Tal como nos acostamos la noche del viernes, así nos levantamos el sábado, con las mismas dudas y temores sobre la cuestión de si el Leyendas iba a continuar o iban a cancelar el resto. La rabia dentro de mí aumentaba mas todavía pensando en que me iba a perder la única oportunidad que tenia para ver a los Easy Rider, entre otras bandas por las que había acudido. Por el camping circulaban todo tipo de rumores, que si cambio de horarios, que si equipos rotos, que si suspensión total… Pronto se disolvieron nuestras dudas cuando un grupo de personas voluntarias nos repartieron los nuevos horarios para dicho día, en el que se hacia una recolocación de las bandas y se añadían unas cuantas del día anterior que no pudimos disfrutar. Mi alegría fue mayúscula, y el día empezó ya fuerte con los segovianos Lujuria.
Tenían que haber comenzado la jornada los hardrockeros Handful of Rain, pero finalmente se cayeron del cartel. A pesar de todas las calamidades, Lujuria salieron a comerse el Leyendas, después de haber estado toda la noche currando para salvar el festival, después de haber tenido que acceder a tocar nada menos que a las 12:00 del mediodía… Esto no fue ni mucho menos óbice para que la banda saliese desanimada o floja de fuerzas. Todo lo contrario. Oscar, que había estado presentando a la mayoría de bandas míticas que sonaron en el festival, estuvo brillante, sobre todo como frontman, ya que como cantante es algo limitado. Pero ¿ilusión? ¿Ganas? Todas las del mundo y más. Apoyado al 100% por su banda, no paro de dejarse la garganta animando, apoyando la causa del festival y del heavy metal y sus primeras armas fueron sorprendentes versiones del Esta es una Noche de Rock’n’Roll de los Barricada y El Heavy no es Violencia de Pedro Bruque, a quien, por cierto, se recordó y homenajeo a lo largo y ancho de todo el festival y durante muchos de los conciertos. Joda a Quien Joda y Cae la Mascara fueron de mis favoritas, sobre todo esta primera, que esta sobrada de fuerza en música y letra, pero la que no me esperaba en absoluto, y de la que Oscar nos conto una triste anécdota, fue Dejad que los Niños se Acerquen a mí, del disco “El Poder del Deseo” uno de mis favoritos, cañera y melódica al mismo tiempo. No falto en la recta final su clasicazo Corazón de Heavy Metal sin dejar de recordar que hay que apoyar el festival a muerte. A lo largo del concierto hubieron bastantes colaboraciones muy graciosas de niños y niñas a los que la banda quiso dar protagonismo y se lo pasaron la mar de bien.
Fue una autentica pena no quedarnos a ver a Uzzhuaïa, porque el inicio prometía, y mucho, lleno de jovialidad y vara de la buena, pero la hora que era y el terrible calor que caía no invitaban nada a la causa… Son cosas de la reestructuración del cartel, que trajo consigo este tipo de putaditas,conciertos antes de hora, actuaciones mas cortas… pero claro, era algo necesario si queríamos seguir con el festival, así que a pesar de todo, muchos
aplaudieron la iniciativa.
