martes, 21 de agosto de 2012

Oleada de calor y Leyendas (Leyendas del Rock, Beniel, 17 y 18 de Agosto del 2012) SÁBADO

Por suerte para todos los festivaleros del Leyendas, el sábado, que traía consigo la amenaza de una brutal ola de calor, amaneció medio nublado a ratos, por lo que pude alargar un poco más el descanso en la tienda sin morir asfixiado. Aun así, como mucho a las 9 y media ya estaba en pie, no se podían aguantar los más de 35 grados que debía hacer dentro de la tienda ya a esas horas. Y lo siento por bandas como Iron Curtain o Dünedain, que me gustan bastante, pero en Murcia, en Agosto y con ese calor, yo me niego a entrar al festival antes de las 2 de la tarde como máximo.

Sphinx. Lo de Sphinx ya me atraía bastante más, a pesar de que todavía eran horas prohibidas y las nubes se habían pirado, en el todavía reciente Rock Arena dieron un magnífico concierto que estaba deseando que se repitiera, a pesar de que en esta ocasión disponían de menos de una hora. Si nosotros estábamos aplastados por el calor, ellos tampoco lo estarían pasando precisamente bien, ya que los escenarios del Leyendas, tan cutres como siempre, no disponen ni de telón superior.

Pepe al bajo estuvo constantemente en primera fila, como suele pasar, mientras que el recuperado Justi hizo un gran trabajo a la guitarra solista, también constantemente dando la cara al público y haciendo una actuación muy destacable. De entre ellos apareció Manuel, quien se encontraba en buena forma, más incluso que en el reciente concierto en San Fulgencio. Ver el concierto íntegro era una tarea casi imposible sin pasarse por los lugares donde se tiraba vapor de agua para refrescarse. Apenas tocaron su último trabajo, tan solo Destino sin Fe y alguna otra, que yo recuerde, dejando fuera una de mis favoritas de la banda, Maldita Ilusión. Empezaron bastante fuerte con No, lo que indicaba que iban a cambiar bastante el orden del setlist respecto a anteriores conciertos. De este mismo disco, también cometieron el error en mi opinión de no tocar Destino, otra imprescindible. Sabían que tenían que dar caña para mantener a la gente atenta. Fue un buen concierto, muy disfrutado, pero sin los dos temas antes mencionados se quedó un escalón por debajo respecto a otras veces. Al final ganó muchos enteros con Ángel sin Piedad. Si alguien quiere ver el concierto entero, no tiene más que visitar este enlace: https://www.youtube.com/playlist?list=PL6DE0457FC9513ABC

Azrael. Ya puestos a quedarnos allí, tiramos de ver a Azrael, una banda que, no se porqué, siempre acabo viendo un año sí y otro no. Y la verdad es que merecen más atención de la que en realidad tienen, aunque a su favor hay que decir que había bastante peña viéndoles a pesar del agobiante calor. Cuentan con grandes músicos, como Mario y Enrique, que en directo son una pareja muy compenetrada y experta. Desde hace unos pocos años, les acompaña en su nueva formación el cantante Marc Riera, quien a pesar de no tener un rango tan amplio como su predecesor en este puesto, sabe cantar todos los temas con elegancia y teniendo una gran presencia de cara al público. No conozco demasiado su discografía, tan solo temas sueltos, pero eso no es óbice para poder disfrutar de un buen concierto como a los que siempre acostumbran, además, suelen ser invitados con bastante frecuencia al Leyendas del Rock, y no me extraña, en su dilatada carrera han producido seis discos y colaborado en otros tantos, como por ejemplo en diversos tributos a otras bandas. Y digo yo, que será ya hora de hacerse con algunos discos y escucharlos más a fondo, porqué si en directo son tan buenos, será porqué ya están más que curtidos en estudio. Por ejemplo, esa Para bien o Para mal de su último trabajo ("Metal Arena") que cerró su concierto fue cantada a gritos.

