Era algo que era cuestión de tiempo que volviese a suceder. Hay un dicho por aquellas mágicas tierras que lo expresa con claridad: El que va a Wacken, repite. Y es cuestión de tiempo también que vuelva a suceder, que vuelva a verme en la tierra sagrada del Metal. Cada cuál tiene su opinión, están los defensores a ultranza de los festivales españoles y los detractores mas acerrimos. No lo voy a negar, yo hasta hace poco pertenecía al primer grupo. Siempre decía que hay que apoyar los grandes festivales españoles de metal, para que sigan creciendo, prosperando, blablabla. Muchas veces me he sentido estafado y aun así, he vuelto una y otra vez. Pero cada vez que he marchado a Wacken, al volver he visto las cosas con más claridad. No hay color. Es otro espíritu, es otra cultura totalmente opuesta a la nuestra. Wacken es la capital mundial del Metal, y este mote no es fortuito, y por ello con el tiempo he ido relegando los festivales españoles al olvido. Ya no quiero dormir en mi tienda sobre un secarral, con las manos hechas polvo de intentar clavar las piquetas. Ya no quiero pagar 5 euros por un bocadillo con pan de hace 3 dias y con dos tristes longanizas. En los dos años que he ido, todavía no he visto que nadie me pusiera mala cara al servirme. Todavía no he visto a ningún segurata tirar al suelo ni pegar a nadie. Tenlo claro, si quieres calidad, no la vas a encontrar en festivales españoles, al menos en los mas grandes. Si amas el metal tanto como yo, es cuestión de tiempo que te des cuenta que debes acabar cada año en Wacken, la meca, la tierra sagrada, probablemente uno de los poquísimos lugares en la tierra donde puedo ser completamente feliz. Damas y caballeros; esto fue, a grandes rasgos, Wacken 2010.
Miercoles dia 4. Tras un largo viaje en autobús que hizo escala en la preciosa ciudad de Ámsterdam, llegamos al festival y todavía no han empezado los conciertos, ni siquiera han abierto las vallas para entrar al camping, cosa que no tardaran en hacer. Los del grupo de Valky entramos con toda la ilusión del mundo y cada uno monta su tienda, su casa durante los próximos 4 dias. Es un dia para el descanso, a pesar de que por la tarde había algo interesante, como Fiddler’s Green, banda de Folk con una carrera bastante dilatada, los gaiteros Red Hot Chili Pipers (que nadie se lleve a engaño con el nombre, no acaba en Peepers), o los vikingos Svartsot, pero yo preferí descansar, arreglar bien mi tienda, visitar en el Metalmarket decenas y decenas de puestos de ropa, bisutería y demás y quedarme absolutamente alucinado con la zona Vikinga, la cual todavía no había tenido la oportunidad de ver y que realmente se ha convertido en una parte importante de Wacken. Allí puedes comer, participar en distintas pruebas e incluso dejarte torturar en zonas habilitadas para ello. Por la tarde, inesperadamente cayo una tromba de agua que duro unos pocos minutos, pero fue muy intensa, lo que nos obligo a retirarnos a las tiendas, para luego volver a emerger a la luz. Más tarde, a una hora prudente, me retire a dormir. El Jueves seria un día muy grande, como rezaba una de las camisetas de Wacken, un dia para recordar.
Jueves día 5. Duermo hasta bien pasado el mediodía, a pesar del sol, intento permanecer sobando hasta que me duela la espalda de no poder más. Soy consciente de que al despertarme, la emoción de lo que espera no va a dejar que vuelva a tumbarme hasta que caiga la noche y todo termine. Espera un día alucinante, de los que no se olvida nunca. Por el día mi única actividad es visitar una vez mas las tiendas con mi colega Ángel y ver muchas cosas interesantes, aunque el capital del que dispongo para gastar es realmente poco. Por la tarde, después de comer, empieza la verdadera aventura. Y es que en este Wacken por fin he podido hacer lo que más me gusta, y es que prácticamente la única razón por la que voy allí es… ver conciertos. Ver muuuchos conciertos, todos los que pueda y más, hasta caer de rodillas, que para el turismo siempre hay tiempo y para mi no era el momento.