Para mi, lo próximo en venir realmente fuerte era una de esas bandas que en mi lista personal tengo como banda revelación de hace solo un par de años, Atlas. Sin embargo, no son nada nuevos sus componentes en absoluto. Casi no necesitan presentación los hermanos Ángel y Manolo Arias… unos auténticos monstruos del rock cuya trayectoria es demasiado larga para describirla en tantas pocas líneas, pero que tienen un peso fundamental en el rock de este país, insisto. El batería José Martos… uf, pues otro que tal. Su última incursión grande fue con los Barón Rojo, pero también tiene una carrera increíble. El que completa el cuarteto, y de que forma, es el impresionante vocalista Ignacio Prieto, cuyas anteriores bandas no han sido tan sonadas, pero creo que esto es solo el comienzo para el, ya que es un vocalista muy versátil e increíblemente talentoso. Su actuación, a pesar de ser a unas horas totalmente desfasadas para su calidad (no acabo de entender porque los sitúan a estas horas con este calor…) destacó y mucho, pero se me hizo muy corta. Basaron su repertorio en su primer disco homónimo del 2008, pero intercalando entre sus temas alguno de su segundo disco que confieso no haber escuchado, pero que suena tremendamente bien, en la línea del primero. Corriendo hacia el escenario vi como empezaban directamente con Somos la Revolución ¡¡toma ya!! Pedazo de tema que probablemente sea mi favorito y dio paso a algún otro como Imperio de la Ley o No Necesito a Nadie, fueron las que mas me gustaron de su primer Cd, interpretadas además con un tono muy reivindicativo y casi salvaje por parte de la banda, pero claro, especialmente por el vocalista Ignacio. Increíble Manolo durante toda la actuación, con ese clasicismo y ese saber actuar que tira de espaldas, vaya tela con esas posturas, esa vaciloneria y esa chulesca sonrisa durante todo el concierto. A parte, su trabajo a la guitarra, como siempre, impecable, separado pero apoyado continuamente por Ángel Arias al bajo, y también ambos con miradas cómplices hacia José Martos. Me pareció ver a una banda totalmente unida y feliz como una familia. No tardaron en tocar Unidos y Generación con Miedo a Vivir pero también temas de su ultimo disco “Contra Viento y Marea”, la propia Contra Viento y Marea y Oveja Negra, que fue la que mas me gusto. Un tema cañero como 2040 me pareció ideal para terminar, sin embargo me habría encantado ver en directo Adicto o alguna baladita rollo Quien no ha Sido un Perdedor.
Del hard rock más clásico al heavy metal mas clásico y potente. Era la primera vez que veía a Centinela después de mucho tiempo, unos cuantos años en verdad, y que puedo decir, fue todo un placer. Vi algo grande, muchas mejoras, sobre todo me encanto la labor de su par de hachas de 6 cuerdas, esos pedazo de guitarristas que le dan un aire muy heavy a la banda con su imagen y sus virtuosos solos, la verdad es que solo verles a ellos ya era un disfrute total. Pero sin embargo a quien he visto en mucho mejor estado es a Cano, su vocalista. Siempre me pareció un vocalista genial, pero le faltaba un “algo” de personalidad en la voz. Pues bien, en esta actuación me ha dado la impresión de que ha adquirido ese “algo” y lo puedo considerar ya un grandísimo vocalista, con una voz desgarrada y muy potente que llego a cada rincón del Leyendas del Rock, y mucho mas afinado en general. Aparte de la magnifica versión del Maldito Sea Tu Nombre de Ángeles del Infierno que por cierto, le queda como anillo al dedo a sus posibilidades vocales, tocaron temas sobre todo (y para mi disfrute) de su disco “Pánico” creo que uno de los mas agresivos y duros de toda su discografía, me encantaron por ejemplo El Desterrado que se me metió en los oídos para intentar destrozarlos o un temazo con mayúsculas como es La Herida. Muy destacable también otros temas de sus últimos discos, como La sentencia o ya casi para el final una pieza que pareció gustar mucho a la gente Como un Huracán.
Después de dos días de tralla sin parar, quiera o no, el cansancio se hace patente. Esto no significa que decaiga el ritmo, pero hay que ser un poquito mas selectivo con las bandas a estas alturas, y por dicho motivo, y además, porque tampoco me llenan demasiado, me perdí a los ibenses Badana (de pueblo casi vecino al mío), aunque recuerdo que les vi una vez allí mismo, hace un buen puñado de años, y me gustaron bastante.