Con Centinela y Lujuria ya traspasábamos el umbral de las 3 de la tarde, hora de ir a comer y tomar unos tragos. Me consta que las dos bandas dieron conciertos muy buenos, pero al final tomamos unos cuantos tragos más de la cuenta, por lo que nuestro próximo concierto ya fue Saratoga, a unas horas mucho más decentes y llevaderas, donde el sol ya no hacía sudar a chorros (literalmente, además), o al menos no como antes.

Saratoga. Con este concierto, ya iba a ser prácticamente un no parar, de aquí al final del cartel, a morir. Precisamente A Morir fue uno de los primeros temas descargados de su artillería pesada, que siguió un curso similar al de su anterior concierto, también en el festival Rock Arena. Pero al contrario que me sucedió con Sphinx, Saratoga me resultaron mucho más inspirados y demoledores que en aquella ocasión. Concentraron en la hora que tenían para tocar sus temas más agresivos y atractivos para el gran público. Con la enorme Las Puertas del Cielo me acabé de convencer de que Tete estaba aquella tarde en una forma increíble, soltándose mucho más en los temas, no perdiendo el tiempo con discursos y apurando su voz al máximo, sobre todo a nivel de agudos. Por ejemplo, nunca les he visto una interpretación tan bestial de Luna Llena, uno de los temas más complejos, tanto para el propio Tete Novoa como para ese jodido maquinón de la guitarra llamado Toni Hernando. A Niko, líder y compositor de la banda y único miembro original, se le vio más centrado y haciendo menos cabriolas, y a Andy muy animado y contento con la gente y con la actuación en general. Contigo Sin Ti, esta bien, aunque pienso que pronto la sustituirán en el setlist por otra con más pegada en vivo, aunque en general la recta final fue absolutamente explosiva, después de temazos como Deja Vu o No Sufriré Jamás por Ti (ambos de esa joyita llamada "Secretos y Revelaciones") ya llegaron los más fuertes, como Vientos de Guerra, pero antes de esta, la mayor alegría del concierto, El Planeta se Apaga, que hacía mucho tiempo que no veía en directo. Muy grandes estos Saratoga en el Leyendas, que casi es su hogar ya.

Angelus Apatrida. Todavía con el sol bastante presente sobre nuestras cabezas, los de Albacete pisaban de nuevo fuerte en el Leyendas, donde, y con mucha razón, se prodigan bastante. Con You Are the Next empezaron calentando a base de bien al personal, pero sobre todo con Of Men and Tyrants, con la batería descargando a pleno piñón, empezaron a formarse los primeros mosh y las primeras revueltas bajo sus pies. Y esto ya a nadie le extraña. Aquel lejanísimo primer concierto suyo que vi, en un Viña Rock donde apenas acababan de grabar su primer álbum (hoy en día bastante olvidado, solo con la triunfadora Versus the World se acuerdan de él) fue la gran sorpresa, la de ver a una banda de esas que uno está seguro que van a ser grandes. Pero hoy en día ya son enormes, y cada vez que tocan en directo, la lían, sea en Leyendas o en cualquier festival. Y joder, ¡¡como suena su último disco en vivo!! Killer Instinct diría que representa una vuelta a sus raíces, más cercanas a bandas como Megadeth, pero Fresh Pleasure, que guardaron para el final, tiene más que ver con sonidos más “Slayerianos”. No faltaron unas cuantas cagadas en todos los cabrones que están jodiéndonos la vida desde arriba, aprovechando la ocasión para meter su ya famosa Corruption, seguida de Give’em War, donde se montaron unos circle pits muy asesinos, en los que la gente se dio ostias a mansalva. Para cuando comenzó Thrash Attack, me retiré corriendo a las tiendas para echar un trago de agua (es lo que tiene ser pobre) y volver a tiempo para la actuación de los siguientes. Muy contento con esta actuación de los Angelus, llena de potencia, agresividad y muchísima actitud.

