Últimamente el ritmo de conciertos esta tan apagado como lo esta mi economía, así que no es extraño que cada vez haya menos crónicas nuevas en mi sitio. Se hace lo que se puede, pero la realidad es que, tristemente, llevaba nada menos que desde Octubre (Metalium, Sala Gamma) sin acudir a un bueno concierto, sin tener mi necesario chute de metal, sin un buen concierto que apagara el tremendo mono que tenía, al menos, hasta este Domingo día 13, en el que por fin hice realidad un pequeño sueño, aunque ello haya supuesto perder un día entero de clase (repito, era necesario…). Todavía recuerdo cuando, con 7 u 8 años menos, ya berreaba a grito “pelao” el Legendary Tales de estos Rhapsody (ahora con la coletilla of Fire), me encantaban, me transportaban, me evadían. Poco a poco me fui haciendo con toda su discografía y aprendiéndome de pe a pa sus letras, pero lo que nunca pensé es que llegaría el día en que me encontraría frente a ellos en un escenario. Pero son cosas del destino, y así ha sido finalmente como llegado el Domingo me presente con mi preciosa novia en la Razzmatazz 2 para asistir a uno de esos eventos en los que antes de llegar ya estas con los nervios a flor de piel. Razzmatazz 2 no es particularmente mala sala, es relativamente amplia y bien acondicionada, pero fue un golpe cuando me entere de que el concierto se había trasladado desde la Razz 1 a la 2; todavía ignoro el porque, aunque deduzco que se debe a la venta de entradas (y/o a una pésima organización, a la que nos tienen acostumbrados los personajes de Rock’n’Rock). Pero esto tampoco tiene demasiada lógica, la Razz 2 estaba muy petada, incluso diría que casi demasiado, porque en las primeras filas no se debía poder respirar demasiado bien… de verdad, no entiendo porque cojones se cambio la sala a ultima hora, es algo que me cabrea bastante y más cuando uno ha pagado por ver el bolo en la Razzmatazz 1 (que es una señora sala) a verlo en una que viene a ser la mitad o menos en tamaño…
Pasando de mosqueos, no sería justo meterme al turrón con la crónica sin antes nombrar los teloneros que acompañaban a los italianos Rhapsody of Fire en su periplo español, Vexillium y Visions Of Atlantis. Aunque a decir verdad un poco injusto si que voy a ser, ya que tan solo pude ver los pocos minutos finales de Visions of Atlantis por varias circunstancias (nos encantamos con la hora, el bus llego tarde, dentro no se puede fumar y hay que aprovechar fuera…). Por cierto, antes que nada me gustaría introducir aquí una critica a la nueva situación en la que nos vemos los fumadores y los no fumadores, porque hay que ver el pestazo a sudor, sobaco y humanidad que se respira ahora dentro de las salas… un autentico asco, prefería mil veces el olor a tabaco. Y aunque no fumara, me seguiría cagando mil veces en la ley anti-tabaco y en los que la llevaron adelante.
Visions of Atlantis tampoco es que sean la quintaesencia de la originalidad e innovación, pero por lo que he escuchado de ellos, si que merecían mas atención que la que les di… siempre tuve curiosidad por verles y perdí esta oportunidad, pero bueno, no se puede tener todo. A la próxima, me comprometo a verles. Los pocos minutos que pude visionar me parecieron más que correctos, una banda muy compenetrada, para nada cansados y con bastante buen rollo con el público. La vocalista (de reciente incorporación, si no me equivoco) iba ataviada con un vestido bastante elegante y un peinado bastante chocante (¿rastas?) pero hizo muy bien su trabajo. Con la clásica despedida final pusieron fin al concierto. Muchos de los que se encontraban fuera de la sala echando el ultimo pitillo les estaban poniendo verdes, cosa que no entiendo, porque como digo, me parece una buena banda con grandes temas y mucho que decir si lo tuyo es el metal sinfónico con una buena vocalista. Lo que si entiendo es que se estuviese rajando el mal sonido que a estas alturas ya azotaba la Razzmatazz 2… y que no mejoraría demasiado, ya lo adelanto.
