sábado, 4 de julio de 2009

Metalway 2009 (MetalWind, Zaragoza, Sábado 20 de Junio del 2009)

Recién levantados y con la batería cargada a tope de nuevo, lo primero es lo primero. Tirar de supermercado y un buen botellón de vodka para amenizar la tarde, pues la primera mitad del cartel se me antojaba ligeramente floja., a Sabatan no les conozco, Axxis me gustan, pero tocaban a una hora muy cruel (aun así vi un trozo de concierto, marcado por el pésimo sonido). Samael no son muy de lo mío, no me hubiese importado verles, pero visto lo visto, preferí pasar esa hora descansando y preparándome para lo que venia. Y Sodom, aparte de que ya les he visto unas cuáááántas veces en directo, me parecen algo sosos. Después, Duff y su banda… pues no me hacia mucha ilusión la verdad, lo único que me habría gustado serian las versiones de los Guns’n’Roses (si es que hubo alguna), pero ese estilo entre el hard rock y el punkarra no me llama en absoluto.

Pero el tema de los Riot era otra historia, estos si que tenia ganas de disfrutarlos en serio, pues me temía que iba a ser un autentico conciertazo. Desafortunadamente no pude llegar a tiempo, entré cuando ya habían sonado  un par de temas, pero a mi parecer, vi la parte más interesante y cañera del concierto, por lo que salí muy contento. Encima, nada mas posicionarme, y al contrario de lo que me habían dicho, se tocaron de forma espléndida el Flight Of The Warrior, mi tema favorito que disfrute como un perro.

Su setlist estuvo basado en los dos álbumes donde canta Tony Moore (el mítico “Thundersteel” y “The Privilege of Power”) aunque no cayeron temas exclusivamente de estos dos, si no que hacia la parte final, y para gran sorpresa, se tocaron dos temazos como son Outlaw y Swords and Tequila (ambas del “Fire Down Under”). Pero evidentemente, los momentos álgidos coincidieron con sus canciones mas emblemáticas del “Thundersteel”, como la propia Thundersteel (ellos sabían de sobra lo que la gente quería escuchar), toda una avalancha de doble bombo, velocidad y heavy / speed metal del mejor. O también con Johnny’s Back o Fight Or Fall, de las mas aclamadas esa tarde. Eran unas horas con un sol bastante cabroncete, pero se podía soportar, además, estando entre el publico se notaba menos el tedioso viento. El resto de temas, como la instrumental Narita, Dance Of Death, y sobre todo Storming the Gates Of Hell, cojonudas, eso si, con un sonido malísimo, arrastrado constantemente para aquí y para allá por el viento. Muchos, entre los que me incluyo, teníamos la duda de si Tony Moore mantendría su voz en buena forma, pues los temas de esa época son muy exigentes, sobre todo a nivel de agudos. Pues bien, creo que la mayoría nos quedamos gratamente sorprendido, tanto en las partes mas melódicas como en los bestiales agudos, si bien es cierto que las partes mas extremas las modificaba ligeramente, dio una autentica lección sobre como mantener ese vozarrón y afinación casi intactas después de tantos años después de casi 20 años después de la ultima vez que le escuchamos cantar en estudio. Ya pude verles hace unos años con Mike DiMeo a la voz, y sinceramente, ni punto de comparación. Ojala esta sea una reunión duradera y pueda verles hasta hartarme!!. Sin duda, uno de los mejores conciertos del día, donde la banda se mostro muy activa pero la gran estrella sin duda fue Tony.