Eluveitie. Tampoco fue un concierto al que fui demasiado preparado, al igual que sucedió en este pasado Metalcamp. Sin embargo, al igual que sucedió allí, los temas que se iban sucediendo me iban enganchando poco a poco con sus melodías, sus instrumentaciones, su esencia… hasta que casi sin darme cuenta rozábamos ya el ecuador del concierto (al igual que ya sobrepasábamos la mitad de la tarde). Eluveitie no es una banda que pegue demasiado con el cartel de un festival como el Leyendas del Rock. Esto ya ha pasado otras veces con bandas como Kreator o el año pasado con Epica, pero claro, no está de más aportar un poco de variedad a un cartel que, si no fuese por estas incorporaciones, sería todos los años bastante similar. Estos suizos aportaron un soplo de aire fresco con sus composiciones folk, las nueve personas sobre el escenario (incluyendo por supuesto a las guapísimas Meri y Anna) y un aire potente a la vez que fiestero, interpretando, según me comentaban, el último disco casi completo sin apenas dar cancha a temas más antiguos. La verdad es que ahora mismo lo estoy escuchando y me está gustando mucho. Me venían al recuerdo temas que ya vi en directo hace poco como Alesia, o Kingdom Come Undone (y es que sus melodías son bastante adictivas y se queda fácilmente uno con ellas). Mucha gente no les conocía, así que tuvieron que trabajar duro para meterse al público en el bolsillo, algo que, según mi opinión por lo que vi, terminando incluso con circles y walls of death, consiguieron de pleno.

Avalanch. Mucho tiempo llevaba ya sin ver a los asturianos, en parte debido a la mala suerte al coincidir siempre sus últimos conciertos cerca con eventos ineludibles por fuerza (los que me conocen bien ya saben que para mí un concierto es lo primero). Seguramente, pensaba yo, tocarían el álbum "Malefic Time" entero, dando tan solo los últimos minutos temas clásicos y más conocidos. Incluso con esta idea preconcebida, y sin llegar a gustarme este disco como otros anteriores, afronté con mucha ilusión el principio del concierto, para ver como habían evolucionado Alberto Rionda, Ramón Lage y el resto de músicos. Sin embargo, ya desde el principio se apreciaba un sonido general horrible, muy apelotonados todos los instrumentos, sin dejar tregua ni a las melodías ni a la voz de Lage, que aunque se esforzaba mucho no conseguía hacerla sobresalir por encima del inmenso follón sonoro. Comenzaron con (creí reconocer…) la propia Malefic Time, aunque no se entendió ni una sola palabra, y no porqué la pronunciación inglesa de Ramón fuese mala. Pero, sorpresa, tras la segunda del mismo disco, dejaron paso a temas clásicos, y muchos de ellos incluso de los que hacía muchísimo tiempo que no veía en directo. Pies de Barro es uno de los mejores temas de esa obra maestra que es "Muerte y Vida", un disco al que deberían haber dedicado algo más de tiempo.

Pero también "El Ladrón de Sueños" se quedó corto, con tan solo un tema, Mil Motivos, una de las menos progresivas desafortunadamente. La gente comenzó a saltar hasta las nubes cuando empezaron los primeros teclados de Alas de Cristal, una de las más queridas y disfrutadas, a la que siguieron prácticamente los temas más bestias que han compuesto nunca, Semilla de Rencor (me encanta, nunca me cansaré de dejarme la voz con ella en concierto) y la alargada Lágrimas Negras. El genio Rionda se encargó de animar sin parar al público, escondido en parte en su siempre visible timidez. Todo lo contrario que Ramón, quien ya desde el principio salió saltando y despatarrándose sin dejar de mover la melena. Los que más se alegrarían quizá serían los seguidores de "Los Poetas Han Muerto", entre los que también me cuento, por poder disfrutar de la moña pero magnífica Lucero y Del Cielo a la Tierra (¡¡cuantísimo tiempo!!). Xana, cantada a viva voz por todo el mundo, fue otro de los momentos clave. Y cuando todos pensábamos que el pescado estaba vendido, todavía aparecieron de nuevo con Torquemada, que nunca nunca debería faltar, eso sí, sonando casi tan mal como al principio, tanto que por momentos hacía daño a los oídos.

