domingo, 13 de marzo de 2022

Grita... ¡LOUD & PROUD! (Jolly Joker, sábado 12-03-2022, Rock&Falles 2022, Puçol)

Tras la brutal mandanga que nos ofrecieron Obscure y Rotting Christ la noche anterior, en el Paberse de Sedaví, el fin de semana estaba muy lejos de terminar, porque este era uno de esos especiales en los que tocaba doblete. El día siguiente, sábado, era el DÍA (en mayúsculas) de Jolly Joker, y lo remarco tanto porque para mí era una cita tremendamente especial, necesaria, ineludible, incluso más que en otras ocasiones. Y es que no sabéis hasta qué punto me fastidió en el alma no poder ir a verles en aquel conciertazo que, con total seguridad, se marcaron el pasado 4 de febrero en el 16 Toneladas, con músicos invitados, con fiesta especial, y presentando por primera vez los temas de su nuevo, flamante y colosal “Loud & Proud” ante todos sus fans, armándola en casa, y en una sala a la que tengo tanto cariño… pero me fue literalmente imposible ante la coincidencia con nuestro viaje al Monsters of Rock Cruise. Esto me provocó, como efectos secundarios, unas ganas terribles, exponencialmente acumuladas, de volver a verles cuanto antes, saborear cómo sonaban esos nuevos temazos en directo por primera vez y romper los casi 5 meses sin un concierto suyo, que son demasiados para mí. Su actuación tendría lugar en Puçol, dentro del festival RockFalles 2022, que celebraba su sexta edición en el Espai Jove, un recinto bastante bien acondicionado para la música en directo. Lo cierto es que no es el típico ambiente en el que suele actuar la banda, bastante más ecléctico a nivel de sonidos y con otras bandas más jóvenes e inexpertas, pero también soy sobradamente consciente de que a ellos lo que más les importa es tocar, tocar y tocar, como ya han demostrado durante estos dos últimos años más jodidos que de costumbre para la escena.

Y como cabría esperar, conociéndoles, fueron allí con las pilas bien cargadas, con un nivel de actitud por las nubes, y con una ilusión rebosante. Y es que Jolly Joker no saben dar menos del 100%, y esas son precisamente sus mejores armas. Llegamos con bastante tiempo de antelación (una hora) mi chica, mis colegas Kurro y Kolega, y yo a la zona de aparcamiento, para tomarnos unas birritas rápidas y charlar un rato. Pero yo por dentro estaba ya que no me aguantaba de las ganas de que empezara ya la gran fiesta de los hardrockeros valencianos. En un momento, nos plantamos en el recinto, el Espai Jove, amplio y cosa importante, con entrada gratuita, sin demasiados agobios ni controles, lo cual daba mucha sensación de libertad.

Tras saludar a los colegas alemanes Bill y Angelica (encantadores, como siempre) encargados de el merchan de la banda, nos dimos un pequeño garbeo por el lugar, apuramos los últimos cigarros y, antes de que nos diésemos cuenta, ya estaba sonando esa introducción de Conny Froboess que abre sus bolos desde tiempos inmemoriales, y que es en sí misma un subidón de adrenalina, un aviso para el cuerpo de que la liada padre está ya muy próxima. Salí escopetao a colocarme entre las primeras filas con la intención de no perderme un solo segundo de concierto. Cuando Yannick y sus compañeros ya estaban de pie y a por todas sobre el escenario, me resultó incluso extraño que no comenzaran con la clásica I am Rock N Roll, pero si hay un tema insuperable a nivel festivo dentro de la discografía del grupo, es sin duda Rockin’ in stereo… ¡y esa fue precisamente la escogida para dar el pistoletazo de salida! Ahora sí, salía a pleno gas Lazy Lane, correteando hasta ponerse en primera fila y calentar voces, piernas, y lo que hiciese falta, porque cuando este empieza a hacer de las suyas, ya no hay quien lo detenga. Todavía éramos pocos los que nos acercábamos delante del todo. Ya se iría creando más ambiente, en efecto. Y respecto a lo dicho… no importa qué temas toquen o su orden, van a acertar seguro. Hey you, con ese tono cachondo-festivo-provocador, nos trajo la faceta más gamberra de Lazy desfogándose a gusto en el escenario, y de Yannick, agachándose ante nosotros, al borde del escenario, con una chulería impresionante, incapaz de fallar una sola nota, como siempre, mientras la temperatura subía gradualmente.