Los 20 minutos de espera para el cambio de banda se me hicieron casi eternos; ya sabía lo que me esperaba y no quería tener más paciencia. Tan pronto como se apagaron todas las luces, entre el griterío del personal, se escuchó tremendamente fuerte y poderosa la inconfundible voz del actor Christopher Lee presentando a la banda: Here they are, and here they will remain: THE MIGHTY IMMORTAL WARRIORS RRRRRHAPSODY!!! Buaaaaaaaaaaaah!!!!! Brutal!!! El momento tan deseado durante años había llegado, estaba ante mis narices, recuerdo que durante la intro apretaba fuerte la mano de mi chica debido a la tensión, hasta que tras sonar entera Dar-Kunor salieron todos los músicos a escena luciendo palmito ante un escenario sobriamente decorado, sin excesos, ni fuegos, ni grandes portales (tampoco daba para mas la sala…). Me sorprendió, por cierto, la distribución de estos en el escenario, sobre todo del enorme Alex Staropoli, tan escondido en un rincón cuando en realidad merecería ser casi el centro de atención en un concierto en el que el pone gran parte de la esencia. Triumph or Agony dio el pistoletazo de salida para lo que vendría a ser un setlist casi casi perfecto para cualquier tipo de fan de la banda, tanto si te gustan más los primeros álbumes, como si tus favoritos son los más recientes (o como si a mi, te encanta todo lo que salga de estos grandes artistas del power metal). Quizá hubiese sido mas motivador para mi si me hubiesen ofrecido empezar con el primer tema de su ultimo disco, pero no estuvo nada mal para comenzar a calentar ambiente, con parte de la gente todavía algo fría. Para dichas personas, supondría un gran bofetón el Knightrider of Doom que, aparte de que para mi es uno de los mejores temas de toda su historia, es un autentico trallazo en directo, y toda una sorpresa para quien no conociese de antemano el setlist (no como yo, lo reconozco, tuve que hacerlo jeje). Su estribillo, tan épico, tan alucinante, esos golpes de bombo para marcar el ritmo tan típicos de la banda… se me erizaban hasta los pelillos de la nuca ¡¡¡me encanta!!! Y fue, ya a estas alturas, de lo mejor de todo el concierto. Hasta un tema que he escuchado hasta la saciedad como Village of Dwarves pareció ganar mucha fuerza en directo, apoyada por los coros del público entre quienes fue una de las canciones que mas triunfo. Grandísimo trabajo del señor Fabio Lione. Si a estas alturas hay alguien que sigue pensando que Rhapsody of Fire siguen haciendo playback sobre el escenario… es que no tienen ni puta idea, ni les han visto nunca en directo, porque hoy por hoy no tengo ninguna duda de que Fabio Lione es uno de los tres mejores vocalistas del mundo dentro del estilo, una garganta privilegiada, una voz potente y afilada y un estilo muy personal, conjugando los agudos mas imposibles con toques operísticos. Unholy Warcry es, sin duda, el mejor tema de su “nueva” época (o mejor habría que decir saga) un tema que por si solo levanto un disco más normalito como fue "Symphony of Enchanted Lands II: The Dark Secret". Obviamente, la gran carga instrumental que lleva fue disparada en directo, no jodamos, no van a llevar una orquesta entera sobre el escenario… pero la simple idea del playback, visto lo visto, es ridícula. Se dirige a nosotros Fabio en un castellano medio decente (pero entendible) para comentarnos que van a tocar la primera canción en su idioma natal. Guardiani del Destino creo un punto de inflexión en el ritmo del concierto, pero sorprendentemente, fue muy cantada, incluso había mucha gente por mi zona que se sabía la letra. Curiosamente, fue uno de los temas en los que el vocalista tuvo más protagonismo pero menos se lució. Para los fans de los primeros discos: Land of Immortal. Todo un placer poder escucharla por fin en vivo y recordar los tiempos a los que he hecho mención al principio. Genial Fabio aguantando el tipo hasta en los tonos más agudos, y es que este tío es alucinante… lo mires por donde lo mires. El resto de la banda también parecía disfrutar con sus temas mas