Estando aun presente la amenaza de lluvia que distintos sitios webs vaticinaban para casi todos los días del festival, comenzaba la segunda jornada Wacken, tras un jueves muy, muy intenso con tres gigantes del rock como fueron Alice Cooper, Motley Crue y Iron Maiden. En el cartel del viernes no figuraban tan grandes estrellas, pero si es cierto que iba a ser un día mucho mas movido que el anterior (que al fin y al cabo, solo constó de tres conciertos). Me ilusionaba mucho la gran variedad de grupos y la posibilidad de descubrir a muchas bandas nuevas, que apenas había escuchado pero si tenía muchas ganas de ver como sonaban en vivo, pese a que, como todos los días, siempre había algunas actuaciones que solapaban a otras y también pese a que para mí el día fuerte seria el sábado. Fue por solapamiento, pero también por prontitud el motivo por el que no llegué a ver a los thrashers Suicidal Angels. El tema es que les tenia muchas ganas y los tenia remarcados en la lista personalizada de mis bandas para ese día, pero la hora era un poco cruel para tocar y además solo podía ver 10 minutos de su show antes de que empezara el siguiente. Poco después, comenzaría la traca ese día. Intentaré describir de la manera más fiel posible lo que viví aquel día. Aunque escriba en pasado, en realidad tan solo hace unos días, pero como este Agosto no he parado ni un momento, la crónica viene con un poquito de retraso ;).
Era casi la una del mediodía, una hora que seguía siendo algo inapropiada por el calor para comenzar a darle caña al cuello, pero la banda con la que empecé realmente valía la pena. Orphaned Land, una banda procedente de Israel con cuatro discos pero con una dilatadísima carrera encima de los escenarios (creo que desde principios de los 90, ahí es nada).
Su estilo y sonido esta muy lejos de lo que uno se puede imaginar cuando piensa en death metal con toques progresivos. Se podría decir que su música es 100% oriental, y a partir de ahí, se puede encasillar dentro del death progresivo, pero con un sonido y una ambientación muy personal. Su último disco me sorprendió gratamente, "The Never Ending Way of ORWarriOR" y es cuando comenzó a dispararse mi curiosidad por esta banda. Pasemos a su directo. Lo primero que llama la atención es el atuendo con el que salió a cantar su vocalista, vestido con una bata blanca, muy rollo religioso (aunque mas tarde, a modo de cachondeo, aclararía que el no es Jesús) y el amenazador aspecto de su bajista que contrastaba con el buen rollo de su guitarrista y la alegría que transmitía. El sonido, al menos desde primera final donde estábamos, era bastante bueno. Alrededor de nosotros decenas y decenas de israelitas apoyando al grupo de su país. Destacar ante todo el buen hacer de su vocalista, que cantaba francamente bien, modulando a la perfección su voz tanto en guturales, registros mas chillones y voces limpias, ayudado por los coros de un guitarrista solista la mar de técnico que fue de lo mejor del concierto. Me quedo con Sapari por ser de las pocas que conocía y que me gusto mucho. Al final, salió un cantante (desconozco quien era) y ayudo al vocalista en su hacer, cantando también magníficamente.
Fue una lastima, pero para ver un escaso cuarto de hora a los Astral Doors, que también figuraban en mi setlist personalizado, decidí ir a comer y coger fuerzas a la tienda, que Wacken no había hecho mas que empezar y era lo suyo ir con pies de plomo y racionar energías. A la próxima no me los pierdo, todos me hablaron muy bien de su actuación. Por cierto, que en el Party Stage vi como estaban preparando los de Voivod su actuación, no se a que se debería, pero teóricamente les tocaba actuar bastante mas tarde. Debió ser algún rollo con los horarios, pero de todas formas ya les vi el año pasado y sinceramente, me aburrieron bastante…
A las 15:30, todavía con pleno sol, empezaron los Die Apokalyptischen Reiter, una banda de los más extraño y curioso. Pero por alguna razón, sabía que iba a ser el típico grupo que, pese a apartarse de encasillamientos y demás, me iba a sorprender. No soy muy amigo de bandas que mezclan varios estilos en un mismo concierto, pero en esta ocasión me gustaron mucho. Cantaban en alemán, por lo que desconozco la temática de sus letras, pero por la música en sí se podía adivinar mucho buen rollo, además, el publico enloquecía con ellos, por lo visto estos si son profetas en su tierra (y es que Alemania es mucha Alemania). En la puesta en escena, aparte del telón que llevaban de fondo, salta a la vista la forma tan extravagante que tienen la mayoría de sus componentes de vestir, que llega a su máximo esplendor cuando uno se fija en su teclista (¿Cómo no hacerlo?) vestido al estilo sado y constantemente balanceándose en un columpio hecho con esposas y demás instrumentos. No me parecieron especialmente grandes músicos, pero no se puede negar la originalidad de esta banda, que empezaron en sus inicios con death metal, pasando por folk, thrash… en el concierto hubo un poco de todo, aunque predomino el ambiente mas heavy / rockero, haciéndose por momentos la banda uno solo con el publico, comulgando perfectamente y casi fundiéndose cuando tocaron casi al final We Will Never Die que al parecer es su mayor éxito, uno de esos temas que no te puedes sacar de la cabeza nada mas escucharla una sola vez. Además, aprovechando que esto es Wacken, presentaron un tema que todavía no habían tocado hasta la fecha para deleite de sus seguidores.
