martes, 24 de febrero de 2015

Swords & Horns (Amon Amarth + Huntress + Savage Messiah, 07-Febrero-2015, Sala Razzmatazz, Barcelona)

De venadas anduvo la cosa hace dos sábados. Venadas repentinas y locas. Y es que cuando algo mola y surge la oportunidad de hacerlo, como meterse en el cuerpo 16 horas de autobús en total hasta Barcelona en plan ida y vuelta en un mismo día para ver a unos monstruos del Death Metal como Amon Amarth (y además muy bien acompañados en el cartel) aunque sea una decisión prematura, aunque sea solo, aunque sea con relativamente poca pasta… se hace con dos cojones. Y punto. Y así empezó esta pequeña aventura hacia mi querida ciudad condal, y mi no menos respetada sala Razzmatazz. La gira de Amon Amarth junto a otra banda que llevaba tiempo queriendo ver en directo como los thrashers Savage Messiah (que gustazo, oigan) se presentaba en Barcelona por todo lo alto. Me importa una mierda haber visto ya 4 o 5 veces a los vikingos, porque ha sido siempre en festival y quería probar la experiencia en sala, y más en una tan especial para mí como lo es la Razzmatazz. Aquel largo día comenzó a las 6 de la mañana, cuando sonó mi despertador. Rápidamente, cogí un bus que me llevaría a Valencia, un bus, por cierto, sin calefacción. Cuando estaba llegando a la “capi” pensaba que me tendrían que amputar dos dedos del pie por congelación. Mi colega Alex se brindó para acompañarme hasta donde estaba Félix (Pentagram, organizador del viaje) y toda la peña que llenaría el micro-bus que nos llevaría a Barcelona. El viaje fue largo, pero se hizo corto con conversaciones de lo más enriquecedoras y divertidas y alguna parada extra. De verdad que, para variar, es un inmenso placer viajar con gente tan experimentada y conocedora del rollo (saludos Mauricio, Ana, Jose, Frank…).

Llegamos a la gran Barcelona sobre las 17:00 horas y el tiempo que restaba para el comienzo del bolo lo disfrutamos tomando algo en el mítico bar Pepe (cuanto tiempo, y cuantos recuerdos…) aunque con algo de impaciencia, pues ya había muchas ganas de que el cuello sacara humo. Cuando salimos de allí, algo cocidos, ya era de noche, y el ambiente que se vivía en los alrededores de la sala era inmejorable y multitudinario. Tengo que confesar que nada más traspasar la puerta de la Razzmatazz me invadieron unas sensaciones increíbles que no me esperaba, y no solo por el gentío, el calor y las ansias de concierto, sino por los imborrables recuerdos que tengo de aquel lugar que no visito desde hace la friolera de 11 añazos. Todo junto era ya de por sí un subidón de adrenalina, el estar allí, el ver a la peña tan ilusionada y apretándose ya en las primeras filas a pesar de que antes de Amon Amarth había dos bandas (los Huntress totalmente desconocidos para mí hasta entonces).

Al poco tiempo y con bastante puntualidad (aunque eso de comenzar los conciertos a las 7 y poco de la tarde me sigue pareciendo un atentado…) se apagaron las luces… y los Savage Messiah, haciendo honor a su nombre, salieron hechos unos auténticos salvajes al escenario, a descargar toda su rabia y su excelente técnica, con un sonido algo abarrotado que en las partes más complejas quizá no les hizo la justicia que merecían, y con otro handicap, el de tocar tan solo 40 minutos que supieron a muy poco en relación a los pedazo músicos que teníamos enfrente. Melenas al viento y mucha, muchísima actitud (algo que yo valoro enormemente) comenzaron a repartir leña con sus escandalosos riff, y fue Iconocaust (que también abre su último trallazo de disco) la primera en caer y demostrar que con la sala todavía medio vacía se podía formar allí un buen sarao. Cross of Babylon con toda esa rabia debería haber causado un puto holocausto en la Razzmatazz I, pero no llegó a cuajar. Aunque me duela un poco decirlo, realmente ninguno de los temas causó el furor que debería. La gente se mostraba muy fría, salvo algo de movimiento en las primeras filas. A esas horas es normal en parte, pero joder, algo de entusiasmo no estaría mal… ¡que yo me moría por verles! Eso sí, no habría estado mal tocar algo del material de sus dos discos anteriores, quizá este último trabajo (“The Fateful Dark”) es aun demasiado desconocido. Yo por suerte (y casualidad) lo estuve escuchando varios meses antes del concierto. Ni siquiera Hellblazer triunfó del todo en cuanto a mosh y desmadre se refiere, pero yo lo disfruté como un enano por ser uno de mis favoritos. Eso sí, sobre la tarima todo era desfase enérgico, melenas, headbanging, saltos, mucha mala hostia y ante todo unos músicos espléndidos, que supieron aprovechar el poco tiempo al máximo. Perderme hace poco en Valencia temas como Scavengers of Mercy o la misma The Fateful Dark fue un pecado que pude expiar a gusto aquí, y aunque cada vez la gente se movía menos, para mí fue el punto álgido del concierto. Lástima que el final inesperado se acercara, porque yo tenía muchas más ganas de riffs atronadores, velocidad enfermiza, batería machacante y armonías infernales. A Minority of One le siguieron los gestos de despedida de la banda, que siempre puso la mejor cara a pesar de que no vio reflejada en el público toda la carne que puso en el asador. En mi opinión, conciertazo, e indigno del puesto que ocupó, porque si fuese por mí hubiesen tocado una hora mínimo y justo antes de los cabezas de cartel.