viejos, quizá mas directos y accesibles, todo lo contrario que la siguiente On The Way To Ainor. Pero joder, vaya pedazo de elección. Disco nuevo, tres temas en el setlist, y tuvieron que elegir lo mejor de lo mejor empezando por esta. No parecía tener mucha popularidad, pero lo cierto es que yo disfrute como un perro. Una y otra vez su bestial estribillo te atraviesa, te ametralla y te machaca a golpe de doble bombo (el GRAN Alex Holzwarth a la batería, por supuesto) mientras al mismo tiempo te llena el pecho de orgullo y gloria, te eleva a dos palmos del suelo. Su parte central instrumental… para quedarse con la boca abierta a pesar del pobre sonido. Impresionante, por supuesto, el maestro Turilli, con gran participación en este tema. Vaya un TEMAZO, joder… Y hablando del rey de Roma… por la puerta asoma.
Descanso para el resto de músicos pero no para Alex y su batería (que también ha de “sufrir” lo suyo… ¡¡¡menudos hostiazos!!!) que nos obsequio con un solo muy virtuoso e intenso, con el que también nos dio la oportunidad de participar. De aquí en adelante, todo fue glorioso (más, si cabe) pero no he de olvidarme de remarcar el espantoso sonido que nos acompaño durante todo el concierto, que conste que estoy intentando no mezclar lo que es la actuación, el papel de los músicos y todo lo que esto conlleva con el sonido, porque si lo metiera todo en el mismo saco, el concierto habría bajado bastantes enteros de nota. Realmente había momentos en que solo podías apreciar la batería (lo que mejor sonaba, con diferencia) y su potente doble bombo. La voz si que salió bastante bien parada, pero lo que viene a ser la sección de cuerda… cero patatero, un sonido súper embarullado, mezclado, muy guarro. Apenas se podían diferenciar los instrumentos. Por no hablar del teclado… el pobre Alex Staropoli se llevo la peor parte y se notó especialmente en temas en los que había de tener más protagonismo. Toda una injusticia, porque era uno de los músicos que mas ganas tenía de ver en acción. Yo creo que hasta ellos se perdieron alguna que otra vez debido a esto… Lo peor de todo es que apenas mejoró durante todo el concierto. Tampoco estuve en una situación especialmente privilegiada, pero doy fe de que se veía bien desde mi posición (aunque las fotos que he subido no me den la razón).
La racha gloriosa comenzó, como dijo el propio Fabio, con un tema que da título a su tercer álbum, Dawn Of Victory y que nos gustó mucho, vaya que si nos gusto, aquí las melenas ya iban desbocadas y nadie se guardaba las ganas de practicar el headbanging a saco y castigar un poco el cuello (mis vertebras ya estaban deseosas de que se les diera una buena caña y los italianos lo consiguieron). Pero si realmente en todo el concierto hubo un tema que consiguió que se me pusieran los pelos como escarpias, ese fue Lamento Eroico, la segunda canción en italiano del setlist y para mí, la mejor que han grabado en su idioma sin duda. La sensación épica se podía tocar con los dedos, en el momento en que llegaban los coros del estribillo, Fabio lo daba todo y la sala entera se llenaba de poderosas vibraciones, las paredes retumbaban de tanta fuerza y volumen brutal; hasta parecía que el techo se venia abajo. Un ejemplo de que había veces que, al comenzar un tema no se sabia ni cual era fue este siguiente Holy Thunderforce, mi CANCIÓN de los Rhapsody of Fire por siempre y para siempre, por su carga épica y guerrera pero sobre todo por su brutal letra, me encanta y aun así no la reconocí debido a la maraña que formaba el sonido. Eso si, cuando me di cuenta, casi se me cae la cabeza al suelo jeje. Fue alucinante poder verla (como al resto) en vivo, disfrutar cantando y sentirse transportado por ella. Casi empalmando con esta última, un grandísimo solo de bajo a cargo del grandísimo bajista Patrice Guers… ver para creer las virguerías que hacia con el instrumento, dejo a la mitad de la gente embobada y casi me gustó incluso mas que el solo de batería. Tuvo la duración justa y el virtuosismo adecuado para triunfar.