Por cierto, a modo de pasada, comentare que mientras esperábamos a que comenzara el siguiente grupo, vimos un par de temas de los black metaleros Endstille y decir que me sorprendieron bastante, no esperaba que sonasen tan tremendos. ¡Menudo atajo de cerdos! ¡Como sonaban! Daban ganas de irse hacia adelante a ver si lanzaban un poco de sangre con la que iban cubiertos desde el escenario.
¿Y que tal un poco más de tralla ahora? Pues vamos allá que ya han empezado los Evile. Uno de mis fijos del viernes, de los que no me iba a perder por nada. Tras escuchar su primer disco desde que salió, no he podido evitar obsesionarme con verles, ya que fue una de las mayores revelaciones del año. Por fin, en Wacken (donde si no) tuve la oportunidad. Sobre el escenario fueron un autentico torbellino de thrash metal, del rápido, del furioso, sin dejar de
saltar, hacer headbanging, correr, golpearse… maneras que transmitieron al publico y es aquí donde vi el principal fallo de ese escenario, la mortal nube de polvo que se formaba a poco que la peña comenzara a formar mosh o circle pits. Y es que desconozco si al principio había hierba donde ahora había un mar de arena, pero era realmente molesto intentar ver al grupo con la camiseta por encima de la nariz para no respirar tierra. Su ultimo disco, aunque creo que no llega al nivel del primero, también suena muy potente e incluso mas bestiajo, pero me gustaron mucho mas las de su “Enter the Grave” concretamente la propia Enter the Grave que sacudió a la peña para terminar, y creo una de las mayores masacres que llegué a ver en todo el festival, aunque la pena es que no me pude enterar demasiado bien de lo que pasaba sobre el escenario por la espesa muralla de polvo que me separaba de él.
Trocito de Lizzy Borden, tan solo dos o tres canciones, entre ellas una de las mejores de su disco del 2007 (y creo que ultimo hasta la fecha) “Appointment With Death”, Tomorrow Never Comes, melódica y ochentera, onda que imagino que seguiría el concierto entero, seguida de Red Rum, de mi
disco favorito de la banda “Love you to Pieces”. El tema es que decidí ir a ver a Kamelot dando por hecho que a Lizzy Borden les vería en el Leyendas del Rock (pobre iluso de mi… ya comentare cuando haga la crónica) porque si no quizá me hubiese quedado. La cosa pintaba realmente bien, a parte de los dos temas anteriormente mencionados (y a pesar de que el escenario estaba cubierto por un dedo de tierra) había buen sonido, y pintas muy guapas, el propio Lizzy vestido de la muerte, un guitarrista que todavía mantenía parte de ese rollo ochentero en su peinado y dos féminas que estaban de toma pan y moja vestidas de angelitos pululando a su alrededor. En fin, ya volverá… espero.