Stratovarius. Otra carrera a la tienda que se alargó un poco más de lo normal. Pensaba que llegaría con bastante retraso, pero la tardanza de la banda (por los motivos que fuesen) en aparecer en escena me benefició y salvo Under Flaming Skies, que veo que fue la primera, pude disfrutar del concierto íntegro, en el cual hubo sorpresas como la primera que vi, Against the Wind, aunque las primeras veces que les vi solía ser bastante habitual. Clásicos donde los haya como Eternity o la pegadiza Eagleheart, que es uno de mis TEMAS de la banda por lo que simboliza, fueron alternadas con varios temas del último disco, incluyendo también alguna otra como Deep Unknown del Polaris (la única). El sonido fue mejorando poco a poco, aunque sin llegar a ser espléndido en ningún momento. Le faltó fuerza, brillo, no sonaba mal, pero le faltaban “caballos”, aunque no se si en primeras filas se escucharía mejor o no. También he de indicar que en los primeros temas la banda me decepcionó un poco.

No es que el guitarrista Matias Kupiainen lo hiciera mal ni mucho menos. Lauri Porra no dejó mostrar sus habilidades al bajo perfectamente, pero se notaba que en general, la actuación carecía de empuje y pasión en esos momentos, algo apreciable sobre todo en Kotipelto, al que le faltó pasión y movimiento, pero también voz para interpretar a pleno pulmón algún tema donde se quedó a medias. Infernal Maze, a pesar de que empezó un poco soporífera, acabó siendo la que más me gustó de su reciente "Elysium". Y es que el concierto estuvo falto de algo de caña. Tampoco digo que se ceben con ellos, pero no hubo apenas temas de doble bombo a saco, que digan lo que digan, es lo que mejor se les da. La preciosa balada Forever por fin consiguió que Kotipelto se saliera, tanto al cantar como al sentirla, hubo mucho feeling aquí, puntazo fuerte del concierto, aunque poco trabajo para el nuevo batería quien sin embargo hizo un buen trabajo aquella noche (a mí me convenció como sustituto de Jorg). Este tema dio ya paso a la recta final, donde toda la banda se animó bastante y lució mucho más que al comienzo, con Kiss of Judas, la trallera Black Diamond, con un Jens Johansson bastante eléctrico al teclado y como bis, no podía fallar Hunting High and Low.

Warcry. Mala suerte con los asturianos en este festival porqué dejé su actuación al poco de empezar para arrimarme a las tiendas a dar un necesario bocado (muchas horas sin comer y mucho esfuerzo con tantísimo calor no puede ser nada bueno). Sin embargo, me alegro mucho de haber vuelto en el momento en que lo hice, pues estaban interpretando en plan acústico, solamente Victor y Pablo, la siempre aclamada Nana, un momento de muchísima emotividad que vino por sorpresa, incluso hubo momentos en que Victor dejó de cantar para ceder el honor al público. Tras un inmenso y sentido aplauso, ya entraban en la recta final con la que en su día fue una de mis canciones favoritas del Alea Jacta Est, Espíritu de Amor, con ese aire tan progresivo, santo y seña de aquel disco. Me gustaron especialmente los teclados, la banda consiguió sacar un buen sonido aquella noche a sus instrumentos. Con Warcry, a pesar de estar ya muy vistos, siempre te puedes encontrar alguna sorpresa, debido a que suelen cambiar con frecuencia muchos de los temas de su repertorio. El año pasado por ejemplo, hubo temas como Devorando el Corazón que me encantaron, y en esta ocasión se prepararon un final espectacular con la casi ya olvidada Trono del Metal, que presentó Victor copa de sidra en mano, como en los viejos tiempos de Avalanch. Supongo que sería porqué ya había calentado su voz durante todo el bolo, pero le vi bastante mejor que el año pasado. Al final, otro aplauso masivo (y merecido) para ellos, dando paso a unas Leyendas como la puta copa de un pino, los grandísimos Banzai.