De los Europe, sinceramente, no esperaba mucho. Mucho menos que de Riot, por ejemplo, sobre todo, viendo por internet el setlist que estaban tocando hacia poco. El viento seguía soplando más y más fuerte, y era de esperar que volviese a joder el sonido del concierto. La cosa no pintaba muy bien cuando el primer tema en sonar fue Last Look At Eden un tema bastante extraño, que no acabo de asimilar y sobre todo, que no considero para nada apropiado para abrir un concierto. Pero poco a poco, tras una bastante bien interpretada Superstitious, comenzó a mejorar la calidad del concierto, y salvo Always The Pretenders (que me gusta mucho, todo hay que decirlo) y Start From The Dark, todo o casi todo lo que sonó aquella tarde fue un clásico tras otro, extraídos de casi todos sus álbumes, desde los primeros, como la bestial Scream Of Anger, hasta Seven Sign, y por supuesto, los temas que todo aquel que presencia un concierto de Europe esta deseando ver, como Cherokee, The Sign Of The Times (que temazo, mi favorito de la banda) o, por supuesto, y esta vez con el teclado operativo (no como en aquel Lorca Rock jeje) la “culpable” de que llegaran tan lejos, The Final Countdown, uno de los momentos mágicos de aquel fin de semana para todos los que estábamos allí saltando sin parar y dejándonos la voz. Hablando de voz, noté a Joey Tempest algo flojillo (de voz, no de movimiento, claro que el viento hacia mucho), al igual que a John Norum en su respectivo instrumento, muy estático, como si se dejara llevar solo por el aire. No maravillaron, pero tampoco estuvieron mal. Quizá con un poco mas de tiempo de actuación y mas clásicos, la cosa hubiese ganado algunos enteros, pues eché mucho de menos, por ejemplo, un Seven Doors Hotel o un I'll Cry for You, junto a la inexplicable ausencia de Carrie.

Sin descanso, nos posicionamos bastante cerca del escenario para ver a una banda que, a pesar de que ya les he visto unas cuantas veces, nunca dejan de gustarme, y mucho menos en directo. Aunque sin escenografía y sin parafernalia, y con un sonido mas bien engorrinado, los americanos WASP hicieron la mejor de las actuaciones vistas hasta el momento. Con esta banda en directo ya se sabe, clásico tras clásico de su discografía, dando un mínimo protagonismo a su último trabajo “Dominator” con algún tema y poco más. No hicieron setlist basado en su obra maestra, el “Crimson Idol” pero sonaron Chainsaw Charlie, The Idol, que fue muy emotiva y Arena of Pleasure, que me encanto como sonó en vivo, con una fuerza descomunal, gracias entre otras cosas a la tremenda voz de Blackie, quien por cierto se encargo de la guitarra rítmica y al dinamismo de ese pedazo de guitarra solista con su instrumento con una sierra giratoria incorporada, lo que contribuyó, y mucho, al espectáculo. Un listado de temas muy equilibrado, con ratos tremendamente cañeros cuando casi empalmaron L.O.V.E. Machine y Wild Child y otros mas pausados como cuando tocaron la preciosa balada Sleeping In The Fire donde una vez mas Blackie se lució a gusto. El comienzo con On Your Knees ya predecía un concierto muy cañero en general de principio al fin que supuso la interpretación de Blind In Texas, con esos toques super-star de Blackie que tanto le gustan, que puso patas arriba a la peña, pasando, como no, por su clásico entre clásicos, I Wanna Be Somebody que es un exitazo seguro, y un momento único para saltar a tope y cantar mas alto que nunca. Fue uno de esos conciertos que te deja con ganas de más, aunque el cansancio ya iba dejándose notar ligeramente. El único punto negativo fue la ausencia de Fuck Like a Beast, que ignoro porque no tocaron ya que suele ser una constante en sus directos. Espero volver a verles en un concierto mas largo, donde tenga cabida este temazo o esa grandiosa balada llamada Hold On To My Heart. Y espero que sigan llevando esa guitarra tan brutal!!