Saurom, tres cuartos de lo mismo. Nunca me han gustado demasiado como banda, tan solo su disco basado en la trilogía del Señor de los Anillos llamado “Sombras del Este”, por sus magnificas orquestaciones y temática llego a gustarme realmente. Nunca me ha convencido ni su estilo musical, ni su vocalista (ninguno de ellos) ni su directo, y lo digo por experiencia, por que ya les vi hace unos años en Lorca y en algún otro sitio. La cuestión es que presenciamos la segunda mitad del concierto y la mayoría de gente que había allí no parecía pensar del mismo modo que yo, ya que, a parte de la más que aceptable asistencia que tuvieron, hicieron saltar y cantar de lo lindo a toda la gente que había delante de ellos. Tampoco puedo hacer una crónica extensa ya que desconozco los nombres de sus temas y gran parte de su discografía. Quizá la próxima vez, por curiosidad, vaya mas preparado a su concierto.
Recuerdo que hace un par de años tuve la oportunidad de verles coincidiendo con su regreso a los escenarios. Ellos son Leize, y son uno de los muchos grupos de rock urbano de mi adolescencia con 12-13 años. Y esta vez fui con las mismas ganas a verles e hicieron un concierto casi igual de bueno que en aquella ocasión, pero fallo un poco el setlist. Recuerdo que hace dos años sacaron a escena mas temas clásicos, pero bueno, también es normal que quieran ir variando e incluso metiendo algún tema de su último disco como la cañera No Me Dejaré. De nuevo recordando a Pedro Bruque en algún tema, la gente fue calentándose poco a poco sin llegar al éxtasis, y eso que la banda estuvo genial sobre el escenario. Aunque alguno de ellos estuvo más parado, su vocalista y guitarrista estuvo tocando y lo que es más importante disfrutando de su regreso a las tablas al pie del cañón, con su simpatía por bandera, sin parar de soltar comentarios y sonriendo al público como cuando uno se encuentra con alguien que hace decenas de años que no ve. Otra que me encanta de su disco nuevo es Héroe, de esas que se te quedan en la cabeza deambulando y que la peña parecía conocer bastante. No decayeron en ningún momento con su estilo heavy rock reivindicativo, callejero y “tiradillo”, esa actitud inconfundible suya y lo confirmaban una y otra vez más
con temas de la talla de Buscando, Mirando, la entrañable y coreada Futuro para mí y por supuesto, mi tema favorito, que tira mucho hacia el heavy, la enorme Muros que puso un colofón magnifico al final del concierto. Se despidieron por todo lo grande, tan queridos como son por su público. Grandes Leize, yo nunca les olvido.
Tras pasar la actuación de los añejos Topo tomando unas cervezas y viendo locura tras otra de la mano de mis colegas alicantinos Llorente, Parrian, Andrés… etc. (¡¡¡esa lucha grecorromana!!! Jajaja) se aproximaba sin duda el momento más esperado por mi de todo el festival, aquello por lo que había aguantado hasta el final a pesar de las altas probabilidades de cancelación total del festival. Es una banda con una larga carrera. Pero también es una de las injusticias musicales mas grandes que se han producido en este país (y eso que han sido y siguen siendo muchas…). Hasta el momento, nunca tuve la oportunidad de verles en directo, y eso que llevo años escuchándoles y quedando flipado ante la calidad de una banda que merece muchísimo más de lo que tiene en la actualidad. Nunca vinieron por mi tierra, pero desde aquel lejano Stranger, donde Eugenio se encargaba de las voces. Ese fue el tema que a mí y a muchos nos engancho definitivamente al Heavy Metal puro, clásico, potente de Easy Rider. Muchos años han pasado desde entonces, y la mala suerte parece haberse cebado siempre con la banda, a pesar de mostrar una notable evolución (que no cambio de estilo), sobre todo con la entrada del inconmensurable vocalista Ron Finn. Su situación actual es más que triste… digna de un país como España donde tan solo se apoya el pop basura y dentro del metal tan solo unos cuantos grupos chirimiteros alcanzan cierta fama. Muy triste, porque, aunque no están separados como banda, llevan unos años parados sin tocar por