domingo, 22 de diciembre de 2013

... ¡Y Suave fue la noche! (Los Suaves, Sala The One, Alicante, 21-12-2013)

Que inmenso gustazo da comprobar que una banda tan grande a nivel nacional como son Los Suaves, tras muchas épocas de altibajos, todavía son capaces de dar conciertos tan exquisitos como el que tuvimos anoche en la sala The One, en San Vicente. Y es que lo suyo, a estas alturas, debería ser mucho menos complicado de lo que lo han hecho en otras ocasiones en que les he visto anteriormente. Con una base sólida de inamovibles seguidores como pocas otras bandas tienen y un repertorio plagado de temas tan conocidos y mil veces coreados debería ser cosa sencilla salir al escenario y triunfar desde el primer segundo. Aquí la principal incógnita siempre va a ser el estado en el que al impredecible Yosi le de por salir a escena. Pero anoche, de verdad que lo clavó y todos mis respetos van para él y para toda la banda, vaya esto por delante. Una cosa es que su voz ha perdido mucho nivel, tanto que a veces ni llega a ciertos estribillos, o que ya le vaya costando moverse y hacer las piruetas en lo referente al tema escénico como hacía hace años, todo esto es algo comprensible por la edad, tratándose de un señor que tiene 65 años y lleva ya más de 30 sobre un escenario, con una vida de lo más castigada. Otra cosa bien diferente, aunque desafortunadamente es algo relativamente habitual en sus conciertos, es que salga al escenario hecho una pena y borracho como una cuba hasta tal punto de que he visto varios bolos que no han llegado ni a terminar. Nada de esto fue lo que vimos anoche, de hecho, la banda brilló con luz propia durante la mayoría de temas que se marcaron, y Yosi, que es sobre quien más miradas se posan (lógicamente) también fue ese frontman divertido, activo y diferente que solía ser en sus buenas noches, siempre desmadrado, siempre con sus locuras y gracietas, pero comedido y centrado en sus labores, como debe ser y debió ser siempre, pero con más motivo en esta gira tan especial, llamada ‘La gira de los 1000 conciertos’ y que les ha llevado a recorrer gran parte del territorio nacional dando actuaciones muy bien valoradas por toda la crítica del sector.

Alicante parece tener un serio problema con el Heavy Metal. Nunca he llegado a entender que en una ciudad con tanta supuesta movida, con una zona dedicada prácticamente en exclusiva al gariteo de nuestro rollo, pueda ser tan poco prolífica en lo que a conciertos se refiere, y ya no hablo de importantes bandas internacionales, sino de cualquier gira más o menos importante de grupos de aquí. He visto a muchas bandas extranjeras con gran nivel tocar en salas tan cutres como Stereo, que aunque no fuera en las mejores condiciones, denotaba interés de los promotores por acercarnos suculentas giras. Pero en los últimos años la cosa ha decaído hasta el extremo de que es raro encontrar algo medio decente por la zona. Otra cosa que clama al cielo es lo que pasa con la sala The One, un local de gran nivel, con una cabida importante, buen sonido y muy accesible (a la hora de aparcar, por ejemplo) y la están desaprovechando del todo. ¿Por qué coño están haciendo esto con una sala de tanta calidad? ¿Por qué no la aprovechan para traer más bandas del estilo cuando siempre ha sido una de las mejores de la provincia (por no decir la mejor)? Claro, supongo es preferible abrir como una puta discoteca y poder llenarse los bolsillos a base de bien, en detrimento de nuestro rollo. En cualquier caso, había muchas ganas de volver, a pesar de que no es perfecta y los precios son un auténtico atraco a punta de pistola. Normalmente los conciertos a los que he asistido allí (y ya son unos cuantos…) han sido un éxito y el de anoche, en cuanto asistencia, no se quedó atrás, con una larga cola de peña entrando / esperando incluso desde que abrieran puertas. Lo dicho, Los Suaves no fallan a la hora de convocar a sus fieles parroquianos.