Momento obligado de parón con Blind Guardian para comer algo y descansar los pies. Mas tarde, a poco menos de mitad de concierto, nos quedamos a verles desde un lugar cómodo, a ver que nos traían de nuevo Hansi y sus huestes. Me dio bastante rabia enterarme de que nos habíamos perdido, como segundo tema de su actuación, el Another Holy War de su gran “Immagination from the Other Side”, tema que no suelen tocar desde hace tiempo. Por lo demás, pocas novedades en su setlist, si bien tocaron alguna otra que se sale de lo habitual, como Quest For Tanelorn, en general no hubo ninguna sorpresa, salvo el corte de pelo radical de Hansi jeje, al menos en lo que pudimos ver. De su penúltimo álbum Punishment Divine que sonó bastante bien dentro de lo que permitía el asqueroso viento y dos mas (si no recuerdo mal fue Fly y This Will never End, que no llegue a ver) de su ultimo CD. Demostraron ser excelentes músicos en directo, sobre todo la parte instrumental, ya que el vocalista no estuvo en su mejor noche. Me faltó algo de tema acústico, por pedir, un Mordred’s Song o un Lord Of The Rings, mas bien tiraron hacia la parte cañera, sobre todo con Valhalla, una de mis preferidas, que fue la que mas animo al gentío (algunos cantando incluso la parte de Kai Hansen jeje). Creo que presentaron una nueva canción, y después, la cosa siguió mejorando bastante con la recta final del concierto, con la rapidísima The script for my réquiem que animo a los que ya estábamos hartos de bostezar, y como no, Mirror Mirror, para mi el mejor tema de su "Nightfall in Middle Earth", cuya parte mas melódica fue estrepitosamente coreada por todo el mundo, pero que al final dejaron la sensación de un concierto técnicamente correcto, pero algo falto de ritmo y buenas vibraciones, a pesar de los muchos intentos del Sr. Hansi.

Media horita de tranquilidad para lo que se avecinada, posiblemente la banda mas bestia y “ruidosa” de aquel Sábado, los finlandeses Children Of Bodom, posiblemente en la cima de popularidad como banda, a pesar de practicar un death metal muy cañero, eso si, pero también muy melódico y accesible. Su concierto de aquella noche se puede definir en pocas palabras como una autentica paliza de ritmos destroza-cuellos, riffs afilados y doble bombo a toda caña, sin dejar ni un minuto de descanso (y con un pequeño guiño al Final Countdown de los Europe). Y es que se puede entender como toda una declaración de guerra el hecho de empezar con la brutal Needled 24/7, que desato la temprana locura del publico hasta limites insospechados, siendo la mayoría de ellos gente joven entre los 18 y los 23 años, y es que es lo que tiene esta banda, su accesibilidad musical provoca que sus conciertos se abarroten, sobre todo en las primeras filas, de chavales ansiosos por escuchar los 10.000 “fucking fucks” de Alexi Laiho, líder de la banda. Sin embargo, esto no deja de ser un dato curioso cuando uno se encuentra sumido en la batalla que supone su actuación, y esta fue una de las mejores que les he visto. Y mira que son grandes músicos. Su teclista literalmente, se sale, a pesar de que en Metalway le falto bastante potencia a su instrumento para poder apreciarlo como dios manda. ¿Que decir del batería? (Uno de los dos miembros originales que quedan en la banda) que es un autentico animal aporreando y haciendo contratiempos y ritmos realmente enrevesados. Todo un espectáculo. A pesar de que hubo algunos trozos del concierto que se me hicieron un tanto planos y cansinos, lo mejor fue que dio bastante cancha a un super-discazo como el “Hate Crew Deathroll”, del que sonaron la propia Needled 24/7 para comenzar como ya he dicho antes, Hate Crew Deathroll y Angels Don't Kill, cuya inclusión en el setlist es bastante novedosa para mi. También de su última obra hubo apariciones, como Hellhounds On My Trail (casi hacia el final) y Bloodrunk en las cuales el propio Alexi, todo un puto maquina, se desgañito haciendo solos imposibles con un virtuosismo y una rapidez endiabladas junto con el teclista. Hate Me! De su genial “Follow The Reaper”, sonó como un cañón (puro death metal melódico) pero… ¿Dónde estuvo Mask Of Sanity o Sixpounder (cuyo solo es siempre un placer escuchar en vivo)? Las eche mucho de menos, la verdad, normalmente las suelen tocar… Aparte, tampoco nos deleitaron con el coche encima del escenario que mostraron en Wacken, aunque la falta de escenografía supongo que se debió, como en la mayoría de conciertos, al hostil clima. Quienes nunca les hubiesen visto en vivo, desde luego, fliparían con el concierto, porque técnicamente son la ostia, y para quienes llevamos unas cuantas veces ya, al menos a mi, me gustó el cambio que le han dado al setlist, pero me parece mal que hayan obviado ciertos temas que a estas alturas ya son clásicos de la banda. También es cierto que una hora tampoco da para mucho más, así que en general, salí con muy buen sabor de boca, aunque en ciertos momentos, como ya he dicho, se me hicieron algo cansinos.

