lunes, 25 de noviembre de 2013

Dover rocks again (Dover, Sala Stereo, Alicante, 23-11-2013)

Sí, aunque probablemente (por no decir seguro) sea la última vez que les podamos ver con este rollo, Dover han vuelto al rock, y pese a que actualmente esta banda no signifique absolutamente nada para mí en el terreno musical, sentí que debía acudir a una cita tan especial como es la gira que están haciendo para el 15 aniversario de su mítico disco “Devil Came to Me” (joder, como pasa el tiempo), uno de los mayores bombazos a nivel de repercusión y ventas que ha visto la escena del rock alternativo de este país en toda su historia. Precisamente por su movida, es posible que más de uno piense que ni esta banda ni esta misma crónica pintan nada en este blog, y menos cuando actualmente se dedican a hacer música electrónica para hippies modernitos, y en parte esa es la verdad, pero me permito la licencia de plasmar aquí todo lo que aconteció el sábado pasado en la Sala Stereo por varios motivos. Por una parte, el más evidente, una gira muy especial en la que están basando la totalidad del setlist en sus cuatro primeros discos, pero especialmente en el “Devil Came to Me”, ese disco que quien más y quien menos escuchó en su época y que supo dejar, en la mayoría de los casos, tan buenos recuerdos. Y este mismo factor, el de la nostalgia, es otro que me llevó a verles en directo después de 11 años desde la última vez que tuve el gusto (insisto, como pasa el tiempo…) y como sé que en directo rara vez fallan y meten una caña bastante guapa, todo apuntaba al mismo objetivo. Quizá la Sala Stereo no fue el mejor garito para traer a una banda que estoy seguro que podría haber reunido a mucha más parroquia; nunca ha tenido buen sonido ni buena distribución, pero como suele pasar a menudo, seguramente no se quiso arriesgar en el sentido de palmar pasta, pero yo creo que la desaprovechada The One (antigua Nave 8) hubiese dado mucho más de sí.

Nunca me ha gustado demasiado el rollo de esta sala, demasiado alternativa, demasiado gafapasta, pero lo cierto es que en su día hubo grandes conciertos (por ejemplo, los Suffocation o los Carpathian Forest pasaron por allí, aunque parezca mentira). Lo cierto es que nada más llegar el panorama era un poco… extraño. Muy poca gente en la puerta, la hora de empezar ya pasada (hasta media hora se llegó a retrasar la cosa) y muy poco ambiente. Una vez dentro, la cosa fue cambiando a mejor, llegando a abarrotarse toda la zona del escenario hasta el final, bastante gente e incluso alguna cara conocida. Tras un buen rato de pie en espera, se apagaron las luces y no tardó (por fin) en sonar Rain of the Times, el tema con el que están abriendo esta gira desde sus inicios, a primeros de año, un tema muy filosófico que da un buen subidón de caña, ideal para abrir el repertorio, al que siguieron temas menos esperados como Pangea o la melódica Spectrum. Según lo visto, poco han cambiado el repertorio desde que empezaron a dar conciertos de esta gira, a pesar de haberla dividido en dos partes y repetir ciudades (como es el caso de Alicante, por ejemplo). No hay duda de que, a pesar de todo esto, la banda salió a muerte en uno de los primeros conciertos de su segunda vuelta. Y si bien los primeros temas fueron más suaves, poco después llegaron Four Graves y La Monja Mellada para empezar a caldear seriamente el ambiente, un gran cambio de intensidad con sus riffs más machacones y llenos de mala leche, al mismo tiempo que Cristina iba calentando su voz, aunque todavía le faltaba, porque los agudos se convertían con frecuencia en gritos desgarrados cuando tenía que subir (aunque también lo hace muy bien, todo hay que decirlo) y de paso empezó a escucharse algo más (al principio apenas se le escuchaba cantar).

Está claro que esta gira es en homenaje a su segundo disco (y pienso que a su época rockera, ahora tristemente dejada de lado) pero también creo sinceramente que deberían haberle dado mucho más protagonismo al que, para mí, es sin duda el mejor disco de toda su carrera, el fantástico “I was dead for 7 weeks in the city of angels”. Por suerte, tras la calmada Winter Song nos sorprendieron con la deliciosa melodía de Better Day, para mí uno de los momentos más disfrutados y emotivos del concierto, en la que, además, y a pesar de mis dudas, Cristina estuvo a un nivel sobresaliente, llegando a todas las notas sin omitir melodías. Muy contento de haber disfrutado de este momento después de tantas ganas y años, pero la juerga no terminó aquí, ya que en adelante la vocalista y guitarrista empezó a comportarse como la bestia que siempre fue sobre el escenario, menos “camionera” que hace unos cuantos años, sin escupir tras cada tema, pero sin dejar de moverse, dar vueltas, tocar con esa furia que la caracteriza y sobre todo, disfrutando de cada tema, siempre sonriente y agradecida cada vez que se hacía el silencio. A la hora de dirigirse a la peña siempre se muestra tímida… pero no veas como se suelta cuando toca…