el hecho de que nadie cuenta con ellos, cosa increíble atesorando tal nivel de calidad. Sus integrantes, con la excepción del estadounidense Ron, formaron otro proyecto llamado Neomenia para poder comerse un rosco, tuvieron que irse al montón de bandas “heavy-pastelosas” que nos invaden y que personalmente, ya lo he dicho en otras ocasiones, me repugnan bastante. En fin, esto es lo que hay… pero aquel sábado 14… Easy Rider vinieron al Leyendas del Rock para VENCER. Vencer y demostrar a todo el mundo que los vio, a todo aquel incluso al que no conocía de nada la banda que son grandes, muy grandes, pura furia de metal, y que se comieron con patatas al resto de bandas del cartel, siendo los grandes triunfadores. Empezaron ya sin cortarse con la grandísima Lord Of The Storm, dando a entender así que no solo de temas de sus últimos discos iba a ir la cosa. El sonido me pareció muy bueno, bastante fuerte y no demasiado enrevesado, donde se podía distinguir con claridad tanto las guitarras de Javier y de Dani Castellanos (fundador de la banda) como el bajo de José Villanueva y por supuesto la potente pegada y el ritmo contundente de Rafa Díaz, actualmente también en Barón Rojo, a los palos. Con estos musicazos no podía salir nada malo, solo faltaba que el sonido y el publico acompañaran. Y puedo decir que como asistencia, aunque fueron entrando poco a poco, no estuvo nada mal. Esperaba algo más, pero ya se sabe como son los gustos musicales aquí… En fin. Material del 2004 con Chasing Demons siguió con la tónica heavy del concierto, con Dani y Ron creciéndose más y más. Y todo un regalo para los oídos fue Goliath, además de todo un sorpresón, porque no me la esperaba, fue junto con Where Angels Fly lo único que metieron del “Regeneration” que es mi disco favorito (me faltó claramente el tema titulo y Man Made Martyr), De su Evilution (donde todavía cantaba Eugenio si no me equivoco) se tocaron más de una, las mejores para mi Babylon the Great y WormWood pedazo de temas, si señor, con toda la fuerza del estudio llevada al directo de forma magistral. Voy a hacer un alto en el setlist para hablar de Ron Finn. Para flipar, en serio. Si en estudio se sale el tío, en directo es mucho, muchísimo mejor. A la hora de mantener tonos, de lanzar agudos sobrecogedores sin ni siquiera despeinarse. También a la hora de hacer de frontman, una simpatía desbordante, unas ganas de cantar, de animar y de hacer que nos dieran más ganas de gritar y hacer headbanging dignas de ver. Además, hablando un castellano tirando a correcto, pero lo justo para poder entenderle. Algunos en la banda estuvieron algo parados, pero Ron saco la cara por todos y además de que forma. De principio a final no dejo de correr de aquí para allá, ahora se sentaba, ahora se arrodillaba, sacaba cuernos, nos señalaba, se acercaba a un lado y a otro del escenario… y todo eso cantando como los ángeles, cosa que por otra parte echaría de menos con Easy Rider… de verdad, impresionante. Visions, el tema que abre su último disco fue uno de los grandes colofones de la noche. Cuando ya nadie esperábamos que se superase su potencia, tenia que venir la brutal Strangers otro de los mejores temas que se ha compuesto nunca en la historia del metal de este país. Por un lado anunciaba el final del concierto, pero por otro supuso mi absoluta locura (y la de muchos otros) dejándome el cuello en cada acorde que sonaba, con el doble bombo, y con la agresiva y distinta forma (respecto a la original de Eugenio) de interpretarla por parte de Ron. Desde luego, lo que mas rabia me dio fue no acudir a su horario de firmas, porque para mi fue, con diferencia, la mejor banda que paso por allí aquel fin de semana. Ojala no sea su ultimo concierto, ojala reciban el apoyo que tanto merecen y necesitan, tanto de nosotros el publico como de promotores y discográficas.
Además del brutal e inolvidable concierto de Easy Rider, me encontré con mi querido amigo Opi, al cual me extrañó no haber visto antes porque es un fan absoluto del rock español y nunca deja pasar la oportunidad de acudir al Leyendas del Rock.