Banzai. Aquí no había dudas. Banzai es la banda que, con total convicción, más ganas tenía de ver de todo el festival. A pesar de su corta carrera y discografía, su legado me parece de los más importantes e influyentes del rock nacional en relación a su corta existencia. Solo hubo una cosa, una sola, que no me gustó del concierto. ¿Porqué había tan poca gente? Y no es que estuviese vacío, pero pienso que una banda con esos temas y nombres merece mucha más expectación. Luces y acción, arrancaron el motor a base de bien, con un grito de Manzano desde el fondo del telón que decía: ¡¡BANZAAAAAI!! Y se marcaron una cañera Crimen sin Castigo para empezar, con la gente aun algo fría, pero que por fuerza tendría que espabilar. Ya se encargarían tanto los tres componentes originales como las nuevas incorporaciones de conseguir que aquella noche ardiera el Leyendas, pero no con fuego, sino con Rock del auténtico. Tras tocar, si no me equivoco, Traición, Manzano avisó de que iban a tocar durante el concierto temas de sus dos discos, lo que en un principio no me convenció, ya que dejarían fuera temas del "Duro y Potente" en pos de muchos otros del "Banzai". Y es que el nombre de Banzai se ha visto ya muchas veces por el Leyendas, pero seamos francos, los AUTÉNTICOS Banzai son estos, los del "Duro y Potente", los del Sr. José Antonio Manzano, un auténtico galán del rock, una personalidad con una presencia que tira de espaldas, una auténtica estrella del rock (no como el Chino, que va dándoselas de tal y no le llega ni a la suela de los zapatos, con todos mis respetos, en ningún sentido), lleno de chulería y una clase desbordante sobre el escenario, pero también de humildad y cercanía ante sus fans, con una voz increíble, para la que no ha pasado el tiempo en absoluto, potente y firme como sonaba en el disco "Duro y Potente" que grabó, de lejos para mí el mejor de los dos.

Cuando cayeron los primeros temas del "Banzai", la idea ya me gustó mucho más, al fin y al cabo, cantados por Manzano quedan mucho mejor, no dejan de ser temazos, encima con el genuino maestro Salvador Domínguez dándole caña a las seis cuerdas de una forma que nos dejó a todos casi boquiabiertos, empezando con Coche Rápido en la Noche, macarra como ella misma, Funciona Legal, o más tarde, Rock Duro, pura pegada en directo, como la del otro miembro original, David Biosca, aunque estuvo más en segundo plano, dejó claro que aquel era su lugar, tras la batería, dándolo todo. Grita arrancó palmadas y coros entre el público, que sonaron incluso más veces de lo debido. Empezaba a crecer más y más la intensidad del concierto, Salvador regalándonos momentos exclusivos de guitarra, con unos solos flipantes, y Manzano siempre tan agradecido, siempre mirándonos directamente a los ojos y siempre cantando con esa voz inagotable, preguntándonos si nos apetecía cantar con ellos su single Luces, a lo que la respuesta fue unánime. Me emocionó muchísimo escuchar esos primeros acordes del riff, tan potente y tan esperada (con un final bastante alargado por Salvador), fue uno de los mejores momentos de todo el Leyendas, también por encontrarme de nuevo con ese gran colega que es Opi, que es con quien mejor se puede comentar un concierto de este corte. Otros temazos como No Pierdas el Tren o No Te Enganches (se nota que fue compuesto en épocas bastante yonkis jeje) fueron el comienzo del temido tramo final, aunque con grandes alegrías en forma de su archiconocida Duro y Potente, pura pasión tanto encima como debajo del escenario y su gran himno, Banzai, con toda la peña dejándose las cuerdas vocales en el intento de cantarla. Un concierto tremendo, vibrante y bastante carga de nostalgia, que llevaba esperando muchísimo tiempo, y que terminó con un solo casi orgásmico por parte de Salva Domínguez, que terminó incluso tirándose a su guitarra en el suelo. Apoteósico. ¡¡Grande Manzano!! ¡¡Grandes BANZAI!!

