El sábado se presentaba, como suele ser habitual por aquí, entre caras de aburrimiento y gente con muy, muy pocas ganas de hacer nada, un día bastante soporífero, y ya no hablemos de la noche. Suerte que un mensaje a tiempo de mi colega Juanmi le dio nuevos aires al asunto, con la proposición de un conciertazo como este, que reunía a tres bandas de pura caña como Omission, Roar y Obliterator en la sala Paberse Matao, en Sedaví (Valencia). No hacía falta decir nada más. Adiós a un sábado de mierda y hola a una noche bien prometedora en la que no iba a faltar mucho thrash, un ambiente cojonudo, colegas (algunos ya conocidos como Santi y otros recientes como Jose “Lobo”), cerveza y dosis desproporcionadas de headbanging. Llegar con tiempo de sobra nos dejó un buen rato para charlar con la poca gente que estaba esperando la apertura de puertas y echar unas cuantas cervezas para subir un poco la tensión. Ya dentro, el ambiente se iba caldeando. El primer concierto de la noche tuvo lugar ante una sala bastante llena, algo que refiriéndonos a la sala Paberse Matao no es mucho decir, ya que es bastante pequeña, pero según números de los organizadores, la asociación Metal Bats, había unas 40 personas: una buena cifra. Mucha gente joven se amontonaba en espera de que comenzaran los Obliterator. Había muchos colegas de la banda, como digo, gente bastante joven que es sin duda el futuro del Metal, con muchas ganas de traca, con mucha ilusión y entrega. Me alegra ver como todavía hay chavales que prefieren gastarse la poca pasta que tienen en este tipo conciertos, en vez de irse a hacer botellón a un parque, y soltar continuamente escuchar excusas de mierda como “no conozco al grupo” o “la sala está muy lejos”.
Obliterator. Con todo este buen ambiente, comenzó la intro que eligieron los Obliterator para empezar a repartir palos, extraída de la película Pacto con el Diablo. En mi opinión fue una gran sorpresa ver en directo a esta banda que, aunque todavía llevan poco tiempo y pocos conciertos a sus espaldas, saben lo que se llevan entre manos. Sus componentes son muy jóvenes, pero por lo visto bastante duchos en materia, sobre todo en la suya, que es el thrash-speed más brutal y primitivo. Provenientes de la misma Valencia, lo suyo sí que fue una apertura como debe de ser, poniendo la sala en llamas con un thrash muy veloz, una batería rapidísima y unos guitarristas realmente buenos, una puesta en escena fiel al género (con vestimentas clásicas de la movida) y una actitud realmente agresiva. Su cantante compagina las labores de bajista y vocalista, y hace ambas cosas realmente bien, con una voz rasgada y agresiva en plan Kreator pero sin descuidar su instrumento, del que sacaba buenas líneas. Quizá a estos últimos fueron a quienes más me recordaron, no obstante, para el final nos obsequiaron con una tremenda versión del Betrayer de los alemanes. Tampoco conozco su nombre, pero el guitarra solista también fue de lo mejorcito del show, con buenos solos y riffs veloces, siempre con un trasfondo realmente bestial por parte del batería, que se tuvo que dejar los brazos en cada canción. Lo único que eché de menos fue algo más de movimiento en los guitarristas. Para el final, bajista y guitarrista intercambiaron su posición en el micro. Recuerdo temas como Religion Kills, que definen muy bien el rollo de la banda, a la que también le van los ritmos machacones, pero en menor medida. Otra versión que se curraron fue la de un tema de una banda llamada Demolition Hammer, presentada con mucha violencia por parte del vocalista como fue habitual durante todo el concierto. Dicha energía fue muy bien transmitida al público. De hecho (supongo que por el hecho de que muchos fueran colegas de la banda) fue el concierto más concurrido.
Roar. A pesar de que la sala estaba bastante bien acondicionada para lo pequeña que es, el sonido no llegó a ser bueno en ningún momento de la noche, pero con Roar mejoró ligeramente. En primera instancia, mi inquietud por verles estaba un escalón por debajo de los Omission, pero una vez demostraron lo que son capaces de hacer sobre las tablas, la opípara ración de caña burra que nos metieron en el cuerpo y la brutal energía que desprendieron, me encantaron, hasta tal punto que en mi opinión fueron los grandes triunfadores de la noche, eso sí, sin que se les quedaran muy lejos las demás actuaciones. Un directo absolutamente demoledor, sin descanso, sin chácharas, batería que ametrallaba, voz agresiva, con mucho cuerpo y contundente, y una sección de cuerdas muy compenetrada y sólida, con solos a toda pastilla y una base muy gruesa. En general todos estuvieron a un gran nivel, pero para mí, Roar se salieron del mapa. Y todo pese a las dudas sobre el nuevo vocalista, quien lleva tan solo unos pocos meses en la banda, tras la salida del anterior frontman, Kaiser, (que fue quien grabó el disco). Ares, nuevo miembro de la banda, es un tipo ya experimentado, no obstante estuvo antes en bandas como Retro Faith y Wolfencross. El sábado (su primer concierto con Roar, si no me equivoco), demostró ser un auténtico salvaje sobre el escenario, con una presencia imponente y adaptando su voz de forma que le viene perfecta a la banda, un vozarrón grave, gutural y con ocasionales gritos más agudos, desgarradores. Si habéis escuchado su único disco, “King of Hell” o algún tema suelto en la red, ya podéis hacer una idea de qué palo van, pero verles en directo es ir incluso un nivel más allá. Pura poesía y a la vez tortura para los oídos, los más adictos al thrash metal con reminiscencias de death metal clásico son los que más van a disfrutar de ellos, de hecho, no pueden ocultar sus raíces viendo el acojonante chaleco de los Possessed del vocalista. El sonido saturaba un poco los instrumentos, pero lo más distinguido sin duda fue la guitarra solista. ¡Vaya pedazo de animal! Probablemente el músico más destacable de toda la velada. Ya no únicamente sus solos eran dignos de alabanza; las melodías que mete en absolutamente todos los temas son una delicia (y son una de las características que más les diferencian de otras bandas del estilo), además podías estar todo el concierto mirándole tocar y no te aburrirías; sus dedos no paraban quietos ni un segundo. Sin duda una de las más destacadas de la oleada de nuevas bandas thrashers que están apareciendo en la actualidad en el país. Deseando verles de nuevo.
