no me convenció (a pesar de que me gusta mucho el tema eh...) pero hay que entender que es uno de sus mayores éxitos. Junto con Tu Medicina (genial como siempre, te va metiendo en tensión hasta que explota) fue el único exponente de su cuarto trabajo, el “Insomnio”. No me acaba de gustar al 100% el cambio en la parte rápida de Habitación 106, yo la dejaría en formato original, pero aun así es un inmenso placer (y un inmenso dolor de vertebras) poder verla en vivo. Sin embargo, si hubo partes desquiciantemente rápidas, en Despertar sin vida o la temprana Desesperación, señal de que ya tenían idea de empezar apostando por la tralla y que forman parte también de la esencia de Hamlet. La banda hizo un gran trabajo con ella (se vio a Alberto visiblemente desenfrenado), pero aun así sigue sin terminar de encajarme Siete Historias Diferentes quizá porque proviene de un disco muy distinto y aparte es un tema muy distinto en sí mismo. Si fuese por mí, hubiese infiltrado en el setlist Escupe tu vanidad, de ese mismo disco, por ejemplo. Recordándolo unos días después, solo llego a la conclusión de que fue un concierto impecable, lleno de furia, con un sonido mejorable como venía siendo habitual aquella noche, pero un público que salió notablemente satisfecho del concierto, para mí el mejor de toda la velada con diferencia, sin olvidar ese último punto protestón que pusieron con El Mundo en Pausa. He tenido la suerte de poder verles en dos ocasiones muy cercanas entre sí después de muchos años y para mi regocijo, no es que sigan estando en buena forma, es que se han superado a ellos mismos imprimiéndole más brutalidad y a la vez más feeling a sus conciertos, con lo que es una banda que es casi imposible que decepcione en sus descargas. Segunda juventud para Hamlet, escénica y discográficamente hablando. Un conciertazo del primer al último tema que a pesar de su larga duración y gran intensidad (joder, ni un segundo de respiro) se me hizo bastante corto.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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