Como es habitual, el jueves empezaba a subir gradualmente el nivel de caña en lo que a actuaciones se refiere. Quizá en esta edición de Wacken no fue precisamente el mejor cartel que ha llevado el festival, pero si nos encontramos con momentos de grandísima calidad como el conciertazo de UDO (uno de los mejores que he visto suyo) o los Saxon que, una vez más, destronaron a cualquier otra banda del día en que tocaron. Hagamos un breve repaso de lo que fue el Jueves.
Skyline. Siempre lo digo: en mi opinión, cuando empieza Skyline, empieza Wacken. Básicamente, Skyline es la banda formada por el organizador del festival, Thomas Jensen’s y su principal cometido es empezar a avivar el fuego de Wacken, como en cualquier otra edición. No hay temas propios, tan solo versiones de bandas muy conocidas, más o menos bien interpretadas, pero que cumplen su cometido de animar el cotarro e ir calentando las vértebras. Mayúscula sorpresa cuando llegamos y estaban interpretando el Warriors of the World (Manowar) que es la primera vez que lo veo versionado en Wacken. La forma en la que el vocalista olvidaba la letra a cada estrofa era grotesca, pero aun así fue curioso y sorprendente. Nos perdimos temas como Separete Ways (Journey) o If you want blood (AC/DC). Siguiendo con el setlist, interpretaron temas de bandas tan dispares como Deep Purple (Hush, para terminar) o Rammstein, pero el momento más animado fue el protagonizado por la colaboración de Doro en el himno del Wacken, We are the Metalheads, que por su propio significado es un chute de adrenalina, y Raise your Fist, un temazo de la propia Doro que fue, sin duda, el que más sonó en Wacken a modo promocional.
Sepultura & Les Tambours du Bronx. Una de las mayores sorpresas exclusivas que nos deparaba el cartel de este año. Quizá este careciera de súper bandas gigantes (salvo Scorpions) como otros años, pero nos ofrecía la posibilidad de ver espectáculos totalmente fuera de lo habitual. Este fue uno de ellos. Con el clásico telón de fondo de su última gira, salieron a escena tan animados como siempre, pero esta vez no iban solos, el mayor aliciente fue ir acompañados de Les Tambours du Bronx, una famosa banda de percusión urbana que pusieron un punto más al espectáculo sonoro y visual que ya de por sí ofrecen los brasileños. A pesar de todo, no fue lo que yo esperaba. Tampoco me decepcionaron, pero esperaba más interacción entre una parte y otra. Había momentos que Les Tambours du Bronx salían solos con sus barriles metálicos para hacer temas instrumentales (puro ritmo) y en otros Sepultura regalaban sus clásicos como Refuse/Resist o Roots Bloody Roots, aunque debido a la falta de tiempo, se dejaron muchos temas que para mí no pueden faltar, como Inner Self o sobre todo Arise. Sorprendieron esta vez haciendo un cover de Prodigy llamado Firestarter. Los temas del Kairos me gustaron más que nunca en vivo (concretamente Mask sonó brutal). Ya para la recta final y acompañados por los tambores, que le daban un sonido más industrial (por así llamarlo, debido al sonido metálico) a los temas, dejaron caer Territory y el tema que mejor se adaptó a la percusión sin duda, Ratamahatta.
UDO. La cosa se ponía fea para UDO. El cielo amenazaba con caer sobre nosotros tan solo mirando su color. Y así llegó la primera gran lluvia de Wacken, una de tantas, pero bastante fuerte, lo que nos mantuvo en la carpa de salida durante bastante rato, viendo el concierto (que no paró ni por un segundo) desde bastante lejos por las pantallas. Una vez amainó el temporal, nos acercamos para verlo mejor. Ya desde el principio, fue alternando temas propios con los de su anterior banda, Accept. De esta forma, por ejemplo, Screaming for a Love-Bite sonó casi seguida a Princess of the Dawn, una de las más celebradas, aunque siempre la toca. El primer invitado especial fue la diva del Metal, esa reina llamada Doro Pesch, con la que cantó la balada Dancing with an Angel, a doble voz y cogidos durante toda la actuación. Hubo más invitados (aunque desconocidos para mí) para varios de sus temas propios. Fue la parte más densa del concierto, aunque UDO y sus músicos hicieron una actuación bastante remarcable. No vimos demasiado a los componentes, pero el sonido lo decía todo. Con Break the Rules, la sorpresa de ver aparecer a Mr. Lordi en escena fue de lo más inesperado por todos, y volvería a aparecer en The Boogeyman y la también habitual versión de Accept Balls to the Walls, que cerró el concierto, aunque me gustaría recalcar que Metal Heart fue la versión que más me gustó de todas.