El nombre de Tygers of Pan Tang, a parte de saber que son una leyenda de la New Wave Of British Heavy Metal y haber escuchado un disco suyo llamado “Spellbound” tampoco me decía demasiado, pero claro, había que verles sobre el escenario para ver si tienen merecida esa fama de leyenda de antaño, comprobar si todavía siguen dando el callo, ya que es una banda que tiene unos cuantos añitos ya. Lo más curioso de todo es que, a pesar de que comenzaron a finales de los 70 casi principios de los 80, su sonido es netamente setentero. Al menos, así lo confirmaron cada uno de los temas que sonaron aquella tarde / noche. Sonido de los 70, muy rollo Led Zeppelin aunque con personalidad propia. Muy patente también en las pintas, forma de vestir y tal, de los componentes. Y muy importante, total y completamente apasionados sobre el escenario. Su vocalista Jacopo Meille fue durante la escasa hora que tuvieron para descargar, un torrente de energía y autentica locura, a pesar de que se le adivinaba ya bastante mayor. No dejo de “interactuar”, por decirlo de alguna forma, con los miembros de la banda, sobre todo con el gran guitarrista Dean Robertson, que además, me pareció de lo más brillante de toda la banda. Pero una vez mas el vocalista se llevo la palma. Su estilo de voz era totalmente de la escuela de Robert Plant, alcanzando notas altísimas o simplemente dándole mucho feeling a los temas, las ganas que le puso se notaban en las tremendas manchas de sudor que empapaban su camisa roja / granate. Fue un gran frontman y conecto sobradamente con el público. Otro que conecto mucho fue el guitarrista Robb Weir, aunque de aspecto mas serio, también soltó bromas y supo llegar hasta nosotros. Además demostró ser un gran guitarrista, haciendo virguerías con mucha clase y además con efectos de wah por el micro. Hay que decir que también presentaron temas nuevos, a los que la gente respondió bastante bien ayudados, como digo, por el gran carisma de todos los componentes de la banda, algo muy importante para animar a la gente, continuamente invitando a la participación. Desde luego, parece mentira que todos los miembros de la banda sean relativamente nuevos o actuales, porque daba la impresión de que llevaban 40 años juntos. El tema que más me gusto de los que conocía: Gangland, gran interpretación. Yo creo que no fui el único que pensó que fueron uno de los grandes triunfadores (junto con Easy Rider) de todo el festival. A mi me dejaron muy convencido y flipando por su calidad y su forma de conectar con algunos que incluso pensarían que se iban a enfrentar a un sonido mas actual y se llevarían una grata sorpresa.
Estábamos entrando ya en la recta final del festival y seguiditos nada menos que se venían encima de los de las mas grandes bandas de la actualidad de España. Warcry primero, y Saratoga después harían vibrar la tierra del festival entero. Lamentablemente, por cuestión de horas tuve que elegir entre uno y otro, y por mi criterio, considero que Saratoga como banda y a nivel de discos goza de un mejor nivel en la actualidad que Warcry aunque las comparaciones, como siempre, son odiosas. De todas formas, estoy seguro de que los asturianos se comieron el Leyendas, como han hecho cada año que he asistido y he tenido el gustazo de verlos y cantar sus temas a pleno pulmón.