Sobre las 16:00 comienza un concierto de calentamiento, pero con varias sorpresas muy agradables. La banda se llama Skyline, pero no hicieron un concierto normal y corriente, si no que contaron con invitados de autentico lujo, como la grandísima Doro o el pequeño gran UDO. Fue la propia diva quien comenzó el show con ellos, cantando We are the Metalheads, autentico himno del Wacken. El momento de escuchar el tema desde fuera, y empezar a correr y hacer headbanging al mismo tiempo para llegar al escenario no tuvo precio, fueron para mi los primeros acordes de Wacken y solo de recordarlo me exalto de verdad. Sin dejar el escenario, siguió Doro a la voz mientras la banda interpreto el clásico de Warlock All We Are. Tras unas buenas versiones hechas por los propios Skyline, clásicos como Breaking the Law, Shot Down in Flames o Holy Diver, subió UDO al escenario, desatando el clamor
de la gente, avida de Metal, y UDO les dio lo que pedían, el himno 2010 del Wacken y como yo esperaba, algún temita guapo de Accept, que fue Balls to the Walls.
Cuando estábamos en las tiendas esperando a que comenzaran las bandas que nos interesaban (los antes mencionados Skyline para empezar) pasó la gente de Vita Imana por allí, muy majos, invitándonos a acudir a su concierto. Recuerdo, para quien este despistado, que Vita Imana fueron los ganadores de la batalla de bandas española realizada para esta edición de Wacken. Por supuesto, terminamos acudiendo a la cita, y aunque ya cogimos el concierto empezado, no se puede ignorar que esta gente tiene un gran potencial, sobre todo para meter caña, y bastante buenos como músicos. Más de uno lo flipo viéndoles, y eso se noto sobre todo en la tremenda acción que se monto en el centro donde estábamos los espectadores. Personalmente, me gusto en parte. Su Death Core era muy potente y agresivo, pero ese regustillo Core me sobró en muchas ocasiones, hubiese preferido algo mas clásico, pero como ya digo, fue una corta pero muy buena actuación. Cuando termino, mucha gente iba preguntando por la procedencia de esta banda, que si siguen con ese espíritu pueden tener bastante futuro. Por cierto, en ese concierto ya empezó a notarse que el escenario de la carpa (el WET) iba a ser un constante tornado de polvo sobre todo en los conciertos mas tralleros. Pero lo gordo, lo realmente espectacular y grandioso de la noche, estaba a punto de empezar minutos después de este concierto.
Y no se me ocurre otra forma mejor de empezar la gran velada que nadie olvidaría con todo un maestro, un personaje que ha trascendido mas alla del actor que lo interpreta, una figura inconfundible e imprescindible en la historia del rock como ha sido, es a sus 62 años, y seguirá siendo Vincent Furnier, más conocido por todo el mundo como Alice Cooper. El rock corre por sus venas desde que comenzó con su primer proyecto hace más de 40 años, nada menos y hoy en dia ha transmitido esa pasión a modo de influencia a muchísimos músicos, tanto en lo puramente musical, como en estética, como escénicamente. Y es que no se conforma con salir, tocar y despedirse abandonando el escenario. Alice Cooper poner sobre las tablas un montaje realmente impresionante, en donde todo esta milimétricamente preparado y calculado. Las luces, los disfraces, las actuaciones… todo esta concebido para
sorprender e impactar. Realmente conté unos cuantos cambios de escenario, de disfraz y de papel y un monton de personajes sobre el escenario, dependiendo de la canción que sonara de trasfondo. Lo mejor de todo es que si el setlist fue totalmente genial, empezando con temas tan miticos como No More Mr. Nice Guy, I'm Eighteen o Go To Hell, la escenografía lo complementó perfectamente. Sin embargo creo que lo que más me llego de todo es