Saxon. Con esta banda he llegado a un punto en el que no me pienso perder ni uno de sus conciertos siempre que tenga oportunidad de verles. ¿Cuál es su secreto para que cada concierto sea más emocionante e intenso que el anterior, con la cantidad de años que llevan? Porque ha de haber algún truco para que, sin cambiar excesivamente el setlist entre sus actuaciones, año tras año, sigan sonando tan enérgicos y frescos. El concierto de Saxon en Wacken se encuentra entre los mejores, pero tanto de la banda, como del propio festival en sí. Directamente, salieron arrasando. Incluso el guitarrista Paul Quinn, que normalmente aparece en escena más tranquilo, fue una auténtica bestia aquella noche, tocando y actuando como nunca, al igual que su compañero de instrumento Doug Scarratt, ambos estuvieron fuertemente compenetrados. Y de entre ellos, el inigualable Biff Byford brillando con luz propia, con toda su clase, con toda su fuerza, sacando todo ese torrente de voz que hasta el día de hoy, todavía no le ha abandonado. Sin ir más lejos, Heavy Metal Thunder abrió el setlist, y le sirvió para ir afinando las cuerdas vocales. El repertorio de clásicos que se tocaron fue impresionante, uno detrás de otro, junto a unos pocos temas menos conocidos como Hammer of the Gods (de su último disco, que me encanta) o Dogs of War. Pero fue sobre todo The Power and the Glory la que me hizo sudar de verdad, felizmente recuperada desde hace poco tiempo para sus directos. Motorcycle Man, Crusader, Rock the Nations… ¿Aun queríamos más? ¡¡SI!! Después de un pequeño solo de batería llegó otro atracón de temas imprescindibles como Wheels of Steel, To Hell and Back Again o Denim and Leather, otra que hizo salirse a la gente de sus casillas, gritando y bailando a piñón. Además, llevaron un montaje de los más guapos de todo el festival, con pantallas de luces en las que salían los títulos de los temas y el siempre agradecido águila de luces, que supone la recta final al encender sus alas. Saxon siempre tiene algún as en la manga; por mucho que pienses: ¡joder, si es que ya han tocado todos los clásicos! Aun son capaces de sacar alguno más, y esta vez otra de mis favoritas, Strong Arm of the Law. Nos dieron a elegir entre dos temas y por unanimidad, tocaron 747 (Strangers in the Night), para acabar con la imprescindible y cañera Princess of the Night. Como siempre, o más, bestiales Saxon.
Circle II Circle. Corriendo en la medida de lo posible, con tanta gente de por medio, nos acercamos de nuevo a la carpa con los escenarios Headbangers / W.E.T. Stage en donde estaban ya empezados los Circle II Circle. La masificación de gente en aquellos momentos empezaba a ser bastante notable, aunque después había bastante poca gente viendo el concierto. Llegamos un poco tarde, pero pude disfrutar algo más de la mitad de un concierto que me pareció sublime, además con un extra. Aquella noche no iba a ver a Circle II Circle como pensaba, sino a Savatage (entre comillas, claro) porque para mi sorpresa y alegría, estaban inmersos en un tour donde interpretan por completo el "The Wake of Magellan" de Savatage, la anterior banda de Zak Stevens, con motivo de su aniversario, uno de sus discos más progresivos. Excelente idea pues, a disfrutar de un gran concierto, de los temas que pudimos ver, donde el propio Zak demostró quien es a base de bien, con una voz excelente, afinada, potente, que me dejó muy satisfecho. Gran papelón también el del teclista Henning Wanner, imprescindible en estas composiciones, dando vida a la ambientación que, a pesar de que fallaba en cuanto a calidad de sonido (debido una vez más a las carpas) si se pudo apreciar más que en otras actuaciones. No les dio tiempo a interpretar el álbum entero (45 minutos se quedó en algo muy corto, sobre todo por la calidad del concierto) y tras los temas más tranquilos, se despidieron con la movida Blackjack Guillotine para regocijo de los fans de Savatage.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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