viernes, 12 de agosto de 2011

La Tierra Sagrada del Metal (Wacken 2011, Miércoles / Jueves,3-4/08-2011)

El amontonamiento y la cercanía de tantos conciertos y festivales de verano (¡Yujuuuu!) me esta poniendo difíciles las cosas a la hora de redactar tanta crónica junta, pero por otra parte me esto dando un hartón como hacía tiempo que no me daba, lo cual solo puede ser positivo y encima al estar de vacaciones puedo disfrutar doblemente de los eventos.

Esta pasada semana por fin se hizo real la fecha tantas veces deseada y remarcada en mi calendario personal de conciertos y movidas varias. Wacken no es solo un concierto, no es solo un festival, es una semana de oro que implica mucho Metal, muchos colegas, mucho ambiente y mucho buen rollo. Año tras año esta sensación ha ido mejorando exponencialmente hasta que al final desplazarme a tierras alemanas para acudir al mejor y mas grande festival de Metal del mundo se ha convertido ya casi en una tradición (y yo soy muy tradicional) que seguiré cumpliendo mientras pueda, por encima de todo y cueste lo que cueste.

De nuevo me embarqué en un autobús con salida de Alicante para un largo viaje con el Comando Valky con parada un día en Ámsterdam (todo un aliciente) para, en pocas horas, poder ver aparecer las primeras señales que nos indican la proximidad de Wacken, todo un momentazo que no tiene precio. El Miércoles día 3 llegamos a la Tierra Sagrada del Metal. Ya es mi tercera vez. Beso la tierra, como siempre, y montamos todo el tinglado de las tiendas para terminar pasando una jornada muy especial, aunque apenas había conciertos apetitosos, pero si muy buen ambiente y mucha bebida jeje. Para rematar, esa noche era la primera sesión de las dos fiestas Hard Rock que había en la carpa Bullhead City, un espacio que han habilitado este año para la realización de eventos varios, como la nombrada fiesta o concursos de Miss camiseta mojada. Un puntazo fue poder presenciar el striptease integral que una pedazo de rubia se curró al ritmo del Girls Girls Girls de los Crüe (que estuvieron en Wacken la pasada edición, por cierto).

Poco más por este día, cuyo propósito suele ser asentarse en el maravilloso campo de hierba, blandito y mullido que ya quisiera cualquier festival español llegarle a la suela de los zapatos a Wacken en este y en casi todos los sentidos. También día de conocer a quienes serán tus inseparables compañeros durante los 8 días que dura el viaje entero. En este sentido, como siempre, muchas gracias a todos los que conocí pero en especial a Kurro, Ángel, Perales, Biel, Valky, Johnny, Lucia, Miguel Ángel, Arya, Nacho, David, Rafa… y a los que se me olvidan, con perdón, hicisteis que todo fuera un poco mejor si cabe.

El jueves ya era día de ponerse serio. Empezaba Wacken en el sentido conciertero, así que para mi este era el primer día realmente importante. La lista de bandas que figuraba en mi Running Order no era tan amplia como la de los dos siguientes días pero a buen seguro que disfrute como un cabrón.

Va a parecer un tanto extraño, pero fue una banda española quien abrió fuego en lo referente a mi running order. Se llaman Exquisite Pus y a parte de la curiosidad de ser españoles, fue todo un bombazo descubrirles y además ver como encandilaron a la peña que fue a verles. Muy raras veces se puede disfrutar de un Death tan brutal y a la vez tan rematadamente técnico como el que practican estos Exquisite Pus. Su brutal nombre ya puede darnos idea de lo burros que pueden llegar a ser, una vez más se demuestra que en lo referente a metal extremo, tenemos nivel en nuestro país, tan solo falta descubrirlo. En lo musical, pocos conciertos me hicieron disfrutar más en todo el festival, aunque quizá me falte un poquito para entender al 100% una música tan salvaje, solo con mirar la técnica, el gusto con el que tocaban los instrumentos y algún que otro empujón debido a los mosh del centro (donde la mayoría eran españoles pero también había extranjeros) ya me bastó para disfrutar de lo lindo. Además en actitud se llevan un 10, muchísima rabia y mucho movimiento encima del escenario.

Esto sucedió en el W.E.T Stage, el más pequeño de todos los que encontramos, pero al menos en ese concierto no hubo problemas de polvo como en años y conciertos anteriores. Vayamos con una banda que siempre es un placer ver, cuernos en alto, como inauguran de forma “oficial” en Wacken. Me refiero a la formación Skyline, que contó esa tarde, como siempre suelen hacer, con invitados muy especiales de la talla de Doro, que cantó el himno oficial de Wacken, We are the Metalheads, y el All We Are de los Warlock, el siempre bienvenido e idolatrado Udo, que aunque esta vez no hizo el Balls to the Walls de sus ex-Accept, si que se cantó el I’m a Rebel y de postre Princess of the Dawn y nos lo hizo pasar en grande con su gran carisma y es que en Alemania, su tierra, es muy querido por todos. Pero el gran subidón sin duda fue cuando subió al escenario Tom “Angelripper”, de Sodom, para seguir entonando en su estilo mucho más rasposo más temas. Aunque ya sabemos lo seriote que es sobre el escenario, este es otro que se hace de querer.