En muchas ocasiones esto seria señal de: paciencia, ya van los temas del ultimo disco. Pero en esta en concreto solo fue motivo de alegría, pues tanto Sea Of Fate como (sobre todo) Reign of Terror son absolutamente explosivas, mucho más técnicas de lo que nos tienen acostumbrados, pero no por ello sinónimo de aburrimiento ni pesadez, todo lo contrario. En la primera, al loro con la parte solista porque es algo de lo más grande que han hecho nunca, con esos toques orientales mezclados con teclados de una épica increíble, fruto del tándem Turilli / Staropoli en donde se echo muchísimo en falta más volumen en las teclas de este último. Regin of Terror por su parte es, posiblemente, el tema mas especial y distinto que han creado nunca. Tanto la melodía como la voz en el estribillo es 100% death melódico (si si y quien no me crea que la escuche) además es muy adictiva y en directo… no os lo podéis ni imaginar. Si la gente llega a decir de empezar a hacer mosh pits acabamos todos por los suelos. Y entre ellas dos… todo un himno que desemboco en el momento mas impresionante de todo el concierto. Al unísono popular del grito MARCH! MARCH! Sonaba el estribillo de esa pieza maestra llamada The March Of The Swordmaster de su incomprendido "Power of the Dragonflame". Una canción descaradamente batallera, casi himno de guerra en la que todos los asistentes del concierto parecíamos animar a coro a un guerrero en su camino a la lucha. Estribillo mano en el pecho y puño bien alto y una vez mas alcanzando cotas de emoción y orgullo indescriptibles.
Había que contentar al público y la respuesta era obvia, estaba en boca de los cientos de asistentes al concierto: Emerald Sword, así que sin muchos preámbulos comenzaron a trapo con su tema mas conocido por todos, su single por excelencia. De nuevo, me invadía la nostalgia de poder escuchar ese tema que tantas veces he cantado en mi cuarto y por fin disfrutarlo con tanta gente alrededor, gritando el pegadizo estribillo a pleno pulmón. Seguro las personas que me rodeaban terminaron el concierto con una opinión bastante similar a la mía en cuanto a la calidad de los músicos en vivo y de la actuación en general. Muy pocas quejas en cuanto a setlist, rozando la perfección y desde luego, una demostración de calidad incontestable por parte de Luca Turilli y compañía. Tan solo apuntar que, según tengo entendido, tocaron en otros lugares Eternal Glory, que tampoco destaca demasiado entre las “pedazo” de canciones que eligieron, pero que habría estado bien escuchar. En realidad, todo lo que hubiese alargado un poco mas el concierto hubiese sido genial, ya que incluso se me hizo un poco corto (una hora y tres cuartos de concierto tampoco es una maratón que digamos). El único puntazo negro del concierto, como ya he comentado repetidas veces, el sonido y por supuesto (doy por hecho de que es parte de la causa) el cambio de sala a última hora. Por lo demás, puedo decirlo bien alto y repetirlo: un pequeño sueño hecho realidad. En Wacken 2011, volveremos a recorrer los verdes valles donde vuelan los dragones, como dice la canción… ¡¡¡repetiremos!!!
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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