lunes, 20 de agosto de 2012

Oleada de calor y Leyendas (Leyendas del Rock, Beniel, 17 y 18 de Agosto del 2012) VIERNES

Quien no quiera polvo… que no vaya a la era. Leyendas del Rock no es un festival precisamente fácil y placentero, uno que haya acudido a más de una edición ya sabe que es lo que va a encontrar: conciertos desde las 11 del mediodía hasta pasadas las 3 de la madrugada, un camping de lo peorcito, sequía, polvo y sobre todo mucho, muchísimo calor durante todo el día y toda la noche, sin piedad. No, no es precisamente un camino de rosas y hay que tener muchas ganas y mucha devoción por el Metal para volver año tras otro cuando las condiciones en las que se celebra son tan básicas y en muchas ocasiones excesivamente humildes. Sin embargo, y a pesar de todo, Leyendas del Rock es el festival más importante del metal patrio por su cartel, siempre tan lleno de bandas importantes y míticas, que por una parte u otra dejaron su legado en nuestra música.

Este año hubo un buen puñado de incorporaciones legendarias, de esas que solo se pueden ver en este festival, como Rosa Negra, que llevaban como 26 años sin subir a un escenario, Banzai, una de las bandas más legendarias del rock español o los siempre agradecidos Medina Azahara, habituales del Leyendas. Por otra parte, también hubo, como siempre, bandas más noveles pero que demostraron porqué merecen estar entre tantos clásicos.

Hybris. Es una banda más conocida por ser la del ex-vocalista de los desaparecidos Ankhara Pacho Brea. No tuvimos tiempo de verles mucho rato, acabábamos de llegar y tras la dolorosa pérdida de Steel Horse, entramos a mirar un rato las tiendas y ver que tenían que ofrecernos, arropados por poco público pero con un sonido bastante decente. Por lo visto, se produjo un accidente de fuego debido a algún problema técnico, pero cuando entramos la banda estaba tocando con toda normalidad la versión que hizo Ankhara del Hold The Line de la banda de AOR Toto, que ellos titulan Mantente Firme y que les quedó genial, todo hay que decirlo. Desconozco si tocaron más temas o no de la banda madre de Pacho, pero este debería aplicarse un poco más de dosis de humildad y educación; no se porque cojones tuvo que menospreciar a Stratovarius al final del concierto cuando son una banda que les da mil patadas en todos los sentidos.

Vhäldemar fue una de las bandas más jóvenes del festival. Los que ya les seguimos pase lo que pase y les hemos visto varias veces en directo, ya sabíamos lo que íbamos a ver aquella tarde. O más concretamente, sabíamos que el concierto iba a ser un verdadero huracán, como siempre, y que no iban a decepcionar a nadie. En cambio, los que les vieron por primera vez, comprenderán ahora porqué digo todo esto. Desde el primer segundo que salen a escena, Vhäldemar son pura fuerza, una energía desbordante que lo arrasa todo. Ya puedes hacerte una idea de cómo va a ser el rollo cuando Carlos aparece sobre el escenario, tirando el palo del micro contra el suelo con violencia y pateándose una y mil veces todo el escenario sin parar. Cada vez que abre la boca es para animar a todos con ese grito de ¡A MUERTE! tan característico suyo. River of Blood dio el pistoletazo de salida al setlist, con gran fuerza por parte de toda la banda, pero donde se apreció que el sonido no iba a ser el apropiado ni mucho menos para una banda como esta, sonando bastante flojo y Light durante casi todos los temas. Sin tomar un segundo de respiro, Dusty Road resonó más fuerte todavía ayudada por las gargantas del público. No solo estos dos fueron los temas que cayeron de ese discazo llamado "Metal Of The World", de momento, lo mejor que han hecho y que marca un rumbo muy prometedor para la banda y para sus fans. Pedro Monje, ese súper guitarrista, no parecía especialmente contento aquella tarde, posiblemente en parte por la falta de potencia en el sonido o por varios problemas que tuvo con su guitarra (cambiando de modelo a mitad del concierto). Eso sí, tocó como Dios. Todo el mundo que les haya escuchado sabe reconocer la calidad de uno de los mejores y más virtuosos guitarristas de una banda nacional de metal. La única canción a la que le faltó un puntito de velocidad, en mi opinión, fue a Metal Of The World, aunque velocidad y energía es precisamente lo que esta banda desprende a raudales, sobre todo hacia el final, con Bastards o esa magnífica My Nightmare, uno de esos temas de los que más matices captas cuanto más veces lo escuchas. Repartieron CDs entre el público a patadas (literalmente, jeje) y presentaron a su nuevo batería, que la verdad, me convenció bastante, aunque en momentos puntuales no estaba totalmente sincronizado con la banda, que en general estuvo tan enérgica como siempre, pura actitud que acaba de redondear Oscar, que aunque nunca se dirige al público, siempre es pura adrenalina, esgrimiendo su instrumento, tocando con velocidad y fiereza, y dando imagen de lo que realmente son Vhäldemar: puro y duro Heavy Metal. No hubo King’s Old Visions para despedirse, una pena, aunque Energy, que normalmente suele indicar el fin de sus conciertos, hizo el papel sobradamente bien.