Ir a ver a Onkel Tom quedaba demasiado apretado de tiempo así que comenzamos a hacer hueco para poder ver a Helloween, otros que jugaban en casa. La verdad es que ya hacía un tiempo que no les veía en directo y claro, eso hace que las ganas se acumulen. Siempre han sido una de mis bandas favoritas de Power Metal y me encantan todos sus disco de la época de ambos cantates, pero de este pasado concierto, tengo que ser objetivo y decir que probablemente es el peor concierto que he visto de ellos. Para empezar, Are you Metal? no esta mal, pero no es la mejor de su último disco aunque esto quedaría en anécdota si no fuese porque se cortó el sonido 2 o 3 veces casi seguidas y entre parón y parón al final ni la terminaron (aunque esto supongo que no fue culpa de la banda). Tras un buen rato, con Eagle Fly Free pasó más de lo mismo: problemas. Tan solo se escuchaban sus monitores y nosotros apenas pudimos distinguir el tema. Where the Sinners Go ya estuvo mucho mejor, mejor tema y mejor sonido que casi empalmaron con un solo de batería bastante correcto que estoy seguro de que Uli Kusch hubiese mejorado. Dr. Stein ya casi para el final supuso una gran alegría, esta si me gusta como la canta Andi (a diferencia de Eagle Fly Free, por ejemplo), pero la que no me esperaba para nada fue I’m Alive, que puede ser que sea la primera vez que la veo en directo. El más alegre sobre el escenario, como siempre, el inconmensurable bajista Markus Grosskopf del que siempre echo de menos un solo, continuamente bromeando tanto con Sasha como con Weikath, quienes también hicieron un buen trabajo. También espectacular les quedó el medley que hicieron con sus los temas más largos de su carrera, Keeper of the Seven Keys / The King for a 1000 Years / Halloween, sencillamente un gran regalo para los fans. El problema es que, con el poco tiempo que tenían para tocar podrían haber omitido tanto el solo de batería como las exageradas prolongaciones de Future World y el bis I Want Out que son temazos imprescindibles en cualquier concierto de Helloween que se precie, pero podrían haber tocado como 2 o 3 temas más.

Todo lo contrario me sucedió con Blind Guardian, una banda que consideraba ya definitivamente de capa caída por toda la eternidad tanto en disco como en directo y que aquella transición de tarde / noche me callaron un poco la boca por el gran concierto que dieron. Es extraño, porque no esperaba nada especial y al final fue uno de los mejores conciertos de aquel día, quizá debido a su setlist, con unas cuantas sorpresas, por la mayor compenetración de lo habitual entre sus músicos o por el gran ambiente que se respiraba en las primeras filas, de donde finalmente tuvimos que salir escopetados por la gran afluencia de crowd surfing que, al principio mola, pero pasadas unas horas comienza a ser insufrible.

Sacred Worlds, que abre su último disco “At the Edge of Time” también abrió la velada un tema muy bombástico pero al cual en directo le falta un puntito de “algo”. Sin embargo esto solo fue calentamiento y no fue el único tema de dicho álbum que sonó aquella noche, lo hicieron otros como Tanelorn (segunda parte del tema del “Somewhere far Beyond”) o un tema muy infravalorado, como comentaba con mi colega Miguel Ángel, como Wheel of Time, que en directo hizo nuestras delicias y las de muchos otros con esas melodías orientales. Aparte, al fondo del escenario iban poniendo videos e imágenes que a este tema le fueron como anillo al dedo. Es cierto que este último disco de los Blind Guardian no entra como los primeros, requiere muchas más escuchas, pero a la larga se le saca casi el mismo jugo que a cualquiera. Pero si nos volvemos a remontar al principio, Welcome to Dying fue de los mas trallero del concierto, aunque a veces ni la actitud de Hansi ni la de André a la guitarra principal acompañan demasiado en este tipo de temas tan rápidos, la misma sensación que me dio con Traveler in Time. Doblete de temas del “Nightfall in Middle Earth” esta vez, la preciosa Nightfall y Time Stand Still (at the Iron Hill), puede que en sustitución de su habitual Into the Storm. En general fue un concierto bastante rápido donde Frederik, su batería ya totalmente asentado de hace años, tuvo ocasión de disfrutar con Valhalla (podrían haber llamado a Kai Hansen, ¿no?) y con Majesty, la cual llevaba media vida deseando ver de nuevo en los setlist de la banda, frenética y potente como es, ideal para el directo. Fly es un tema que nunca me ha llamado mucho la atención, pero el otro gran momentazo (s) del concierto fue tanto Lord of the Rings que no me esperaba (ya que parecen tocarla aleatoriamente) y que me puso los pelos de punta, casi tanto como la mítica The Bard’s Song, la más coreada por el público, que se deshizo en aplausos a la banda tras esta interpretación. Ya solo faltaba para coronar una buena actuación Mirror Mirror cuyo solo, cantado a viva voz por la peña fue bastante emotivo y fiestero. Aunque la voz de Hansi estuvo bastante regular, el nivel general fue bueno, bastante mejor del de las últimas actuaciones suyas que he visto.