Obviamente, cada día del evento estaba encabezado por una banda grande, que supondría en la mayoría de los casos, la afluencia máxima de público en cada una de las cuatro jornadas de festival. Eran como las 2 de la mañana, los horarios llevaban aproximadamente media hora de retraso, y estaba claro que todos estábamos esperando ya el plato fuerte del día. Una ocasión única, histórica (y bien pagada, supongo) como era la posibilidad de ver juntos de nuevo, tras 20 años de desesperadas peticiones y vanos intentos por conseguirlo, a los cuatro hombres que comenzaron toda la movida del heavy metal como tal se le conoce en nuestro país allá en los primerísimos 80. Me estoy refiriendo, por si alguien anda despistado a los enormes BARÓN ROJO. Armando y Carlos De Castro, José Luis Campuzano (Sherpa), y Hermes Calabria. Seguro que entre el público había más de uno que en sus años mozos tuvo el placer de ver a los primeros barones en su formación original. Pero para la gran mayoría del resto, esto era un sueño impensable que, aunque seguramente hecho realidad a base de talonario, era un detalle que yo me paso por el forro, lo único importante aquí era ver a estos cuatro figuras juntos y revueltos encima del mismo escenario. La asistencia llegó aquí a su punto más alto, y aun así no seriamos más de 7.000 personas, lo que confirma el bajo nivel de público que tuvo este primer fin de semana. Todo ya preparado y mil preguntas en el aire que se responderían solas conforme fuese avanzando el espectáculo.