Saratoga es siempre un valor seguro. Desde lejos, yendo hacia el lugar desde donde vimos el concierto, ya pude apreciar que sonaban muy compactos y tremendamente sincronizados entre ellos. Cada vez más, la culpa de esto es de Tony Hernando, cada vez más metido en la banda y cada vez más suelto sobre el escenario. Me gusta cada día mas, porque es un guitarrista de esos que, en sus solos, nunca dejas de encontrar detalles y de sorprenderte en directo… como toca el tío, impresionante. Al que vi un poco más flojo que de costumbre es a Tete Novoa… ¿será que ha llegado a su límite vocal y cada vez le cuesta más llegar a los tonos más altos? No lo se, pero esa impresión me la dio desde el primer tema. No es que lo hiciera mal, en absoluto, pero ya en No Sufriré Jamás por ti escuche ciertos detalles mejorables, sensación que se acentuó mucho en la siguiente El Planeta se Apaga en los tonos más agudos. Por cierto, además de estos dos temazos de su último disco, cayeron también Deja-vu, interpretada a toda hostia, de una forma frenética como ha de ser, y la verdad es que Andy se lució totalmente en estos momentos, ¡¡que bueno es el tío!! Y no solo eso, también Luna Llena, la cuarta y ultima que sonó del “Secretos y Revelaciones” y que una vez más, dio la sensación de que se le atragantaba un poco a Tete sobre todo en el estribillo. Para mi son los mejores 4 temas del disco, y fue una de las cosas que mas me gusto, la acertadísima elección. Dejando aparte su ultima época (aunque parece que se han olvidado completamente del “Clan de la Lucha” y el “Tierra de Lobos”…) también hubieron trallazos del Agotaras, como Las Puertas del Cielo, potente como pocas, y una de esas que no te esperas, Resurrección. Vuelta al lucimiento de Andy y veíamos como Niko cada vez que avanzaba el concierto se iba creciendo mas. Quitando El Vuelo del Halcón, que nunca me entro demasiado bien (aunque entiendo que es necesaria en el repertorio) el resto me encanto, el trabajo vocal de Tete fue más que correcto con A Morir o mi favorita del “VII”, Dueño del Aire aunque obviando en ambas los gritos; cada vez se va quitando mas la etiqueta de “alumno aventajado de Leo”. En general estuvo muy bien, aunque tan solo unos pocos momentos me sorprendieron. Me gusto más su actuación hace un par de años en este mismo festival. Aun así, tras su último disco, impecable, les sigo viendo mucho
futuro.
Otra vez me reencontraba con mi amigo murciano Opi y su colega. Esta vez tocaba divertirse a lo grande con una de las bandas mas reconocidas de siempre del panorama español. Tan solo con citar la palabra diversión algunos la habréis relacionado ya con Los Suaves. Siempre es una caja de sorpresas la actuación de esta banda. Hay muchos detalles que unos critican y otros aseguran que sin ellos no seria lo mismo la banda. Pero lo que suele ser siempre común es pasárselo teta. Tanto a nivel de chorradas, de las muchas que hace Yosi, como a nivel musical, apreciando la calidad de un maestro como Alberto Cereijo y un guitarrista rítmico que no le va a la zaga, Fernando Calvo. Guitarrista rítmico por llamarlo de alguna forma, porque el tío también se echa cada solo que te deja de piedra, impresionante. El setlist también suele ser una sorpresa en casi todos los conciertos, pero uno siempre espera ciertos temas que son imprescindibles. Esta vez quizá me decepciono, un poco en general, su actuación. Quizá el recuerdo de su tremenda actuación hace un par de años influyo mucho. Tal vez el aire festivo en esta ocasión era menor. Charly y Fernando se partían en dos de risa con las peripecias de Yosi, pero por ejemplo, Cereijo estaba más cohibido, a veces daba la impresión que quería concentrarse más en su instrumento, pero otras que estaba pasando algo de vergüenza ajena. Fuese como fuese, no puedo concebir un concierto de Los Suaves sin, por ejemplo, El Afilador. ¡Joder! ¡Es un tema básico! A parte de este detalle, el orden de los temas no me pareció tampoco el más acertado. Tras el bestial comienzo con Preparado para el Rock’n’Roll empezó a flaquear la cosa. Tan solo alguna, como la preciosa Palabras para Julia o San Francisco Express se salvaban, pero una vez más faltaba algo como Si Pudiera o una que no debería faltar nunca, Parece que aun fue Ayer que si tocaron el año pasado. Al mismo tiempo, veíamos como a Yosi se le iba yendo la olla progresivamente, pero sin alcanzar las cotas de gracia de otras ocasiones, incluso pareció que tuvo algún rocecillo con alguien del público. Una vez mas destaco con luz propia Cereijo, un semi-dios de la guitarra que toca lo que quiere y como quiere. También un momento álgido fue cuando tocaron No Puedo Dejar el Rock, uno de esos temas que siempre me motiva para lo que sea. De todas formas, personalmente intenté disfrutar más de él que del concierto o del repertorio en particular. El final, indiscutiblemente acertado con Dolores se llamaba Lola que es un tema que por si solo levanta un concierto entero, pero faltaron demasiados clásicos como para poder tildarlo de conciertazo.