Obús. Como siempre, a una de las bandas más queridas y más triunfadoras del panorama nacional desde antes de nacer muchos de nosotros, le tocaba casi cerrar (después vendrían los Saurom) el festival con gran orgullo, el que desprende a raudales otra gran estrella del rock, le pese a quien le pese, el incomparable Fortu, al frente de una banda con unos músicos para caerse de rodillas, que parece que cada vez que les veo (y ya van unas cuaaaaantas) tocan mejor y más motivados. No se porqué esta vez no tuvieron la hora y media casi habitual para desgranar sus mejores temas, por lo que se me quedó incluso corto, a pesar del dolor de pies y cuello que me azotaban a esas horas. El setlist, a decir verdad, tuvo pocas sorpresas y muchos recortes. Corre Mamón o Autopista fueron un gran comienzo. Tanto los temas más actuales como los clásicos suenan arrolladores en directo, lo que unido al gran carisma de todos los músicos (Fortu es el único con pelos en la cabeza, por cierto) hacen que sea una banda que, por muy tarde que toquen, por muy cansado que esté uno, siempre valga la pena meterse a las primeras filas a acabar de darlo todo. Fortu todavía nos tenía preparados un pequeño espectáculo tremendamente vacilón y lleno de chulería. Salió por debajo de la batería (que estaba elevada) y volvió al poco tiempo apoltronado en un sillón, con chaleco de tiras, sombrero de cowboy y una guitarra acústica para interpretar, con dos tías bastante buenas que se “pescó” del público sentadas a su lado, esa rareza llamada Complaciente o Cruel rodeado de unas luces rojo intenso.

Te Visitará la Muerte o Que Te Jodan son inmortales, siempre es un placer ver al Fortu cantarlas, con una voz que parece no acabar nunca, y también al impresionante batería, el genial Carlos Mirat, pero al mismo tiempo anuncian que el concierto va llegando a su fin. Se alargaron demasiado en ciertas partes del concierto, lo que al final, con Dinero Dinero y Yo Solo lo hago en mi Moto (no recuerdo el orden, pero fue una de las dos seguro) hizo que la organización les diera prisas para terminar ya que casi se pasaban de su hora. El final supo a algo extraño y muy precipitado (dejando fuera clásicos como Va a Estallar el Obús o Esta Ronda la Paga Obús), pero parece ser que esto ya les ha pasado alguna otra vez. Aun así, como siempre, grandísimo sabor de boca, recordando siempre el espectáculo que nos ofrecieron.

Poco más que contar, para mí los conciertos terminaron con aquel, pero como no había ganas de ir a dormir, me quedé un buen rato con Opi, Alberto y Félix (¡¡gracias por todo tíos!!) charlando y comentando tranquilamente aspectos de este y otros festivales, de bandas, organización, música en general... y se nos hicieron las tantas sin darnos cuenta, así que tan solo quedaban tres horitas para descansar, contando que el sol me impediría dormir más allá de las 9 de la mañana y eran las 6 y pico de la madrugada. Sin embargo… no quería que aquello acabase, por eso estiré todo lo que pude, porque Leyendas del Rock viene a ser el último festival del verano, lo que significa que muy pronto toca volver a la cruda, asquerosa y deprimente realidad……. Pero tanto Leyendas del Rock como todos los festivales de verano han hecho de este uno de los mejores de mi vida. Intentaré quedarme con esta última frase para no deprimirme demasiado. También con Santi, Ángel, Alicia, Vicky, Santo, Andrés, Javi… fue un placer compartir actuaciones y ratos de camping.

¡¡Hasta otra!!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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