Alegría mayúscula cuando, por fin, empezaron a sonar los temas de su recién salido del horno “Loud & Proud” que ha elevado más todavía, si cabe, el nivel de calidad de la banda, y que si hasta ahora prácticamente no hay lugar de la península que no hayan pisado, les va a llevar, sin duda, a lo más alto, a la primera división donde merecen estar (aunque para mí, ya hace tiempo que están allí). Un disco que, a primera escucha, incluyendo los singles que ya conocía como la palma de mi mano, me dejó atónito por la soberbia producción, por la calidad de los músicos, y sobre todo, por la cantidad de registros de la que hace gala, mucho más amplio en este aspecto, y con creces, que cualquiera de sus anteriores trabajos. Esto denota otro gran paso en la evolución del grupo que, sin renunciar al que es su rollo primario, el hard / sleazy, han sacado a relucir todas y cada una de sus influencias en él, al mismo tiempo que han inyectado muchísima personalidad (podemos hablar de un inconfundible estilo Jolly Joker) a cada uno de los cortes en una combinación absolutamente explosiva, un disco redondo desde que empieza a sonar con I don’t care hasta el último acorde de New Orleans, una droga tremendamente adictiva que no he podido (ni he querido) dejar desde el instante en que llegó a mis manos.

El tema escogido fue Blood velvet, en el que el vocalista se colgó su guitarra (que mantendría en casi todos los temas del “Loud & Proud”) cantando, además, a un nivel sencillamente superior, arropado por las potentes y crudas bases del gran Nando, quien de forma temporal sustituye al bueno de Andi, y Dani a la batería, en el que fue mi primer contacto en directo con este último. Y no fue menos espectacular el solo de Yannick, que ya en disco diría que es uno de los mejores que se ha currado en toda su carrera. Por supuesto, la coordinación, el cariño y el feeling entre Lazy y Yannick se hizo de notar con una intensidad perfecta, tal como en I don’t care, un tema súper especial que, por muchas veces que lo escuche, siempre me recordará a aquella mágica noche en la que se grabó el videoclip. Unos coros bien altos de Nando y Yannick culminaron con un final de lo más destructivo a la batería por parte de Dani. Vaya momentazo, y cómo lo disfruté. Un pequeño respiro para saludar y dar las gracias a todo el mundo, incluido a la organizadores del festival, la asociación L’Ampli de Puçol, y los primeros acordes de Perfect Life nos devolvieron a los Jolly Joker más glam y descarados, un tema sobradísimo de feeling y desparpajo con uno de esos estribillos que te hacen retorcerte en directo. En su parte central, Nando se encargó de clavar esas partes de bajo, con los bailoteos al fondo de Lane Lazy y el imponente Yannick en primera línea. No tardaron mucho en prender la mecha del desmadre (esto sí que es un auténtico petardazo, y no lo de las fallas) con Fuck it all, y aunque en cuanto a entrega estuvieron al nivel habitual, tuvieron ciertos problemas técnicos: Yannick tuvo que cambiar la guitarra y el micro de Lane hubo ratos que no sonaba como debería, pero con tablas y recursos (algo de lo que ellos van sobrados) no se amedrentaron. Nando se encargó de mantener vivo el tema en ciertos momentos, y Dani, de pie sobre la batería, marcaba con firmeza en la mitad del tema. Y la hostia, hay que ver cómo le arrea este tío. Me quedé mucho con su actuación, y no se puede negar que han escogido al músico adecuado para esta nueva etapa de la banda… y por supuesto, seguiría demostrándolo hasta el final del show.

Ya con el sonido de nuevo alto y claro, metían en el setlist Motor, otra del “Loud and Proud”, que nos enganchó y sacudió desde el primer momento. Debe ser un tema realmente complicado de cantar (y más después de esa exigente Fuck it all), pero no puedo sino rendirme ante el trabajo vocal de Lane Lazy, que bordó cada nota de ese estribillo tan alto, cogiendo tras ella el aro para interpretar Believe, otro clásico infalible en su repertorio. Toda la banda a tope, dando el máximo, el guitarrista de nuevo contoneándose y ofreciendo espectáculo y un carisma arrollador. A pesar de que como digo no era el ambiente al que suele enfrentarse el grupo, estoy seguro de que este detalle no fue más que otro reto (superado y con nota) para ellos. Voto a tal que al final consiguieron que todo el mundo se viniera arriba. A ello contribuyeron temas más acelerados como Stay behind, que supuso un puntal de intensidad en mitad del concierto, a todo trapo, sacándole la carbonilla Dani a su batería y con Lazy hecho un terremoto: ahora se iba junto a Nando, ahora se encaraba al batería, o se juntaba, hombro con hombro, con su amigo Yannick. El reprís del tema nos terminó por poner en el sitio, tras un largo grito agudo.