Pero, aunque ahora muchos vayan a poner caras agrias, lo de Ozzy Osbourne si que fue verdaderamente acojonante. Sin apenas expectativas, nos retiramos a una posición más tranquila para poder ver el concierto de lejos y sin agobios. Puesto que yo ya había visto a Ozzy en directo en 2007 y tampoco me dejó satisfecho al 100% que digamos, no esperaba sorpresas ni grandes emociones esta vez, pero cuando terminó pensé para mí: que equivocado estaba. El vocalista salió a escena despreocupado, muy suelto y muy simpático, simplemente hablándonos para pasar su banda a entonar tres temas, tres grandes clásicos de su "Blizzard of Ozz" los que sonaron: I Don’t Know fue interpretada a mi gusto un tanto lenta y con la banda todavía algo fría. Ozzy cantó bastante mal, aunque fue mucho peor lo de Suicide Solution y Mr. Crowley especialmente esta última, que la destrozó por completo, con gallos, desafinamientos… daba la impresión de que no iba a poder ni acabar el concierto, eso si, el comienzo fue realmente sobrecogedor, impresionante de verdad, con sonido de órgano a todo volumen, nos mirábamos entre nosotros y decíamos: ¡BUAH! Como carta de presentación estuvo bien. No tardarían en sonar temas clásicos de Black Sabbath como se esperaba, la primera en caer fue War Pigs, bastante mal cantada pero sorprendentemente bien interpretada por una banda que aquella noche dio mucho, pero mucho de que hablar. Bark at the Moon marcó un punto de inflexión en el concierto donde las cosas empezaron a fluir más correctamente. Bark at the Moon ya estuvo muchísimo mejor, casi unida a Road to Nowhere, del "No More Tears", disco también representado por un tema que supuso uno de esos momentos tan mágicos y especiales de los que solo se dan una o dos veces en todo el festival: Mama I’m Comín Home, realmente preciosa y estremecedora que además estuvo acompañada, como el resto de temas, por un sonido que rozó la perfección en todo momento, tanto de las guitarras, bajo y batería. Las otras dos versiones de Black Sabbath que cayeron fueron Iron Man (tras la ya mencionada Rat Salad) y para finalizar no podía faltar Paranoid la cual tampoco cantó demasiado bien, pero a mucho mejor nivel que lo que pudimos escuchar al principio.

Una vez más la banda le salvo el pellejo. Porque, punto aparte, hay que ver la banda tan increíble con que se rodea el Ozzy. El cambio de guitarrista le ha sentado tan bien que parece haber resurgido de las cenizas. Gus G. es un auténtico animal de las seis cuerdas, capaz de hacer solos durante decenas y decenas de minutos, como demostró en el tema instrumental del concierto que hicieron para que Ozzy descansara (que no era ni más ni menos que Rat Salad, de Black Sabbath). Nunca me gustó demasiado Zack como compañero para Ozzy y por ello dejé de seguirle; puede que a partir de ahora retome su discografía. Y atención a Rob Nicholson y Tommy Clufetos, vaya pedazo de músicos al bajo y batería respectivamente, parece mentira que vengan de una banda como Rob Zombi. Bajo virtuoso y melódico y batería igualmente virtuosa y con una pegada bestial, es justo lo que necesita Ozzy para salir adelante. Hay que anotar también que a diferencia de su actuación del 2007, Ozzy estuvo esta vez igual de simpático y sonriente pero se movió mucho más sin limitarse a dar saltitos todo el rato agarrado a su micro. Otro gran momento de la noche fue Shot in the Dark, la cual albergaba escasas esperanzas de que tocaran y finalmente la pudimos disfrutar. Para mí siempre ha sido uno de sus mejores temas, súper ochentero y melódico, aunque de un disco un tanto incomprendido en parte. Otro punto a favor de este concierto respecto al del 2007: esta vez si que pude disfrutar del mítico Crazy Train que además vocalmente estuvo muy decente y la gente que estuvimos allí disfrutamos como cerdos.

Tras una más que satisfactoria actuación y bastante contentos, fuimos a comer algo y más tarde nos volvimos a pasar por la fiesta Hard Rock, donde bailoteamos y movimos melenas al son de Warrant, Bon Jovi, Motley Crüe, Alice Cooper, Iron Maiden, Tesla… striptease integral incluido, como la noche anterior, pero con un punto extra de guarrería que nos puso a todos como estufas. Me quedé con ganas de más hard rock cuando dieron por finalizada la fiesta, ahora tocaba descansar porque lo gordo se venía encima.


_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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