Huntress fueron la sorpresa, para bien o para mal de algunos, del cartel de aquel sábado. Después de una buena dosis de Thrash revienta tímpanos, íbamos a encontrar algo bastante distinto a continuación. Yo, como ya digo, no les conocía de nada, pero eso no iba a ser impedimento para disfrutar del concierto con un par de cervezas tras el descanso. Esta banda con vocalista femenina al frente practica un Heavy Metal con esencia clásica y algún pequeño toque thrash en las guitarras. Caña por un tubo y un sonido bastante decente fueron los principales rasgos de su concierto, en el que mucha gente se sintió descolocada probablemente ante el desconocimiento de una banda relativamente joven con tan solo dos discos de estudio. Aun sin conocer nada de su discografía, me sentí muy cómodo con su sonido y me gustó, sobre todo, el registro de su cantante, capaz de alcanzar tonos bastante altos con una voz muy limpia. Todos los componentes se movían sin parar por el escenario, creando un gran ambiente y mucha sensación de colegueo y sincronía que, desafortunadamente no llegó a cuajar demasiado entre la gente, que continuaba más estática que los sueldos españoles. Y no será porque Jil Janus no puso empeño. Pese a que en ciertos momentos noté que todavía le faltaban ciertos dotes de liderazgo, como show woman no decepcionó en absoluto. Lanzaba sus gritos mientras saltaba, se arrodillaba y corría por el escenario, todo ello con mucha actitud y ganas. Tampoco dejaron el listón bajo la pareja de guitarristas, con buenos solos y mucha compenetración. Mucha variedad en los ritmos de batería, desde doble bombo cabalgante hasta llegar a los blast beat y ese comienzo casi blacker de Spell Eater, que fue uno de los temas que más me gustó y más subió la temperatura de la sala. A pesar de la frialdad del público, la banda por medio de su cantante se mostró bastante comunicativa y con bastante humor especialmente al final, cuando presentaron un tema que (según ellos, no se si es cierto o coña) les ayudó a componer Mr. Lemmy Kilmister llamado I Want to Fuck you to Death bastante rockero. Igualmente, presentaron un tema nuevo llamado Fire in my Heart que pertenecerá a su próximo trabajo discográfico. Para muchos una bocanada de aire fresco, para otros un concierto demasiado largo y desubicado, opiniones para todos los gustos, aunque no se puede negar que fue una propuesta distinta e inesperada por la mayoría.

Y llegó el momento más esperado de la noche, en el que las hordas vikingas de los titanes Amon Amarth tomarían Razzmatazz y harían de ella un auténtico campo de batalla en el que más de uno estuvo a punto de viajar al puto valhalla. El rato de espera fue largo y un poco tedioso, pero conforme el escenario iba tomando forma (tela de fondo y demás decoración) a uno se le hacía la boca agua aguardando el momento. En la sala se respiraba ya otro ambiente, muchos más ánimos y ansia para que empezara el tinglao. Una buena estrategia por parte de la banda fue meter el Run to the Hills de los Maiden, con lo que la subida de temperatura estaba asegurada justo antes de que todo estallara en luces y sonara la trepidante Father of the Wolf con un volumen bastante fuerte y un sonido de momento un poco mejorable pero muy alentador. El concierto, con la trallera última parte de este tema y casi empalmando con Deceiver of the Gods, cogió un ritmo increíble, y es que así mismo fue la diferencia que noté con los anteriores shows de la noche. Mientras que en los otros dos la peña se comportaba como si estuvieran tomando el sol en la playa, con tan solo dos o tres temas (y añadid después Live for the Kill, Varyags of Miklagaard, Asator…) ya no les hacía falta absolutamente nada más para ganarse el respeto del público. Las energías estaban desbordantes, el calor que se vivía allí era impresionante, y la furia con que la gente descargaba su necesidad de Metal era enloquecedora. Incluso para mí, que ya les he visto 4 o 5 veces en directo fue algo apoteósico, y es que hay un cambio drástico de verles en un festival a verles en sala. Sí, vale, que siempre se mueven igual, que los temas no varían en exceso, que los numeritos se repiten… pero la sala le dio una cercanía que se notó para bien. For Victory or Death puso la nota más heavy, transformándose todo de nuevo en un torbellino de destrucción incontrolada, sobre todo en las primeras filas donde me encontraba, la batalla estaba incandescente, y a uno le daban ganas de gritar ¡MUERTEEEE! con cuerno y espada en mano, sobre todo también porque el sonido había mejorado bastante, sin llegar a ser excelente en ningún momento, pues siempre estaba ese pequeño barullo que se formaba entre instrumentos. De todas formas, cuando Johan Hegg berreaba, nuestros tímpanos se resentían, cuando Frederik Andersson trituraba su batería, nuestro estómago pedía clemencia, y las armonías a las cuerdas se podían apreciar y disfrutar sin ningún problema, o los punteos tan limpios del comienzo de As Loke Falls (puto temazo, joder…). Gran trabajo del citado batería durante todo el concierto, que demostró tener, como siempre, un impecable control sobre el doble bombo y una gran pegada.