precisamente que comenzara su setlist con su tema mas conocido y emblemático School’s Out, donde la peña literalmente flipo. ¿Que mejor manera de calentar el ambiente de forma instantánea? Su setlist estuvo basado sobre todo en temas más antiguos, sobre todo de su época de los 70, temas extraídos de discazos como “Alice Goes to Hell”, “Welcome to my Nightmare” o “Killers”. No obstante, también hubo lugar para algo de material de los 80, como Poison, uno de los temas más esperados de la tarde que fue la única canción que tocó de mi disco favorito, el “Trash”. Seguidamente, uno de los momentos mas emotivos, la preciosa balada Only Women Bleed una canción que enamora a primera escucha y que en directo ya es alucinante. Aunque también dejo caer temas raros que no se muy bien que pintan teniendo una discografía tan extremadamente amplia, o algunos mas modernitos que tampoco encajaban en mis gustos como Dirty Diamonds (pero al menos no nos llego a torturar con temas de su época ida de olla). Sin embargo, muchos pensábamos, si empezó de esa forma, ¿como terminaría el concierto? Pues la respuesta fue con un clásico tras otro, coreados por todo el mundo, empezando con Billion Dollar Babies, Killer o I Love the Dead, siguiendo con la onda setentera que se empeño en darle al concierto. Si esto hubiese sucedido hace mucho tiempo me habría decepcionado tremendamente, pero con el paso del tiempo le he ido pillando el gusto a sus discos de esta época hasta comprender que es donde esta su fuerte, su gran época. Sin embargo, insisto en que podría haber metido algo mas de su época ochentera. ¿Que más? Ya tocando el final, la super rockera Under My Wheels, otra de mis canciones favoritas, Elected (¡¡¡¡genial genial y genial!!!!) y algo que a
buen seguro nadie esperaba (este hombre es un genio xD) ¡¡otra vez el School’s Out!! que sorprendió a base de bien a todo el mundo y nos hizo tocar el cielo a base de saltos. Entre enfermeras ensangrentadas, muñecas hinchables maltratadas, jeringuillas gigantes, camisas de fuerza, sillas de ruedas, horcas, guillotinas, princesas, tesoros y hasta un enorme ciclope que salto al escenario n os hizo pasar una hora y media que difícilmente podremos olvidar, además acompañado por unos músicos de lujo.
Sin cambiar radicalmente de estilo musical del Hard Rock, esta vez enfocado a la época dorada de los 80, y media hora escasa tras terminar el gran Alice Cooper, otra gran actuación aguardaba. Gran actuación y gran banda, los Motley Crue, que al igual que con Alice Cooper, fue mi primera ocasión para verles en directo, y espero que no la ultima ni mucho menos. Y sinceramente, mis expectativas eran mas bien tirando a bajas tras leer opiniones, escuchar comentarios… etc, sobre anteriores conciertos recientes de la banda. Mucho me han hablado de lo acabados que están, de su poco engrase como banda a estas alturas… Pues bien. Me alegro de no haber perdido la fe en ningún momento y haber acudido al concierto situándome con mis colegas Angel y Juanmi lo mas próximo al escenario que pude, porque sin duda para mi, fue el mejor concierto del Jueves. Antes de comenzar el “ruido”, ya apuntaban muy buenas maneras con el escenario, con edificios recreando una especie de ciudad y un logo bien grande con el nombre de la banda en el telón de atras. Y los fogonazos empezaron a salir de los edificios, junto con un buen puñado de fuegos artificiales cuando comenzó la gran fiesta con Kickstart my Heart… ¡¡¡nada menos!!! Vaya temazo y vaya forma de empezar un concierto, por ello es por lo que digo que fue una fiesta continua y Wild Side, que personalmente me encanta, y la mas heavy Shout at the Devil de su disco homónimo no hicieron mas que confirmarlo. Nada de apalanque por parte de los músicos, con la excepción lógica de Mick Mars que debido a su enfermedad siempre se mantiene en un segundo plano en el aspecto visual. Vince, a pesar de que se notaba que algunas notas le daban más trabajo del debido, creo que sigue manteniendo un nivel vocal realmente bueno, a parte de algún momento de desafino, para su edad y los excesos que ha cometido en su vida, hay que ver como sigue cantándola frenética Live Wire, por ejemplo, o Looks that Kill. Por cierto, que el desfase llego hasta alguna que otra femina en el publico, enseñando las tetas por encima del publico (se nota que aquello no es España xD). Algun huequecito (aunque poco, por suerte) hubo para su ultimo disco, que no esta nada mal. Saits Of Los Angeles es un tema que me ha ido gustando más cada vez que lo escucho, y no podia faltar en su setlist, lo disfrute muchísimo, y sono increíble, mucho mejor incluso que en disco, asi