Ver a tanta gente me animó bastante y recuperé la fe en que no todo está perdido. Cada vez me tengo que ir más lejos para poder ver conciertos en condiciones y a la larga el gasto es enorme y hay que echarle mucha voluntad. Fui solo, porque si por mis amigos fuera ya haría años que no me movería de bolos. Pero por suerte disfruté de buena compañía, ya que nada más llegar encontré a Juanmi, Hector y Marc que alegraron más aun si cabe el ambiente, ya de por sí bastante caldeado. Y esto tampoco es demasiado habitual, porque en muchas ocasiones la gente de esta zona se ha mostrado bastante fría incluso en las primeras filas. De hecho, así fue al principio, cosa que no pude concebir, ya que tras la grandiosa intro que suele utilizar la banda, estalló Preparado para el rock’n’roll y no parecía haber demasiado movimiento, aunque eso a mí personalmente no me influyó en nada y ya empecé a calentar vértebras aparte de comprobar con muchísima alegría que el sonido rozaba la perfección, volumen muy alto e instrumentos nítidos y definidos, cada cosa en su sitio y derrochando potencia. Básicamente nos encontrábamos en una gira de sus grandes clásicos, de celebración de sus "nosecuantos" conciertos y años en la brecha que prometía ser un disfrute, aunque también cayo algo de sus últimos tiempos como Cuando los sueños se van de su último disco, pero incluso estas fueron cantadas a pleno pulmón por un público que, pese a no haberse calentado todavía del todo, fue auténticamente Suave, y esto solo se demuestra cantando a gritos cada estrofa. Con su personal interpretación de Palabras para Julia, viendo como se comportaba la banda a nivel técnico y sobre todo Yosi, me acabaron de conquistar para toda la noche. No esperaba que cayese tan pronto, pero es una de esas que enamora por su letra, por su música y por como solo Yosi sabe cantarla con su ronca voz. Un auténtico clásico, y de eso se trataba, disfrutar a muerte con temas de toda la vida y bien interpretados, tocando la gran mayoría de sus discos (aunque nada de “El Jardín de las Delicias”, por ejemplo). Hicieron paradas aquí y allá por toda su discografía, pero como ya esperaba haciendo hincapié en lo más mítico, como “Maldita sea mi suerte” o “Ese día piensa en mí”, de los que cayeron unos 3 o 4 de cada uno. Un auténtico remojón de rock'n'roll desenfrenado con la propia Maldita sea mí suerte, a pesar de cierta actitud estática sobre el escenario, aunque todos sabemos que, salvo Yosi, el resto de componentes no son de los de merendarse el escenario a base de carreras. De su “Santa Compaña” un par de temitas, el más emotivo sin duda Si Pudiera, esa canción que es capaz de transmitir la verdadera esencia de Los Suaves más melancólicos y tranquilos, a la par que melódicos. Y es que sin las letras del gran Yosi, su banda nunca sería lo que es a día de hoy. Esas historias llenas de pesar, dolor y, porqué no decirlo, cierto punto de misoginia (que en parte comparto, para que voy a engañar) son tan profundas o más de lo que en un primer momento se pueda apreciar y les han dado toda esa personalidad inconfundible.

