miércoles, 25 de junio de 2014

Mi pre-Hellfest (Hamlet, Polideportivo de Jesús Pobre (Alicante) 13-Junio-2014)

Porque había que ir calentando el cuerpo antes del Hellfest, porque se presentó la oportunidad de verles gratis relativamente cerca, porque había muchísimas ganas de verles tras la demoledora gira del año pasado… por estos y muchos otros motivos, la cita con Hamlet en la localidad alicantina de Jesús Pobre era ineludible. Junto a ellos, los jóvenes Lizard Depression (y más tarde, Dr. Calypso, a quienes no vimos) se encargaron de abrir fuego para ir caldeando el ambiente. El tiempo parecía poner trabas en un principio vistas las condiciones climatológicas a las que posiblemente nos íbamos a tener que enfrentar, pero poco a poco todo se fue poniendo de nuestra parte y la calurosa noche en el pueblo nos vino de lujo. Atrás quedó ya, como digo, la gira del Insomnio durante el 2013, en la que hicieron un buen puñado de fechas por todo el país y que tuve la oportunidad de ver tres veces, incluso hubiese habido una cuarta si no fuese por el puto dinero. Aquellos conciertos fueron una delicia, una ocasión para revivir muchos temas que ya no suelen tocar en sus conciertos, y me siento satisfecho por haber podido repetirla varias veces y recordar aquellos tiempos de la gira original en las que yo era solo un chavalín, aunque tan lleno de ganas como ahora de meterle caña a los oídos. Y es que, como he dicho ya alguna vez, Hamlet siempre han sido una debilidad para mí aunque su estilo no entre dentro de mis gustos personales. Hace dos viernes volvieron a recuperar un setlist variado, con temas de todas sus épocas y tenía mucha ilusión y curiosidad por ver el setlist que iban a meter y por su estado después de una gira tan ardua.

Lizard Depression es una joven banda que proviene de la localidad de Gata de Gorgos, cercana al municipio del concierto. Su Hard Rock melódico, a veces con dejes de los 80 y otras de los 90, a buen seguro hizo mover los huesos de las primeras filas, ya que, aparte de jugar prácticamente en casa, transmitían un buen rollo muy apropiado para el ambiente de fiesta que envolvía al lugar. El polideportivo de Jesús Pobre es una extensión bastante acostumbrada ya a albergar todo tipo de conciertos, lo suficientemente grande para que toque quien toque nadie se agobie, aunque aquella noche por estas alturas todavía estaba bastante vacío, seguramente a la espera de que Hamlet irrumpieran en el escenario. Llegamos ya casi al final de Lizard Depression y en sus últimos temas, bastante cañeros, la gente se volcó bastante con ellos, despidiéndose muy agradecidos y con una ovación general.

La hora marcada para la aparición de los madrileños Hamlet era la 1 de la madrugada, una hora bastante tardía que no pareció importar a nadie, pues la fiesta general reinaba en el ambiente. En este marco festivo o más bien en cualquiera, la banda está acostumbrada a triunfar, pero no por factores externos, sino por su propia constancia, genio y actitud, pero sobre todo por los conciertos tan intensos y bestias a los que nos tienen acostumbrados a los que somos veteranos y ya les hemos visto unas decenas de veces, tanto en festivales como en conciertos casi propios como este. Sin embargo, es posible que el ambiente de fiestas patronales que se vivía en Jesús Pobre no fuera del todo el adecuado, ya que realmente este no era su público. Hubo de todo, fans de toda su carrera que les siguen desde sus inicios (como el que suscribe y muchos más) y mucho público casual, gente que vino desde lejos y lugareños que asistían al concierto por puro oportunismo. Sea como sea, nunca he visto ningún concierto del grupo en el que no dieran hasta la última gota de sudor, y desde luego este no fue una excepción, aunque por otra parte, al no encontrarse ante su público, faltó algo de intensidad por parte de este