Volvían a saludar, a dar la mano, a verter unos chorros de Jack entre los gaznates del público, pero nunca dejaban que la fiesta se enfriase. Sky is so high es un tema que me volvió loco desde la primera vez que lo escuché (y no hablemos ya del brutal videoclip…) y sigue siendo una de mis favoritas del disco, así que la afronté con especial ilusión, sonando clavada a como suena en este último, con esos registros vocales tan inusuales (la parte de subida me puso los pelos de punta) y esa fuerza en el solo y punteos varios. Uno de los platos de la batería se fue a la mierda, pero Dani siguió en sus trece hasta niquelar el tema. ¡¡Me gustó muchísimo!! En Sidewalks, otra imprescindible, seguía el buen rollo y el headbanging a tope en el escenario, las botellas de Jack Daniels rodando sin parar… como nuestros pies. La parte de Nando tocando esas escalas de bajo, perfecta para darle el rollo al tema. ¡Más temas nuevos! Posiblemente, The chance es con las que más han roto esquemas. Tenía mis dudas sobre si la llevarían al directo, y al final hicieron lo correcto, porque es todo un hit para mover la melena con esa cadencia tan guapa, y ojo, con la exactitud con la que Dani se encargó de la percusión. Fue este uno de esos temas en que más destacó su valía como músico.

Con la llegada de Sucker, me temí ya el final del concierto, pero por suerte todavía quedaba un buen rato para gozar. Animando desde primera línea, Yannick y Lane no pararon hasta tenernos a todos con las palmas, y entonces dieron rienda suelta a su vena más sleazy con este tema que mantienen en el setlist desde su primer álbum. Flipante cómo se cruzaban por detrás del vocalista Yannick y Nando, con el paso del pato. Son detalles como este los que convierten cada show de Jolly Joker en un espectáculo a todos los niveles. Volvía a ‘empuñar’ Lazy su ‘seis cuerdas’, y ya distinguimos, desde el primer acorde, esa maravillosa I remember you de Skid Row (que tan de puta madre se adecua a su voz) y aunque solo interpretaron la mitad, la Rock’n’Rolera New Orleans (que temazo, por Dio…) vino a cubrir la otra, puro fuego, frenética, levantando pasiones entre la gente y con Lane brillando con la técnica vocal necesaria para dejar el tema clavado. Este, vociferando, situándose ante nosotros y con una púa pegada a su frente, nos instó a darlo todo ya definitivamente con I wanna go, otro torrente de energía hecho tema, intenso y directo, en el que Yannick terminó todo tirado por el suelo, de rodillas, para meterse un solo de aúpa.

Sin más (bueno, ante un gran y merecido aplauso, claro), salieron de escena. Pero el clima general, que ya apenas tenía nada que ver con el inicio más frio del concierto, indicaba que todavía quedaba algo guapo por caer. Ante la obvia pregunta de si queríamos más, inmediatamente comenzó Dani a machacar las cajas para dar salida a I am Rock N Roll... y qué extraño, pero qué gratificante verla casi al final del show. Es un subidón tremendo, y no solo por las patadas al aire de Lane, o por los aires de auténtico Rockstar con los que se comporta Yannick, sino porque además, me trae a la mente el comienzo de sus shows en la pasada gira, y eso es pura adrenalina. Y ya me extrañaba a mí que no fuese a caer esa grandísima Dressed to kill… con todo lo que ello conlleva… ¡puta locura encima del escenario! Ahí, esa magia entre Yannick y Lane volvió a brillar a tope, y las carreras, las sobradas varias y la energía que todavía les quedaba a estos cuatro grandes se desparramó definitivamente por todo el recinto.

He de confesar que el concierto se me hizo corto, y si bien tocaron algo menos que en anteriores, no fue ese el motivo: obviamente, las ganas acumuladas que tenía de verles pasaron factura. Pero para mí esto no es más que una excusa como otra para volver a verles en el próximo concierto que pueda, y así será, sin dudarlo, para volver a disfrutar de esa pasión infinita en directo, para volver a escuchar otra vez los temazos de siempre junto a los del “Loud and Proud” (ya estáis tardando en ponéroslo a todo volumen, quienes no lo hayáis hecho todavía) y por descontado, porque apoyar a bandas como esta es apoyar el futuro más inmediato de nuestro Rock’n’Roll,

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


Grita... ¡LOUD & PROUD! (Jolly Joker, sábado 12-03-2022, RockFalles 2022, Puçol)

2 comentarios:

  1. Muy buena crónica, estuve allí también se me hizo corto. Gracias por la info.

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  2. ¡Hooola!
    De nada hombre, a ti, me alegro que disfrutases tú también de este portento de banda. Es que son geniales, si por mí fuera, me encantaría que tocasen los cuatro discos seguidos en directo jeje. ¡Un saludo!

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