Los temas estuvieron perfectamente distribuidos para que en ningún momento bajara la intensidad del espectáculo, que además incluyó alguna que otra pequeña intro grabada o trozos instrumentales alargando los temas, como ocurrió por ejemplo, si mal no recuerdo, al final de Viajando al fin de la noche (otra letra que me encanta). Si con ¿Sabes? ¡Phil Lynott murió! o Mártires del Rock’n’roll la gente se apaciguó un poco, a partir de aquí vino la racha que más me gustó de todo el concierto, con la que disfruté como un chiquillo, sin parar de moverme, saltar y dejarme las manos en aplausos. No puedo dejar el rock, por ejemplo, es uno de mis temas bandera del rock nacional, un auténtico himno que volvió locos a todos sus fans y cayó como un relámpago. No la interpretaron ni tan rápida como en el directo “¿Hay Alguien Ahí?” ni tan lenta como en la versión estudio, pero eso sí, pasión a raudales, una letra con la que me siento totalmente identificado y que supuso el despertar definitivo de las primeras filas en donde todo el mundo se desmadró. Y la cosa continuó con otra de mis canciones favoritas, Malas Noticias, en la que vuelven a recuperar ese aire pesimista marca de la casa (y con ese aire acústico que me encanta), y con Pardao, que hacía tiempo que no veía en vivo y que hizo subir el volumen de nuestros gritos y en la que el canoso vocalista se colgó la guitarra acústica para acompañar a sus colegas. Un tramo verdaderamente extasiante, que ya dio paso a la última parte del show por mucho que nos pesara a todos. De todas formas, es lo que he dicho antes, con la retahíla de clásicos que tienen en su haber, es imposible que la fiesta decaiga, y menos cuando, entre solo y solo del descomunal Alberto Cereijo, se marcan una cañera Dulce Castigo (la otra elegida de su “Santa Compaña”) y casi empalmada, sin dejar tiempo ni a respirar, Dolores se llamaba Lola, por supuesto, esta si que no puede faltar ni fallar en ningún concierto, llevando de nuevo a la locura, a los empujones y al descarado buen rollo que un tema de esta índole es capaz de desatar. Yosi, como suele ser habitual, dejaba muchos trozos por cantar para pasarnos el testigo de su micro, pero no como otras veces por no acordarse de la letra o ir demasiado ciego como para cantarla. Por cierto, nunca le había visto recibir tantas prendas de ropa llegadas desde abajo, hacia el final del concierto colgaban del palo de su micro una camiseta, una bufanda, un top… que el cantante recibía con mucho cachondeo. Para variar, Cereijo también hizo de las suyas con la guitarra, dejándonos completamente embobados con su dominio, con solos de lo más virtuoso y apetecible en esos momentos de tanta caña. Sí, puede que el estilo desenfadado e impredecible de Yosi sea una de las mayores atracciones cuando se va a un concierto de Los Suaves, pero lo de Cereijo es de otro puto planeta, su técnica, su pasión, su velocidad… este tío es increíble, a pesar de que escénicamente no es nada del otro mundo, sus solos hablan por sí solos (valga la redundancia jeje). Y aun con todo lo dicho sobre este gran artista, su compañero Fernando Calvo no se queda atrás, porque cuando se pone en su labor de solista también es una gozada verle, con un estilo y clase que echan para atrás. Eso sí, estuvo terriblemente soso durante todo el concierto, incluso en ocasiones parecía molesto con las excentricidades de Yosi que lo agobiaba continuamente con besos y tirones.

Ya en la recta final, las protagonistas absolutas fueron San Francisco Express, también infalible en directo con uno de los riffs más duros nunca compuestos por los de Ourense, y otro bombazo que empezó casi sin avisar, El Afilador, poesía por momentos, y jolgorio absoluto entre el respetable, dejándose la voz siempre amparados por la perenne sonrisa de Charly que, sin hacer mucho ruido ni ser excesivamente virtuoso precisamente, también sabe conquistar a su manera. Reconozco que me engañaron (a mí y a la gran mayoría) con Ya nos vamos que muchas veces han utilizado para cerrar y que en esta ocasión parecía ser que así sería, ya que dejaron sus instrumentos y saludaron al público, con “outro” incluida. Pero no tardaron mucho en reaparecer (de hecho, por si las moscas, nadie se movió de su sitio) con uno de los temas de sus últimos diez años que más ha triunfado en directo, Mi Casa, que precisamente habla de todo aquello que sentimos los que estamos hechos de esta pasta. Despedida final, ahora sí, con La noche se muere y en parte así fue, terminaba un concierto lleno de momentazos, grandes guitarristas, diversión sin freno y excelente sonido, y no puede haber nada mejor después de dos horas de este calibre, así que sin un duro en el bolsillo y teniendo que conducir una horita hacia casa, lo mejor fue despedirse de los colegas y de la sala hasta el próximo encuentro, que espero que sea pronto.

P.D. Mi cámara se quedó sin pilas antes de empezar el concierto, así que siento no poder colgar ninguna a la espera de que alguien me pase las suyas.

Edit: Ahora sí, por fin tengo unas buenas fotos del concierto, cortesía de Marc. ¡¡Moltes gracies tio!!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

2 comentarios:

  1. Buena crónica de lo que fue el concierto. Se agradece leer cosas así de Los Suaves. Un saludo Compadre.

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  2. Gracias tío, estos si que fueron Los Suaves que dan el callo aunque más bien debería hablar del buen comportamiento de Yosi que estuvo en sus cabales durante todo el bolo y cantando bastante bien, porque el resto de la banda siempre ha rayado a un gran nivel. ¡¡Un saludo!!

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