Vayamos ahora con Kamelot, donde me acompaño mi colega alcoyano JuanMi. Sin agobios, nos situamos bastante alejados del escenario, lo justo como para poder ver más o menos bien el concierto sin entrar en demasiados apretujones. Lo cierto es que estaba bastante lleno, es una banda que cada vez, por lo visto, atrae a más gente. El telón de fondo era enorme, de color azul oscuro y bastante llamativo. Una vez más, salieron a escena haciéndose acompañar de una corista que ayuda a Roy a las voces. Hablando del vocalista, decir que me sorprendió para bien su forma de cantar. Las últimas veces que les vi, sinceramente, me dio la impresión de que necesitaba seriamente un descanso, pues ya no solo a los tonos más agudos, si no a los intermedios le costaba un mundo llegar. Parece que el tiempo ha jugado a su favor y al menos en esta actuación, volvió a ser el polivalente vocalista que tanto disfruto de escuchar. Abrieron con Ghost Opera (por cierto, buenísimo el clip) con esa caña general y ese toquecito progresivo marca de la casa y los coros, aunque algo desafinados al principio, geniales e imprescindibles para este tema. Sin salirse del disco, The Human Stain siguiendo con la cara mas “progresiva”. Imprescindibles de nuevo los coros en el estribillo. En verdad tanto Black Halo como Ghost Opera son grandes discos que en directo funcionan cojonudamente. Pero Kamelot, a lo tonto ya tiene una larga colección de álbumes a sus espaldas y era cuestión de tiempo que cayeran la gran Center of the Universe, The Haunting (esta vez sin la ayuda de Simone Simons, como hace dos años) o la guapísima, con esos toques arábigos: Karma. Y esta vez dejaron para el final Forever uno de sus temas más famosos, por fin cantada como Dios manda, sin gallos ni desafinamientos.
La duda que tenia sobre si ir a ver o no a Tarja se disipo rápidamente cuando vi en el running order que coincidía de pleno con los suecos Arch Enemy comandados por la rubia Angela Gossow y el pelirrojo (ya que estamos) Michael Amott. Tarja lleva una gran banda que merece la pena ver, pero Arch Enemy prometen más tralla y espectáculo, y en ese momento era lo que más me apetecía. Y además, fue el momento en que nos juntamos un buen puñado de la gente que habíamos ido en el viaje: Valky, Pirata, Lucy, Perales… así que todo preparado para la fiesta, y mas todavía teniendo en mente el conciertazo tan impresionante que dieron el año pasado en Lorca. El sitio donde estábamos situados no era el mejor para apreciar el sonido, pero yo diría que Angela esta vez si que estuvo pletórica, sin ronqueras ni afonías, dando el do de pecho a pleno pulmón. Además, como buena frontwoman que es, demostró que puede ser tan bestia en el escenario como le de la gana. La lista de temas que tocaron, quizá no me gusto tanto como en la anterior ocasión (tampoco tuvieron tanto tiempo), aunque no faltaron los clásicos Dead Eyes See No Future o We Will Rise ya casi al final unidos a temas de su ultimo disco (DISCAZO) que me encantan, y mas en directo, como Revolution Begins (creo que la única que metieron). Sin embargo, el hecho de no tocar Diva Satanica dejo como un pequeño vacio en el setlist. Podrían haberla tocado para terminar, pero la potentísima Nemesis, donde Daniel pudo descargarse a base de bien al doble bombo, ocupo su lugar y a decir verdad no estuvo nada mal, ya que hizo que la peña la coreara a mas no poder, quedando todos en general bastante contentos con el concierto. Angela de nuevo arrasó, el resto de músicos (salvo Michael Amott) estuvieron bastante calmados, salvo Christopher, cuando se ponía al lado de su hermano cuando tocaba hacer armonías, cosa muy típica en sus directos. Brutal como siempre Daniel a la batería, pero con menos protagonismo que en otras ocasiones.
