La cosa es, que como digo, su (hasta ahora) último disco, “Only one flag” me tiene bastante absorbido, pero hasta hace muy poco no caí en la cuenta de quienes eran en realidad esta gente. Su sonido y estilo me resultaba muy familiar, y en cuanto me puse a leer un poco supe por qué. Cuando vi la relación con Papa Serpiente pensé ‘coño, ¡pues claro!’, su “Rock Evolution”, del 2016 me vino en seguida a la cabeza y, seguidamente, varios temas de este primer disco y el recuerdo de haberles visto en Murcia junto a Beethoven R hace ya unos añitos, cuando todavía existía la sala 12&Medio, dejándome una gratísima impresión. Así pues, doble aliciente para ir a Villena sin falta a ver su bolo con la ilusión añadida de poder disfrutar en esta ocasión también de sus ‘nuevos’ temas, y lo entrecomillo porque ya llevan bastante rodaje.
Un placer, como siempre, tomarme unas birras con mi querido colega Popi y sus colegas de Valencia (David y Rebeca), así como nuevas amistades como Cristina (Caudete), Jose (Elda) y toda la peña en general que estuvimos allí codo con codo, disfrutando, cantando y regocijándonos en un gran concierto de Hard Rock que serviría de antesala (de lujo, eso sí) para el gran festival de festivales. Esperemos que los organizadores tomen buena nota de lo que sucedió allí esta noche y podamos verles muy pronto formando parte del cartel, porque calidad les sobra y siempre me faltan muchas bandas de este estilo en el festival. A las pruebas me remito:
Aunque la hora indicada en el cartel eran las 19:30, los propios músicos ya me adelantaron que nos lo tomáramos con calma, y es que el concierto no comenzaría hasta más de una hora después. Mientras tanto, se subieron al escenario para empezar a calentar, afinar y ecualizar los instrumentos. Obviamente, en esta primera salida a escena (con Angel of mine, por cierto), la banda se mostró un tanto fría, ya que realmente no formaba parte de su show. Lo que veríamos después fue la antítesis de todo lo dicho hasta ahora, una FIESTA de Hard Rock, con mayúsculas y en todo su esplendor que sin duda hizo las delicias de todos los que estuvimos allí y nos lo hicieron pasar como cochinos en excelente compañía.
Nos pillaron un poco desprevenidos en la barra, cuando los tambores de J.C. Moreno, alma matter de la banda junto al vocalista, arrancaron uno de los temas estrella de su último redondo, esa Only one flag, que resultó absolutamente perfecta para lanzar el concierto y empezar a comulgar con el cada vez más abultado público que nos reunimos en el Valhalla, a la que siguió, tras un buen agudo de Franco, una mucho más desbocada On the edge, que tira por derroteros un poco más Heavys, también del mismo disco. Pero la banda no solamente se sirvió de su música y de su gran talento compositivo y musical para agradar. Muy pronto (como era previsible) el escenario se les quedó diminuto, y primero Franco, el vocalista, y después Dave, guitarrista empezaron a saltarse literalmente los límites para acercarse a la peña, este último haciendo cabriolas, girando la guitarra a su alrededor y levantando el mástil, subiendo la temperatura también con sus solos. A sus espaldas, otra de las recientes incorporaciones al grupo, Pablo Peña y su gigantesco teclado que a pesar de que sonó bastante poco (por el volumen, más que por otra cosa), le metió ese punto extra melódico a los temas que tanto me gusta: a algunos como Angel of Mine les sentó de puta madre, un temaco que tampoco faltó en vivo la primera vez que tuve la ocasión de verles todavía como Papa Serpiente. El cambio de nombre por S.N.A.K.E. ha venido un poco ligado a esa internacionalización de su sonido que hemos podido disfrutar en su segundo cd. Y sinceramente, para mí han salido ganando muchísimo, con una ambientación todavía más clásica, más ochentera concretamente, y con ese punto comercial que personalmente me encanta.