DJ fue un auténtico cañonazo, uno de sus singles más conocidos que no por ser más esperado dejó de sorprender, hay que ver que fuerza ganó en el directo, aparte de ser otro punto de inflexión en el concierto para el público en general, que enloqueció con ella. Lo que me extrañó es que había realmente muy poca gente que supiera las letras de los temas, pero eso sí, el ambiente superó con mucho lo que yo esperaba a nivel de movimiento, sobre todo en las primeras filas. Sin cambiar de disco, otro puntazo fue Flashback, uno de esos temas que tiene un “algo” especial que la hace ser muy querida por su público, y que a mí personalmente me encanta. Ver como la peña disfrutaba y cantaba la emotiva Serenade fue, en sí mismo, un espectáculo, y eso que sonó casi a mitad de concierto cuando yo la esperaba casi para cerrar. Si bien hubo algunos temas de aquí en adelante que yo hubiese cambiado por otros (a ser posible del “I was dead…” que como ya digo estuvo bastante olvidado) como Push o Far ya todo empezaban a ser auténticos hits, y esta tendencia se fue intensificando hacia el final. Entre algunos problemillas técnicos rápidamente solucionados tocaron The Hitter, que parece ser una de las pocas canciones que han incluido en el “nuevo” setlist de fin de gira y no estuvo nada mal, con su pegadizo y melancólico estribillo, pero con todas las que faltaban todo apuntaba a un final rompedor. Sin embargo antes de entrar en el último tramo todavía faltaba algo, y es que “Sister”, su primer álbum, todavía no había dado señales de vida, pero no tardaron en subsanar el error, con She Will, que no me pareció la mejor elección, pero sobre todo con Angelus, momentazo clave, lenta y melancólica que puso los pelos de punta a más de uno y es que esas melodías agridulces siempre han sido marca de la casa. Una vez más, grandísimos recuerdos con este tema de fondo.

Hasta ahora solo he hecho referencias a Cristina, que hizo un gran concierto, pero lo cierto es que sus compañeros no se quedaron atrás. El bajista ya vino con las pilas cargadas de casa, salió al escenario, cubrió su cara con su melena y nunca más se le volvió a ver el rostro, y vivió el concierto como pocos fueron capaces. Jesús, el batería que lleva en la banda desde sus inicios no pudo ser más contundente, con unos caretos que asustaban, pero dándole duro a la caja y poniendo su sello personal en los temas más melódicos. Y por supuesto, la encantadora Amparo, encargada de la mayoría de solos, la “famosa” rubia de Dover y hermana de Cristina. Puede que a nivel escénico no de mucho el callo; me refiero a que no se mueve demasiado, pero es la portavoz de la banda y tiene presencia y encanto, presentando cada uno los temas con una sonrisa, muy agradecida, y explicando brevemente la historia de cada uno, un detalle muy interesante, a modo de mini-documental del grupo, explicando cuando y donde se grabaron muchos de ellos y siempre incluyendo alguna simpática anécdota. El final del concierto resultó ser un auténtico caramelo, en donde sonaron los singles que más empuje han dado a la banda en su carrera, empezando por Judas (aunque sea menos conocida) en la que Cristina se las vio para cantar el estribillo. Fantástica King George, una de sus temas más “happy” y conocidos, corta pero intensa, imposible no soltar una sonrisa cuando suena, aparte dejarte el cuello siguiendo el ritmo y la garganta cantándola. Entusiasmados todos, nos despedimos momentáneamente de los cuatro, que no tardaron en salir de nuevo para acabar de darlo todo, nada menos que con Cherry Lee, un tema que me encanta, uno de esos singles perfectos para casa y para el directo que arrasó literalmente, aunque todo fue en crescendo, y Devil Came To Me sonó a pleno volumen para deleite de sus fans, todo un icono del rock alternativo nacional, de su música en general y de esta gira en sí misma. Pero quizá fue Loli Jackson el tema que más me llegó, otro single que se las trae, estribillo ultra-pegadizo, directo y casi adictivo, tanto que su melodía me persiguió casi hasta llegar a casa.

Creo que no decepcionaron en absoluto, porque ni yo mismo que les vi en su día, en su buena época, esperaba tanto de un concierto suyo a estas alturas. Me dejaron una impresión tan grata que de hecho fue precisamente eso lo que me animó a escribir estas líneas a pesar de que la banda, como digo, no tenga mucha cohesión con el estilo musical que me gusta. A parte de todo esto, la excelente compañía y el ambiente que se vivió hicieron el resto.

Aquí dejo también las fotos y el setlist de esa noche, que yo mismo subí.

https://www.setlist.fm/setlist/dover/2013/sala-stereo-alicante-spain-3c4c553.html

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