como Mutherfucker of the Year, que aunque me gusta bastante menos por su esencia mas moderna, no es lo peor del disco tampoco. El punto de desenfreno lo siguieron poniendo temazos del Dr. Feelgood, en mi opinión su disco mas comercial (y del que cayeron mas que de ningún otro) como Don't Go Away Mad (Just Go Away) o la ultra-fiestera Same Ol' Situation (S.O.S.) que tanto Vince como Nikky se encargaron de que cantaramos a pleno pulmon. Hablando de Nikky, creo que estuvo un poco en segundo plano, no se dirigió demasiado a nosotros, pero hizo una actuación impecable, con su forma tan brutal de aporrear el bajo. Al igual que Tommy Lee, sin dar demasiado la nota, hizo una actuación más que correcta tras la batería. Tras Ten Seconds to Love y Primal Scream, que anunciaban un próximo final, llegaron los bises después de un corto descanso. Nos preguntaba Vince si nos sentíamos bien, y ante la respuesta positiva del gentío, comenzó a tocar esa pegadiza Dr. Feelgood y la más esperada y facilona, Girls Girls Girls que nadie dejo de cantar. A mi en general se me hizo un concierto realmente corto a pesar de que duro una hora y media. Pero es lo que tiene que durante todo el concierto no paren de caer temazo tras otro, de esos que te sabes de memoria de haber escuchado mil veces y no puedes esperar a dejarte la garganta berreándolos en concierto.
El sol había caído ya y la vaca sagrada de Wacken estaba en llamas. Aunque era muy pronto todavía, ya llegaba lo que teóricamente venia a ser el plato fuerte de la noche y uno de los puntos fuertes de este Wacken. Aquellos que nunca fallan, nunca decepcionan. Iron Maiden, formados por Brice Dickinson, el hombre de la voz de hierro. Tres autenticos hachas, tres monstruos de la guitarra como Dave Murray, Janick Gers y Adrian Smith que rozan la perfeccion en directo. A los palos “de acero” Mr. Nicko Mcbrain, un hombre que ha ido mejorando con el tiempo, si bien empezó siendo un batería grandísimo, a dia de hoy se puede considerar directamente como uno de los mejores, tiene creatividad, tiene pegada y muchísimo estilo, una pieza clave en Iron Maiden. Y no olvidemos al hombre que esta detrás de todo, el cuarto hacha, con su bajo usado a modo de ametralladora, Steve Harris, que a tantos bajistas y bandas en general ha influenciado. Tras esta (totalmente innecesaria, lo se) presentación, había dos formas de tomarse el concierto debido al setlist. De forma positiva, intentando escuchar y disfrutar temas solamente de los cuatro últimos álbumes, entre el "Brave New World" y el póximo, "The Final Frontier" (ya al final vendrían los clásicos, aunque con cuentagotas) algunos realmente difícil de escuchar en directo, junto a la presentación del tema que ya anda circulando por internet hace algunas semanas, El Dorado. La otra forma de ver la actuación es con pesimismo, criticando a la banda por no tocar clásicos y con gran decepcion al ver un setlist poco apetecible, saliendo algo hastiado del concierto. Personalmente, como ya conocía el setlist que iban a tocar, intente ver el concierto con filosofía. Hace dos años ya vi probablemente el mejor setlist que han llevado en su h historia, 100% autenticos clásicos de todos sus discos. Esta vez tocaba afrontar que iban a sonar temas menos conocidos, algunos realmente buenos como Ghost Of The Navigator o These Colours Don't Run que pese a no ser iconos de la banda, tanto Dickinson que las canto exquisitamente como el resto de la banda pusieron tanta o más pasión que en otras ocasiones. La mejor cara del concierto en mi opinión, era sin duda los temas del Brave New World. Y esque como fan de Maiden unos cuantos años, creo que es su mejor disco desde, al menos “Fear Of The Dark”, por lo tanto para mi fue un placer ver empezar el concierto con uno de mis temas favoritos de la banda como The Wicker Man con headbanging y air guitar a saco, disfrutando de cada guitarrazo