J.C. Moreno es una bestia imparable tras los timbales. Recuerdo muy bien aquella vez junto a Beethoven R me quedé especialmente con él y con su forma de tocar el instrumento. Muy rodado y polifacético, le metía a caja y bombo con gran intensidad, destacando bastante su instrumento a pesar de estar algo encajonado por el tamaño del escenario. Sin duda un estilazo de los que te hacen quedarte con la copla. No obstante, lleva un gran peso de la banda a sus espaldas. Rebirth, el corte que abre su “Rock Evolution” fue una muestra de la constante mejora en el sonido del show, y también cuando Dave se soltó por completo y, juntando espaldas con su compañero Jorge al bajo, demostró que tiene un buen nivelón, al principio le vi un tanto nervioso, pero cuando dio rienda suelta a sus instintos ya fue imparable, bajando del escenario cada dos por tres y metiéndonos unos solos muy bien ejecutados en nuestras narices. Dio gusto ver a todo el mundo coreando la melodía principal. Vuelta a terrenos más ochenteros con Somewhere in the night, y es que el ritmo del concierto fue muy bien estudiado por la banda gracias al setlist. No se centraron en sus temas más comerciales (me faltó, de hecho, Don’t say goodbye, que me flipa), pero tampoco hicieron un show excesivamente rápido, se centraron en mantener la cadencia general que creo que quieren ofrecer. Así pues, una melódica y ‘eclipsiana’ (y con buenos coros por parte de Jorge, por cierto) This song forever dejó paso a la más intensa Bullet for you, en la que llegó el turno de Jorge (bajista) de pisar el suelo y unirse al respetable tocando. Y dicho sea de paso, me encantó su actitud descarada, despatarrado, con mallas y con cuero, ese es el comportamiento correcto encima de un escenario, y a muchos este tipo de detalles nos hacen venirnos tan arriba como lo estaba ya la propia banda, con birras que iban y venían y se paseaban por todo el escenario. Importante cómo sacaron partido de un espacio tan pequeño: hace más el que quiere que el que puede. Con el calor que hacía en el pub no me extraña la enorme sudada que llevaba su vocalista Franco, que se estaba dejando la piel sobre el escenario, cantando de puto lujo y dándonos a probar en cada tema distintas muestras de su interesante y muy particular registro vocal, como en You keep on shining, que una vez más, conquistó al respetable con un tono deliciosamente comercial solo a medias, arropada por unas geniales baterías.
Dave se creció abajo del escenario y se curró un gran solo con distintos niveles de intensidad para dar paso a uno de los momentos que para mí fue de los más especiales del show: Ho bisogno di Te, un tema cantado en italiano (el idioma natal de Franco) muy bonito, muy lento, con teclas añadidas y un sonido 100% AOR de la vieja escuela que disfruté muchísimo pese a que no todas las opiniones fueron como la mía, pero a mí me ganaron con ella. Para mí, bestial. Franco aprovechó para presentar a su banda, nuevos componentes incluidos, y tomarse un descanso todos ellos para volver al poco rato con los bises (lo justo para echar un pitillo en la calle y refrescarse el gaznate). Bises que no podían ser mejor disparados que con Wasted Years (Iron Maiden) que incendió la sala inmediatamente, con la peña haciendo headbanging incluso en primera fila. Una vez caldeada la sala tras la relajada balada, tiraron de uno de los temas más celebrados, la esperada Never surrender que muchos estábamos deseando escuchar, uno de sus temas bandera que compusieron todavía bajo el nombre de Papa Serpiente, aunque a mí me moló todavía más Can’t stop this feeling, una de las canciones con más ‘punch’ que han compuesto en toda su carrera, y lo mejor de todo es que pese a que el sonido no fue el mejor, transmitieron toda esa esencia en directo, tanto J.C. Moreno y su gran pegada hardrockera como Franco, en unos registros que, al menos en disco (y llamadme loco si queréis) me recuerdan en algún fragmento a los de Paul Di'Anno. Para chapar su concierto, nada mejor que uno de los temas que más fuerte les empujó en aquellos conciertos de presentación de su primer disco (obviando la maqueta), hablamos de Rock Evolution, en la que Dave nos pidió colaboración para cantar el estribillo, y bien que lo hicimos a puño levantao. Pero no contentos con eso, tan animados como estaban y con todo el pub gritando ‘otra, otra, otra’, Franco se fue entre bastidores para sacar ondeante una bandera con el logo de la banda para entonarse (otra vez) el Only one flag con la que abrieron el concierto. 3, 2, 1… GO!!!!
Creo que la opinión fue unánime: S.N.A.K.E. gustaron a rabiar, tanto para los que los conocemos desde ya hace tiempo y les seguimos como a los nuevos fans que se ganaron a golpe de sudor, soberbio Hard Rock melódico y unas maneras de excelente clase sobre el escenario. Y es que hablamos de una banda que ya se lo sabe hacer bien, con más de 10 años de carrera y con, según me adelantó su batería, muchos proyectos de futuro, así que si os mola este rollo que hacen, no dejéis de seguirles porque seguro que pronto habrá sorpresas desde el seno del grupo. Para finalizar, agradecerles su amabilidad como personas y desearles lo mejor con esta nueva formación y sus planes próximos y que sigan comiéndose los escenarios de esta forma.
Cuando terminó salimos del pub, escapando un poco (tampoco mucho) del infernal calor que hacía dentro para charlar un rato con la peña y echar el último filtro antes de volver a casa. A partir del día siguiente y tempranito empezaría esa gran batalla que se libra sí o sí todos los años y de la que no queda otra opción que salir vencedores: El Leyendas del Rock.
Nos leemos en breve.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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