La aportación al concierto fueron 5 euros con consumición, pero además, también se podían pillar unos bocatas, de toma pan y moja, y más bebida adicional (vino, birra, herbero…), por un precio más que razonable. Y puesto que fondos iban destinados a apoyar a la asociación cultural, uno suelta la mosca bien a gusto. También, ya al final de la noche, hubo sorteos de bolsas, camisetas, e incluso dos entradas para el Bali R’N’R Show 2025, el festival celebrado en el famoso hotel de Benidorm del 11 al 13 de este mismo mes, que será el próxima objetivo del grupo.
En verdad, uno de los aspectos que más especial hicieron este concierto, es que fue el primero con el nuevo equipo, una presentación, o un calentamiento, si se prefiere, poco antes de hacer su aparición por todo lo alto en el mencionado festival. Frank Suz & the Crazy 88's es el renovado nombre de la banda, formada actualmente por Frank Suz como compositor y arreglista, que se encarga del saxo y las teclas, el siempre infalible Nando Insidious, su mano derecha al bajo, y en la guitarra, un conocido del entorno, como es el experimentado Teto Adán, al que ya he tenido el placer de ver colaborar en algún directo de la anterior etapa. Por último, la formación se completa con un músico que me dejó con un palmo de narices desde los primeros compases, el alicantino Pablo Bañon a la batería.
En cuanto a estilo, el cambio es marcado, pero al mismo tiempo, relativo. La esencia del más puro Rock’n’Roll, las vastas influencias de Frank, siguen brillando en cada una de las notas, pese a que ahora se mueven (de momento) solamente en terrenos instrumentales, con unas composiciones que enfatizan aún más la musicalidad, pero tirando de esquemas más clásicos, si cabe. Además, han adoptado un rollo estético de lo más guapo, inspirado en la archiconocida mafia japonesa, la Yakuza, que también se ha filtrado, en cierta medida, en la parte musical. Frank Suz es un artista al que nunca le ha gustado estancarse. Su creatividad y capacidad de dar un paso adelante con sus creaciones, parece no tener límites, y con esta nueva andadura, lo ha vuelto a demostrar con contundencia.
Poco a poco el garito, de capacidad para unas 70 personas o así, se fue llenando, y mientras tanto, unos cuantos fuimos a tomarnos unas birras a un bar cercano a la espera del comienzo del show, momento de buenas risas para ir poniéndonos a tono. Un rato después, sobre las 21:00, y ya de vuelta en el local, algunos con sus bocatas, otros con sus latas en la mano, arrancaría la movida. Un concierto en ‘petit comité’ en el que, desde el principio, se percibió mucho feeling de cercanía, colegueo y fiesta, y que mejor para rematar todo esto que dándonos los primeros bailes con Kappa Shake, el primer corte de la noche. Sin apenas nervios, y con mucha soltura, Frank y los suyos caldearon el ambiente a base de ritmos bien calentorros, y unas magníficas melodías que, sin haberlas escuchado antes, aún siguen rondando en mi cabeza, lo cual es sinónimo de trabajo bien hecho. Proseguirían con Hiroshima Boom, y he ahí, en esos títulos, la influencia que también han querido darle a los temas. Un rollo muy surfero, rítmico y movidito con el que era imposible parar quieto, y al que los músicos, con sus gafas de sol idénticas y sus atuendos, hacían honor. Cada tema gustó y sorprendió más que el anterior, y la peña no tardó en arrancarse con bailes y elogios hacia la banda. Yakuza Lovers fue otra evidente declaración de intenciones a todo lo dicho. Es obvio el nivelón que el propio Frank posee ya tocando el saxo, que se ha convertido en uno de los grandes protagonistas de su nueva música.