Quedé con mis colegas de nuevo para poder ver a Barón Rojo, pero esta vez algo lejos, pues cuando llegué ya había tal montón de gente que fue imposible avanzar mas, lo que propicio que no escuchase demasiado bien el concierto, supongo que por la distancia. Concierto muy importante, pues significaba otro en la gira de reunión que desde hace un año están haciendo los barones, con la formación clásica, Armando y Carlos de Castro, Sherpa y Hermes. La verdad es que sigue siendo una autentica delicia verles juntos sobre el mismo escenario, tocando las mismas canciones y sobre todo, ver que con el tiempo parece ser que se van acercando unos a otros y soltándose cada vez mas, algo que quizá se echó en falta un pelín en aquel Metalway 2009 donde actuaron de cabezas de cartel del primer fin de semana. En esta ocasión tenían mucho menos tiempo para tocar, 80 minutos de nada, comparados con las casi 3 horas que tocaron en Zaragoza aquella noche. La única duda que quedaba por resolver antes de comenzar seria el setlist, pero con tan poco tiempo era bastante obvio que lo que iban a sonar serian sus temas mas conocidos y clásicos, sobre todo del Volumen Brutal, Satánico plan, Incomunicación, y por supuesto Los roqueros van al Infierno ya terminando, pero sin abusar tanto de este como en otras ocasiones, incluso comenzaron con la mismísima Barón Rojo que todo hay que decirlo, me encanto cantada por Sherpa, como debe ser. Otros temas relativamente menos conocidos como Campo de Concentración o Se Escapa el Tiempo también estuvieron de lujo para añadir más variedad al concierto, también la representación de ese gran disco que es “En un Lugar de la Marcha” corrió a cargo de Breakthoven, muy buena, y mi CANCIÓN de Barón Rojo, Cuerdas de Acero pero la verdad es que aquí el sonido no dio, en absoluto, la talla, y se escuchó todo bastante flojucho y sin la fuerza necesaria que requieren algunos temas de la banda. El momento mas emotivo, de estos para alzar las manos y moverlas todos juntos, llego con Hijos de Caín, otra imprescindible (aunque también lo es Siempre estás allí y no llegó a sonar). Buen concierto de los barones, pero esperaba algo mas, no se si por el poco tiempo, el mal sonido, lo lejos que los vi, lo cansado que estaba… hay un buen montón de factores que pueden incluir.