Bleed for Ancient Gods sacó lo mejor del vocalista y de la banda en general, en uno de los momentos estelares del concierto en cuanto a mohspits y locuras varias. En general se dieron tantas hostias como se recibieron, pero con lo que me quiero quedar es con el ambientazo y la adrenalina generada al mismo tiempo que el desmelenamiento sobre el escenario era máximo, con momentos en que los guitarristas / bajista se alineaban para partirse el cuello a base de headbanging. Faltó espectáculo en el sentido de que en festivales siempre hay fuego y más virguerías de este tipo, pero en este caso la banda estuvo mucho más unida a su gente. Johan no dejó de brindar y dar unos tragos kilométricos a su cuerno en todo el concierto, y a la banda se la veía muy implicada en todo momento, parecían asombrados de la sarta de palos que nos estábamos dando en las primeras filas. Temas como Death in Fire y sobre todo la magnífica Guardians of Asgaard fueron celebradísimas y nadie parecía estar cansado o apalancado (todo lo contrario, gritando el estribillo a pleno pulmón), y mucho menos la banda, que tras este trancazo siguieron retándonos con Shape Shifter y una de mis favoritas y más esperadas, Cry of the Black Birds, para mí un momentazo estelar del concierto, con ese ritmo casi progresivo al principio y pese a que no es uno de sus temas más cañeros, de hecho, es uno en donde viran hacia el Death Melódico más claramente, cada una de sus notas me transmite a saco por lo jodidamente épica que es, y hubo momentos de piel de gallina. Si ya estaba a full, este tema me subió los humos de sobremanera y el colega Mauricio y yo nos debatíamos en una batalla campal intentando esquivar las hostias que venían de babor y estribor y que, increíblemente, aun subiría de intensidad con la tremenda War of Gods, en la que, si bien no hubo fuegos desde el escenario, creó llamaradas entre nosotros. Tras Victorious March, quizá el único tema del concierto que se me hizo un poco largo, comenzaron los bises con apenas un pequeño parón que no bajó para nada el ritmo… y si lo hizo, ahí venía Twilight of the Thunder God para machacar las pocas vértebras que quedaran sanas, un puto himnazo de guerra (y uno de los solos más brutales de la banda) con una renovada energía por parte de la banda y concretamente un Johan pletórico, salvaje como nunca y que no paraba de castigar el cuello y berrear como un poseso. Que bestialidad de recta final, no recordaba algo tan cañero en sus conciertos, y eso que todavía tenía que llegar la esperadísima (otro momento clave del concierto aunque fuese al final) The Pursuit of Vikings. De nuevo, para variar, headbanging sobre el escenario, en donde la iluminación fue bastante oscura en general, para contagiar esas ganas de darlo todo, de colaborar con la banda, castigar las cuerdas vocales… ¡saltar, desmelenarse y pincharle fuego a todo si es necesario! Y supongo que, dado el amplio repaso que dieron a gran parte de su discografía, todo el mundo quedaría satisfecho con el setlist, digo yo vamos.

Tal como entramos a la sala, con buenas sensaciones y buena compañía, salimos a respirar la noche y tomarnos unos bien merecidos tragos por mi querido Poble Nou, donde muchos garitos han cambiado pero otros aguantan el paso del tiempo. ¡Que ganas tenía de volver! Disfruté hasta el último minuto allí a pesar del agotador cansancio y la idea de tener que volver a la asquerosa realidad en unas horas, que no se hicieron tan largas en el autobús de vuelta como yo pensaba.

Hasta pronto Barcelona :D. Y ya para terminar, aprovecho para dedicar esta crónica a una de las personas más especiales para mí por los insuperables recuerdos que me trajo vivir de nuevo un conciertazo de estas dimensiones en la ciudad condal.

P.D. Fotos cortesía de Jose y Mauricio (¡me faltan las tuyas Ana! jejeje) ¡Muchas gracias a todos!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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