Además, nos presentaba su flamante instrumento con orgullo, una auténtca belleza de saxo tenor con un precioso acabado en ambar que fue una de las grandes estrellas de la noche. Por supuesto, y especialmente en este tercer tema, también tuvimos nuestras dosis de teclados, incluso unos duelos instrumentales, hombro contra hombro, entre Teto y Frank. El guitarrista se movía por el ‘escenario’ con una tranquilidad pasmosa, y al mismo tiempo, desparramando clase a raudales, y en cuanto a Nando, se notaba a cada paso que tenía ya el ritmo metido en las venas, imparable. No escuchamos para nada la voz de Frank… salvo en partes concretas de Uzendayo, que en japonés, es algo así como mandar a alguien a la mierda, y en verdad, fue una de mis favoritas del setlist. Con temas de este calibre, y la total certeza de que todo lo que sale del talento creativo de Frank va a rayar siempre a gran altura, estoy que me muero de impaciencia por poder escuchar el disco, un disco que, si no pasa nada, irán a grabar en breves. También se acercó al micro para presentarnos brevemente algunos temas, como Secret Agent Man, donde esta vez, Nando y él hicieron una sólida piña. Pero no menos sólida fue la base rítmica, formada por el bajista y Pablo a la batería. Un músico que, como digo, me flipó desde el primer tema, por su pegada, por su rapidez, por su capacidad de cambio… ahí hay muuucha calidad, un fichaje extraordinario, sin duda. Por cierto, también Nando nos presentaba su nuevo y deslumbrante bajo, que sonó espectacularmente grueso durante todo el show.
Iban ya a por el único tema que todos hemos podido escuchar de forma pública, Surfing Fukushima, y vaya si surfeamos con él, con esas afilados y pulcros riffs de Teto (y sus movimientos tan auténticos), los imparables dibujos de Nando a las cuatro cuerdas, las otra vez sobresalientes melodías de saxo, y esas cajas tan virtuosas por parte de Pablo. A pesar de que no estamos hablando de un local especialmente acondicionado para ello, el concierto sonó realmente bien. El clima estaba más arriba que nunca. No hacía falta esmerarse demasiado para darse cuenta de que la peña lo estaba pasando en grande, incluso aquellos con menos tradición rockera se metían algún que otro baile rodeando al grupo, que se sintió muy arropado en todo momento. Kamikaze Blind y S.O.S. Rock And Roll fueron los siguientes disparos, en los cuales, la entrega y la actitud continuaron cobrando fuerza. Frank se retorcía con su saxo, lo elevaba, se daba la vuelta, se iba de un lado al otro, y siempre tenía alguna mirada para compañeros y público, al tiempo que alternaba su maestría al teclado, algo fuera de toda duda ya a estas alturas de la película. Un auténtico animal de escenario, como siempre le hemos visto actuar. Entre muchos de los temas, ni siquiera hubo descanso. Fue, tal como nos advirtió el propio Frank, un concierto corto pero con una intensidad vibrante, a piñón fijo, y en ello siguieron, con el último corte de la noche, la rockanrolera y sesentera Iron Loto, que para mayor algarabía, fue culminada con un fragmento del Whole Lotta Rosie de sus bienamados AC/CD. La satisfacción del público rápidamente se manifestó en forma de aplausos y silbidos, una muestra más de lo que nos fliparon todos estos temas nuevos, y de lo bien que nos lo hicieron pasar.
También lanzo desde aquí un gran saludo a la gente con la que tuve el gustazo de coincidir allí, que terminaron de convertir la velada en un auténtico lujo: Yannick y Paula, Susu, Borja, Jesús, Marta, Benja, Gema… mil gracias a TODAS y TODOS, aunque haya olvidado muchos nombres, por la compañía y el buen rollo. Un putísimo placer. Y claro, a Frank, Nando, Teto y Pablo por ese conciertazo que tanto nos hizo bailar y desmelenarnos, a quienes también quiero desearles un triunfo masivo, tanto en el inminente Bali R’N’R Show, como en lo sucesivo de su carrera. Por falta de talento, entrega y actitud, desde luego, no será.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
Frank Suz & the Crazy 88's (Sábado 05-04-2025, Ateneu Popular La Gavarnera, Ibi)
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