y cada golpe. Al poco, intercalaron Wrathchild como clásico para “descansar” un poco, pero ya a partir de ahí y hasta el final sonarian canciones mas largas, actuales, y algunas de calidad aunque un tanto pesadas, como The Reincarnation Of Benjamin Breeg o Wildest Dreams que nunca me llego a gustar demasiado (hubiese preferido mil veces Rainmaker, que aun no se porque diablos no tocaron). El momento lento y mágico de la noche llego con uno de esos temas que por mucho que escuche jamás me cansan y dependiendo del momento son capaces de ponerme los pelos de punta: Blood Brothers, uno de esos temas que sin saber muy bien que es, tiene algo mágico que me llega y me llena. Y encima, dedicada merecidamente al gran Ronnie James Dio que desgraciadamente nos dejo hace bien poco. En algún momento del concierto me pareció que iban a tocar otro tema (a parte de El Dorado) de su próxima entrega “The
Final Frontier” pero tan solo estaban presentando el disco, y dando datos como su fecha de salida. Por cierto, sigue sin entrarme el tema nuevo. Aparte de
esta, o por ejemplo de No More Lies (que tampoco me llega demasiado) creo que la parte buena de tocar temas “no clásicos” es que, al menos, eligieron lo mejor de cada disco y fueron coherentes. La última de esta “clase” que sonó fue Brave New World, que parece ser muy popular entre la peña ya que fue muy canturreada aunque yo prefiero otras del mismo disco como The Thin Line Between Love and Hate. A partir de ahí, la gente que fue tan solo por sus temas de toda la vida pudo respirar tranquila, porque temazo tras otro, fueron sonando los acordes mas miticos que ha escrito esta banda. La tenebrosa, a su manera, Fear Of The Dark ya levanto Wacken patas arriba, empezaron a verse los primeros mosh (moderados…) por el centro y parecía que todo cobrara una nueva dimensión. Iron Maiden, que otrora utilizaran para cerrar el concierto, fue en esta ocasión la ultima antes de los Bises y fue precisamente cuando salió a escena el monstruo Eddie, esta vez con la estética que le han dado para el próximo álbum. Por supuesto, no pudo faltar su pelea con el feote de Janick Gers, guitarra en mano. Su vuelta fue por todo lo grande. The number of the Beast hizo arder casi literalmente al publico, que entre la escasez de temas clásicos, y la espera de algo realmente rápido y cañero, se desato completamente cantando el Six Six Six!!! Y como no podia faltar, otra de las que siempre encandilan, Hallowed Be Thy Name con la que definitivamente me acabe de dejar la voz. Destacar lo bien que la canto Bruce. Y todavia quedaba el, para mí, inesperado final con Runing Free. De verdad, cada vez me sorprendo más de cómo canta este hombre, hasta los temas mas difíciles de cantar los borda. Cada vez canta mucho mejor, solo hace falta comparar el Life After Death con cualquier directo mas actual.Y para el grupo en general, aunque mucha gente alega que no sirve de nada que haya tres guitarristas, yo opino que, a parte de que le dan mucho juego en lo visual, los tres son impresionantes guitarristas y lejos de taparse o solaparse, se complementan a la perfeccion. En definitiva, un concierto especial de Iron Maiden, diferente para bien o para mal, al que yo personalmente recomendaría acudir con los temas bien escuchaditos si no se ha hecho ya, e intentar disfrutar de canciones mas técnicas y largas, que también tienen gracia y mucha.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
hola, este año voy a wacken. Puedes indicarme donde dormir? ando perdidisima
ResponderEliminarSònia
Muy buenas Sonia. Si te refieres a hotel u hostal, allí poco vas a encontrar, ya que es un pueblecito y no hay mucha cosa, aparte que las reservas se hacen con muchísimo tiempo de antelación y ya no quedará nada. Yo te puedo decir que las cuatro veces que he estado he dormido siempre en el camping, es una zona verde con hierba y terreno bastante mullido. No hay sombras, pero no tiene ni punto de comparación con cualquier camping de festival español que puedas haber estado, es infinítamente mejor.
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