Sea como fuere, pocas veces he visto un inicio de concierto tan vibrante y salvaje por parte de Hamlet y es que una vez más vinieron a por todas. Con el sampler de Irracional ya sabíamos lo que vendría a continuación, pura tralla de su segundo álbum “Sanatorio de Muñecos”, aunque por problemas técnicos, el tema no sonó hasta pasado un rato. Para animar a la peña, lo mejorcito, aunque creo que en esta ocasión en particular deberían haberla dejado para más tarde. No dieron tregua y continuaron con un de sus temas más emblemáticos, Egoismo, en el que ya se pudo ver a mucha gente cantando la letra y saltando de aquí para allá. Si bien la banda al completo salió con unas ganas de guerra notables, fue Alberto Marín el que más destacó, recorriendo todo el escenario sin parar de saltar, haciendo el animal que daba gusto verle y contrastando con la sobriedad de Álvaro Tenorio al bajo, quien hizo un sobresaliente papel como siempre, con su gran técnica y agilidad. Habitación 106 puso los puntos sobre las íes para los rezagados, con una buena dosis de caña salvaje, aunque las partes rápidas las toquen con un tempo menor respecto al disco, sigue sonando igual de brutal, y Molly aprovechó con esta para poner su voz al 100%. Aunque menos que la gira anterior, también hubo bastante espacio para temas de su Insomnio, como Muérdesela, que provocó en su parte final un gran wall of death incitado por la propia banda, o una de mis favoritas, la contundente Tan Simple Como Decir No, en la que Molly estuvo fantástico y Tárraga siempre en primera línea, disfrutando de ver como poco a poco la gente iba respondiendo más y más con grandes moshpits. Alberto Marín parecía seguir teniendo problemas con su instrumento, ya que a veces se escuchaba muy por debajo del resto, incluso hubo algún cambio de guitarra, hasta que todo se estabilizó. Parecía que el setlist del concierto estaba estructurado de acuerdo a su discografía, ya que posteriormente sonó la imprescindible Limítate, con toda la fuerza y orgullo del mundo, y la mayor sorpresa del bolo, un tema que hacía muchos años que no veía en directo (desde la gira del Hamlet, probablemente) Esperaré en el Infierno muy apropiada para un concierto pre-Hellfest, y en la que Molly descargó los guturales más bestias de todo el concierto. ¡¡Grandes sensaciones al escuchar de nuevo este temazo casi olvidado!!

Como únicos temas representantes de su última obra, ese discazo llamado "Amnesia", cobraron protagonismo Un Mundo en Pausa, que ya casi se ha convertido en un clásico de sus setlist, con esa letra tan combativa y que tanto cuadra con estos tiempos de mierda, y Deja Vu, una de las más pesadas, casi convirtiéndose en Doom Metal por momentos, y también con una de las mejores y más profundas letras que han escrito en los últimos tiempos, aunque quizá no fue la elección más adecuada, ya que en este caso en particular bajó un punto la intensidad del concierto (para el público ajeno a la banda, supongo, porque a mí me supo a gloria). La cosa es que se me quedó muy corto, siendo un discazo de tal calidad, creo que debería haber ocupado mucho más tiempo, aunque por otra parte no tenían demasiado. Volviendo de nuevo al Insomnio con La Cabra. Esta vez el vocalista no bajó a mezclarse con el público en un moshpit, pero eso no le quitó un ápice de potencia, ya que mientras la cantaba, no paraba de subirse a la estructura del escenario, cada vez más y más alto, con una actitud arrolladora y unos gritos feroces. Y otro wall of death al canto. Además, todo un detalle por parte de la banda, que tras la melódica y conocida Antes y Después, anunciaron que tocarían un par de temas extra para todos los que se perdieran la gira anterior dedicada a este disco. Dementes cobardes, dedicado contra toda esa basura nazi, sonó muy convincente. Es de admirar la rabia con la que siempre se toca este tema, sobre todo Paco, desde detrás de su instrumento, que vivió muy alerta todo el tema. La siguiente Tu medicina puso el broche de oro con esa intensidad creciente que desemboca en una auténtica locura, tanto arriba como debajo del escenario, moshpits y empujones generales incluidos. La banda se tomó un brevísimo descanso, lo justito para que recuperáramos la compostura, y volvieron a aparecer con los bises, formados por una genial Vivir es una ilusión que tantas veces se echa de menos en sus actuaciones y tan aplastante resulta, una de mis favoritas de “El Inferno”, compacta, melódica y contundente al mismo tiempo (aunque me gusta un poco más El mejor amigo de nadie) y sin embargo no tocaron un clásico inamovible en sus setlist como Denuncio a Dios. Para poner la guinda al pastel, los primeros acordes, ahora sí, hicieron que todo el mundo empezara a corear Jodido Facha su tema estrella en los conciertos, en la que incluso Molly dejó solo al público en la parte central y este respondió de auténtico lujo para ser tan dispar, terminando con unos gritos y unas carreras bestiales que dejaron más que convencidos a todo el mundo acerca de cómo la banda se las gasta sobre las tablas.

Como digo, conciertazo de Hamlet, aunque esto no sea ninguna novedad ya que ambas palabras suelen ir de la mano. Un reto difícil para la banda que tuvo que convencer a mucho público casual, pero que al final salieron victoriosos por méritos propios. Salimos para casa aproximadamente a las 3 de la madrugada tras casi hora y media de tralla, y menos mal que no tocaron los últimos, porque el camino de vuelta fue, sin duda, lo peor de toda la noche, aparte de por el cansancio, por las cientos de miles de curvas que nos tuvimos que comer por carreteras comarcales. Aun así, valió la pena el largo trecho. Quizá por otra banda me hubiese pensado dos veces lo de conducir tres horas (entre ida y vuelta) por carreteras infernales, pero Hamlet son un valor tan seguro que la duda ofende.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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