Sin darnos cuenta, ya teníamos encima el fresquito / frio que hace en Alemania llegadas ciertas horas, por lo que creo que era el momento de acudir a la fiesta vikinga que prometían los tan renombrados últimamente Equilibrium. Su disco Sagas, en el cual, por cierto, basaron prácticamente todo el repertorio del concierto, es sencillamente el mejor disco de metal del año 2008, al menos a mi parecer. De ahí las tremendas ganas que tenia de verlos por primera vez en directo, de comprobar, aun sabiendo que la orquestación la disparan, como suenan de potentes estos vikingos. Era el turno de visitar el Wackinger Stage, un escenario ubicado en plena zona vikinga, donde tocarían mas bandas a lo largo del festival, todas mas o menos del mismo estilo y temática. Gran decepción me lleve cuando vi que uno de los conciertos que mas ganas tenia de ver de todo el festival iba a llevarse a cabo en un escenario minúsculo, donde para mas Inri, había un espacio muy limitado para tantísima gente que acudía a verles, cosa extraña, por cierto, ya que coincidían con los Grave Digger que hacían un show especial, tocando su álbum “Tunes of War” entero con varios invitados especiales de gran calibre. Lo dicho, me sorprendieron ambas cosas, recinto tan pequeño y tanta gente queriendo verles. Aun así, la gente de Valky nos situamos lo mejor que pudimos (pudo haber sido peor) y mi colega Briel y yo nos preparamos para vivir a tope el concierto. La pena fue que el sonido era directamente proporcional en calidad al escenario en tamaño, por lo que en ese aspecto quedo la cosa un poco coja. Desde Snüffel, pasando por Heimwärts y cayendo a mitad de show la aclamada Blut im Auge, los músicos apenas podían moverse en tan angosto escenario, y menos mal que la orquestación, como digo, esta disparada, si no apaga y vámonos… y aun así sonó bastante mal y demasiado baja en general. Eso si, como músicos lo hicieron muy bien en la medida de lo posible. El vocalista hizo todo lo posible para que se le escuchara en la otra punta de Wacken, tanto el como el guitarrista Andreas Völkl dando la cara en primer plano, dejando un poco atrás a la guapa bajista a la que apenas se viodesde donde estábamos. Pasado el ecuador del concierto, la peña no paraba de corear un titulo, que es ni más ni menos mi canción favorita de la banda, y supongo que la de muchos más; dejaron para el final esa maravilla llamada Unbesiegt.
No se hasta donde llegaran estos señores, pero para tener tan pocos discos, están creando una expectación enorme, capaz de eclipsar a muchas otras bandas del mismo genero. Del concierto me lleve un sabor agridulce, si todo esto se hubiese visto en un escenario digno en un lugar digno, podría haber sido mucho más grande de lo que fue. A su favor (del concierto, no de la banda, ellos hicieron lo que pudieron), el gran setlist que tocaron.
Tras esto me lleve, quizá, el mayor palo de todo el Wacken. Cual es mi sorpresa cuando, ya cerca del recinto donde están los escenarios grandes, veo a una masa enorme de gente fuera, como esperando. Mis peores temores se confirman. Hay tantísima gente dentro viendo a Slayer que han cerrado las puertas. Supongo que esto tiene su explicación. Slayer en directo son unos auténticos asesinos, creadores de los mayores circle pits y wall of death que probablemente haya visto en un concierto y, en general, una de las actuaciones mas salvajes que se pueden presenciar hoy en día. Tras los desgraciados accidentes que ocurrieron en el festival de música electrónica Love Parade, viendo como se las gastan estos tíos y la causa más lógica, que ya no cabía ni un puto alfiler dentro, la organización decidió cerrar las puertas. Para mi fue un autentico bajón y una gran putada. Y no, no fue por Slayer. Aunque me hubiese conformado con verlos de lejos, al final de donde se amontonaba la gente. Pero mi principal objetivo era el ex-Emperor Ihshan, a quien tenia muchísimas ganas de ver en directo ya que sus dos discos me tienen hechizado desde que los escuché, especialmente el último, el “After” tremendamente técnico y musical. Pero claro, el escenario donde tocaba estaba también cerrado, por lo que no pude ni siquiera escucharlo. La verdad es que esto supuso un gran bajón, me pregunte si no podrían haber solucionado de una forma mejor el tema del “overbooking” de gente, al menos dar alguna solución para poder acudir al WET Stage, que estaba relativamente lejos del Black Stage donde tocaban los Slayer.
En ese momento, visto que todo estaba perdido, regresé a las tiendas a comer algo. Pero el bajón había sido tan grande que dieron al traste con las pocas ganas de andar que me quedaban. Quedaban dos grandes bandas en mi running order, una era Anvil, la otra, Raven. Ambas me gustan bastante, pero ninguna me apasiona, y en ese momento la verdad es que no tenía demasiadas ganas de volver dentro. De Raven no se nada, pero varias personas me comentaron que el concierto de Anvil fue de lo mejorcito de todo el festival metiendo mogollón de caña y animando a la peña que a pesar de estar ya un poco cansada, respondió dando cera. En cualquier caso, necesitaba descansar. Fue un día muy movido, muchos conciertos seguidos y poca tregua. Pero casi nada comparado con lo que vendría el sábado, el día realmente grande para mi gusto.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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