Que mejor tema para empezar con el sueño hecho realidad que Concierto Para Ellos, recordando a los grandes de la historia del Rock, cuyo comienzo, a parte de alguna que otra lagrimita entre el publico, desato mucha emoción y muchas ansias contenidas hasta ese momento. El setlist iba a ser impecable, centrado en sus cinco mejores discos, sin duda los mejores de su carrera, dejando fuera incluso el “Obstinato” y el “No Va Más”. Y comenzaban pronto las sorpresas, con Tierra de Vándalos de su “Metalmorphosis” genial disco que esa noche tuvo mucho protagonismo. A Sherpa se le veía pletórico, emocionadísimo y con muchas ganas, con una voz a tope, emborronada por el jodido viento, pero aun así potente y clara. Carlos, sin conservarla al mismo nivel, creo que hizo una interpretación genial, mucho mejor que otras veces, y a pesar de que fue el que menos se movió, el que mas fue a la suya, también se le veía muy contento. Todo marchaba perfectamente, tanto para Sherpa, con Campo de Concentración (cantada a tres voces), como para Carlos con Las Flores del Mal, ambas excelentemente recibidas como clásicos que son, comenzaban los primeros (aunque tímidos) acercamientos entre los miembros del grupo, mientras la pantalla de fondo del escenario iba emitiendo imágenes, normalmente relacionadas con el tema que sonaba. La rockera El Malo paso un poco desapercibida, pero de nuevo, otro bombazo como es Hermano del Rock'n'Roll que nos volvió a poner a todos en onda. Mientras, el miembro más desapercibido, Hermes, seguía haciendo un gran papel tras la batería, algo más discreto que el resto, aunque es una pieza imprescindible en esta reunión. Buenos Aires fue el primer tema instrumental en caer, aprovechado por Armando para su lucimiento personal, y es que hay que ver como toca, que maquinón, uno de los mejores guitarristas que paso por todo el festival. Yo personalmente, alucine en general con su actuación. Herencia Letal, también de su Metalmorfosis, (aunque ahora que lo pienso, no se si tocaron esa o la versión que hay en el Obstinato) sonó bastante acertada aunque los vocalistas “petaron” un poco en el sentido de que es un tema que requiere mucha afinación y no supieron captar muy bien el tono general, en mi opinión, de las mas flojas del concierto. Gran momentazo con el enlace de dos temas como Satánico plan y Son como hormigas, de su “Volumen Brutal” (que tocaron casi íntegro). Si bien es cierto que algunas parrafadillas y chorraditas de las que tanto le gusta soltar al Sherpa sobraron relativamente, se fue viendo poco a poco mas compenetración entre los cuatro barones, lo cual influyo en el animo del publico, que a estas alturas ya estábamos muy metidos en el rollo, ¡¡ya empezábamos a creernos lo que teníamos ante nuestros ojos!! Tras ellas, Rockero Indomable, otra sorpresa, pero no tanto como Tierra de Nadie, esta si que no se la esperaba nadie!! La primera vez que la veo interpretada en directo, todo un gustazo para los sentidos. Tras la más flojilla Caso Perdido, otro tema bastante desconocido como la fantástica Se escapa el tiempo y de vuelta a otro tema instrumental, muy grande, tanto como El Barón Vuela Sobre Inglaterra (en este caso, fue sobre Zaragoza, por fin!!) Y uno de los momentos mas esperados por mí, ver Breakthoven en directo con estos cuatro ases del heavy, aunque la gente parecía muy parada, casi demasiado. De todas formas, siempre había quien se sabía todas las letras de principio a final. En este momento, hacia falta algo muy grande, y los cuatro barones nos regalaron Larga vida al rock'n'roll, toda una declaración de principios, y aunque la letra suena algo “carcamal” hoy en día, su esencia sigue intacta. Hablando de “carcamalerias”, las que se soltaba Carlos como “La gente del Rock sois los mejores, tíos” que resultaron muy graciosas. Lo que si que podría recortar son los grititos que suele dar en ciertos temas, no me gustan nada, y a mi entender quedan bastante mal con su voz actual. Pero si se piensa bien, siempre han sido parte de sus actuaciones, así que no creo que nunca nos libremos de ellos jeje. Tras un pequeño pero espectacular solo del maestro Armando, otra de su Larga Vida al Rock’n’Roll, la mejor de todas: Con Las Botas Sucias quizá junto a la propia Barón Rojo, que sonaría mas tarde para deleite de nuestros oídos y con la que Sherpa se dio el placer de lucirse vocalmente en la medida de lo posible, eso si, dejando ciertas partes para el público. Pero no quiero saltarme nada, porque antes sonó un tema absolutamente brillante, mágico, como Siempre estas allí donde nuevamente Sherpa volvió a demostrar lo que vale, acompañado por las miles de voces del público al unísono, y seguidamente, sin dar pie al aburrimiento, mi CANCION favorita de Barón Rojo de todos los tiempos, esa genial Cuerdas De Acero. No creo que por mucho que lo intenten hoy en día puedan componer algo remotamente parecido a esta maravilla. Encarábamos ya la recta final del concierto, poco menos de dos horas de actuación que habían pasado de forma fugaz. Tal vez su canción más típica Los Rockeros van al Infierno, mas de lo mismo, letra bastante desfasadita para los tiempos que corren, pero todo un placer escucharla y ver delante de ti a los cuatro hombres que la hicieron grande. Tras Barón Rojo, como ya he comentado antes, sonó Efluvios, ultimo tema instrumental (y también ultimo de la noche de su primer disco) para dar paso a Resistiré, un verdadero trallazo de heavy metal con la que suelen terminar sus conciertos normalmente. Pero esta no era una ocasión normal, así que, tras el aviso repentino de que debían abandonar ya el escenario, le comente a mi colega Asensio: faltan Incomunicación e Hijos de Caín. Pues me salió clavado el comentario, pues fueron las dos con las que decidieron cerrar la actuación. La primera estuvo tremenda, con Hermes poniendo toda la carne en el asador, mientras que a Carlos se le notaba la voz bastante cansada ya. Y la última… que decir de ella… que como final, de verdad, no tuvo precio, mas emotivo imposible, fue de lo más especial de esas dos horas y media, 27 temas, uno detrás del otro sin descanso. Un final absolutamente perfecto, que, tras responder a todas las cuestiones a las que me refería al principio de esta crónica, solo quedaba una: volveremos a disfrutar otra vez de esta increíble reunión, o quedara este concierto en Metalway como un acontecimiento único e irrepetible? El tiempo nos lo dirá, pero yo deseo y espero que no sea la última vez que veamos a los auténticos BARONES. ¡¡¡¡Larga vida al Barón!!!!


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