Rosa Negra. Después de una banda bastante joven aunque con calidad de sobra para entrar en el cartel (espero que repitan), el próximo concierto para mí fue el de los Rosa Negra, un concierto precedido por una enorme curiosidad por ver como había tratado el tiempo a una banda que hacía una barbaridad de años que no tocaban en un escenario (26, nada menos). Por suerte ya era de noche cuando empezaron y aunque se hizo muy llevadero, estos rockeros de toda la vida me hicieron sudar más de lo que pensaba. Placer a raudales al ver que el sonido que les acompañó fue muy bueno y les hizo sonar más heavys y potentes incluso que en el disco, fuesen los riffs de guitarra o los golpes de batería, todo salió de los instrumentos con una caña sorprendente. Realmente este tipo de reuniones tienen un valor relativamente limitado. Tan solo dos miembros originales tomaban parte en esta reunión, añadiendo a un nuevo bajista y segundo guitarrista que no era otro que Miguel Ángel “Cachorro”, un personaje casi omnipresente en cualquier Leyendas formando parte de grupos míticos como Panzer, Coz o estos Rosa Negra, a quienes dio un soplo de aire fresco y enérgica juventud con sus solos y su imagen sobre el escenario. La velocidad y caña fueron factores predominantes en las canciones que sonaron en aquel bolo, que tuvo mucho sabor ochentero: pintas muy de la época, sonido muy heavy y humo en cantidades enormes hicieron aquella hora más disfrutable si cabe. Eso sí, también hubo aspectos inesperados, como la voz, decepcionante en parte, y es que muy poco tiene que ver el magnífico Tony León que grabó los discos de la banda con el de ahora, que (obviamente) siendo la misma persona, ha perdido casi toda su voz, su ímpetu y su energía, aunque a nivel interpretativo no estuvo mal, se movió bastante y no forzó gritos ni nada parecido. Tocaron lo más representativo de sus dos trabajos, pero también dejaron hueco para presentar dos temas inéditos que no llegaron a grabar, bastante buenos, por cierto.

Medina Azahara. Muchas ganas, visto lo visto, había de ver a unos de los maestros del rock nacional, un recinto completamente abarrotado de gente dispuestos a disfrutar y revivir grandes clásicos que son infalibles en sus directos. El comienzo fue pura nostalgia, con Paseando por la Mezquita, una de tantas canciones que recuerdo desde mi infancia, que triunfó en todo el mundo, pero sobre todo en los más mayores del público. Normalmente la suelen dejar para la recta final, pero hoy les dio por comenzar con ella, seguida de la también mítica y más alegre Palabras de Libertad. Tenían una hora y media para explayarse con su listado de temas, y pronto sacaron a relucir su vena andaluza con Favorita del Sultán. Había tanta gente viéndoles que llegaba a ser un problema moverse, lo que demuestra que su tiempo no ha pasado ni pasará nunca para los que aun recuerdan todos los temas que van sonando uno tras otro y que siempre traen buenos y viejos recuerdos. Les he visto tantas veces ya que el repertorio guarda muy pocas sorpresas para mí, pero aun así sigue siendo un placer ver a Manuel Martínez gritando a tope para animar al público, manteniendo su carisma y también su voz (aunque sin apurar demasiado en las partes más complicadas) al igual que ver los solos de Paco Ventura, cuyo nombre es sinónimo de elegancia y calidad a la guitarra. Por mucho que les traigan al festival, seguirá siendo un placer. Tras un rato viéndoles, fuimos a cenar. Este sería el último concierto del viernes, el primer día (gratuito) del Leyendas. El concierto de La Leñera, tendría que esperar a otra edición para ser visto.

P.D. Las fotos de Vhäldemar son cortesía de Santi, que yo me dejé olvidada la cámara en la tienda. ¡Muchas gracias tío!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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