Omission. Cabezas de cartel por derecho propio. La banda más rodada de las que pisaron escenario aquella noche. Experiencia y frenetismo van de la mano cuando Omission aparecen sobre el escenario. Y por fin he podido comprobarlo en persona, en vivo y en directo. Una banda con un gran nombre dentro del circuito metalero underground (y ya no tan under...) ya que el año pasado grabaron lo que fue ya su tercer disco. A pesar de que el primero data del 2009, no hay que olvidar la gran cantidad de demos y EP que la banda tiene en su haber. Sin embargo con cada disco han ido afilando más y más su estilo y este sábado por fin llegó la hora de quitarme la espina de verles descargar en directo. Apenas tardaron en salir, todos ellos con las caras pintadas de blanco y negro y una estética descaradamente thrash, de la que tira de espaldas, uno de esos conciertos en que sabes que va a parecer que las balas de su cinturón atravesarán tu cabeza. Pero más bien lo que te deja temblando son los cortantes riffs, la incesante caña de la batería (a piñón fijo toda la noche) y los aullantes gritos de Patillas, su vocalista y fundador. Y sobre todo, se le dio mucha importancia en el sonido al bajo, el instrumento que suele pasar más desapercibido, dotando al concierto de una sonoridad muy especial. Un bajo de 6 cuerdas tremendamente llamativo, guapísimo, ideal para que Surt, su dueño, demostrara sus habilidades en una forma bastante espectacular de tocarlo y una actitud arrolladora. Empezaron fuerte presentando su disco más reciente, “Pioneers of the Storm”, cayeron temazos como The Slaughter Hour y Drunken, Junkie & Punter, con un ritmo muy en “crescendo” de toda la actuación y quizá la más inesperada, Attack of the Living Dead, que cierra el mencionado disco, pura tralla asesina. Es cierto que cuando se subieron al escenario se encontraron una sala casi vacía y la gente todavía medio apalancada, como esperando despertar, pero poco a poco Omission consiguieron con sus armas subir la temperatura, y no solo con temas de su disco más reciente, otros ya conocidos como Legions of Youth, 100% Omission, repartieron la misma caña, incluso noté algunas más aceleradas que en disco. Creo recordar que también se tocaron una versión de una banda llamada Exorcist, pero me quedo un poco con la duda. Los rapidísimos pero melódicos solos se distinguían entre la maraña de instrumentos. Mucho protagonismo en este sentido para Javi, guitarrista que lleva con ellos desde el año pasado, con una impresionante guitarra modelo Warlock que hacía caer las babas de más de un aficionado a este instrumento. No dejaron en ningún momento que el ritmo decayera con Architects of Fear, tema extraído de su primera demo / segundo disco, doble bombo a muerte y garganta destructiva. Cuero, balas, cadenas y melenas descontroladas, una actitud fuerte y auténtica a la hora de interpretar los temas pero también mucho agradecimiento por los que estábamos allí apoyándoles. La mirada fría y cortante de su vocalista no cambió durante la hora y pico que tuvieron de actuación, ni tampoco su coordinación a la hora de tocar cada uno de los riffs, incluso de lucirse con algún que otro solo. Aquí el movimiento de toda la banda fue perpetuo y los que estábamos bajo no nos cansábamos de recibir sus temas con los brazos abiertos. Se despidieron con agradecimientos para todo el mundo, y así, nos quedó una actuación de lo más bestia, con un sonido regular pero una interpretación intachable por parte de los músicos.
Diciendo adiós a Santi y a Lobo, nos arrimamos al Darkness, otro garito de Sedaví, a echar la última (o eso pensábamos jeje) donde aun servían copas y ponían buena música pese a ser las 3:30 de la madrugada pasadas. Más tarde, la velada continuó en la Paberse Matao donde entre vídeos, buena música (también hubo de aquella no demasiado de mi gusto), mucha gente con ganas de alargar la fiesta y algún que otro pijo desubicado, continuó la marcha hasta las 6 y pico. Y es que con un ambiente tan guapo un concierto, aunque tan intenso como el de esa noche, se queda corto y siempre hay ganas de más Metal. Tras hora y media de viaje, llegamos a casa reventados y con el cuello medio partido pensando ya en la próxima velada. Y si todo sale bien, va a ser de órdago, nada menos que con Possessed como objetivo.
Dejo aquí unas fotos de las actuaciones y algunos caretos conocidos jajaja. Gracias a Juanmi por salvarme el sábado, a Santi por aparecer en plan sorpresa por allí y a Lobo: siempre es un placer conocer a gente con la experiencia y conocimientos que solo puede dar la edad, compartir opiniones e intercambiar vivencias, y también gracias por las fotos; muchas de las que veis abajo son por cortesía suya.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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