A estas alturas el cansancioy los pinchazos por doquier eran tremendos. Pero muchas cosas me motivaban todavía para ver la actuación de Obús, otra de las Leyendas, con mayúsculas, del festival. Uno de los motivos era que las ultimas veces que les he visto en vivo han estado descomunales, pareciendo que Fortu tiene 20 años. Otra gran motivación era que, según RafaBasa y los que presentaban a las bandas, iban a traer el mismo montaje de clavos y simulación de un barco, y la verdad es que me pareció bastante bonito y espectacular, tampoco esperaba mas, un fondo de escenario que le dio mucho encanto al concierto, porque permitió a Fortu subirse por las plataformas de dicho barco. A pesar de que el cansancio era general, cuando Fortu salió a escena y cayo el telón que tapaba el montaje todos sabíamos que aquello seria algo grande, a pesar de que empezó con un tema (Corre Mamón) del último álbum que todavía no he escuchado. La banda salió a tope, nunca mejor dicho. Fortu no paraba de hacernos posturitas, chuleándonos en el buen sentido de la palabra y soltando de vez en cuando alguna “sobrada” incluso haciendo referencia a otros grupos jeje. Claro, en ese plan, con 10 minutos de concierto ya ha creado un buen rollo que abarca a toda la gente, y que continuó conquistando con la divertidísima La Raya drogata y macarra, Te Visitara la Muerte (esta ya más bien en la recta final) o dos himnos que viví a saco como son Que Te Jodan y Dinero Dinero. Creo que a pesar de ser temas bastante viejos, no pierden con el tiempo, como les pasa a otras bandas, que suenan demasiado “carcas”. Aquí todo encaja y por ejemplo, Yo Solo lo Hago en mi Moto, lejos de sonar sosa o anticuada con el tiempo, creo que en directo suena todavía mejor que en estudio. A mi parecer, incluso casi más que el mismo Fortu, quien más espectáculo dio fue el tremendo batería Carlos Mirat… ¡¡vaya tela con el tío!! Él solito se monto, digamos, un concierto para él solo. Decenas de cabriolas, lanzamientos de baquetas, todo el rato agitando la cabeza… y tocando como dios, aporreando sin parar. Llama la atención, por cierto, que el único que tenga pelo en la banda sea Fortu jeje. Y aunque el mismo no estuvo tan hiperactivo como otras noches, al final si que terminó haciendo el pino en la recta final, cuando sonaron los temas mas sonados como Vamos Muy Bien (en la que salió a escena Oscar de Lujuria y se metieron un par de tragos de whisky “pal” cuerpo) o Prepárate en donde fue el mismo Fortu quien invitó a salir a dos chavales para que la cantaran con el, y la verdad es que lo hicieron muy bien y con muchas ganas. Lo único que vi totalmente innecesario fue la especie de “batucada” que hizo el batería al final, que le dio un plus al espectáculo, si, pero yo hubiese preferido ver algún tema estrella más como Pesadilla Nuclear o Préstame Amigo tu Cabeza. Al final, nos recordó Fortu que no nos debíamos perder el concierto que iba a dar José Carlos Molina (a quien fue a dar un abrazo al otro escenario) y se despidieron por todo lo grande como unos de los grandes triunfadores.
Y lo hicimos, nos arrimamos un ratito para ver al cantautor y líder de Ñu José Carlos Molina que actuaba junto a la guapa violinista Judith Mateo, una verdadera belleza que era digna de ser vista actuar, con que técnica tocaba el violín, y además vestida acorde a lo que manda el estilo del festival. Ellos dos y, por supuesto, una buena banda con bajo, guitarra y batería. Sin embargo, aunque ya íbamos sobre avisto, el concierto se componía de canciones muy lentas y tranquilitas, contra las cuales no tengo nada en absoluto, pero la hora y por ende el cansancio mandaba. No se parecía mucho a Ñu (ni por lo visto demasiado a lo que suele hacer Judith), era, digamos, 100% folk para relajarse y disfrutar, pero en ese momento si me llego a relajar un poco más me caigo de rodillas del cansancio. Así que la opción mejor valorada por todos fue retirarnos con la cabeza bien alta después de haber visto todas las bandas posibles (que es a lo que voy yo a un festival) y haber sobrevivido a la colosal tormenta que nos azotó el día anterior.
El día siguiente, recogimos las cosas tras charlar un último rato con la peña que nos habíamos juntado y emprender el viaje a casa, dejando atrás una zona de acampada devastada por las lluvias y anegada por el barro y la basura. Hubo luces y sombras en el festival, aunque para ser un festival hecho en nuestro país y tras la catástrofe en forma de tormenta, todavía salió demasiado bien. Cada vez piso menos festivales españoles, pero este es de los pocos que aun goza de parte de mi confianza, así que si no pasa nada ¡¡nos veremos de nuevo Leyendas!!
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