jueves, 14 de junio de 2018

El Grindcore Arruinó mi Vida (Tu Carne + Dead, Sábado 09-06-18, Sala Babel, Alicante)

…Aunque esto, obviamente, no es cierto, y tal vez este titular se pueda tachar de oportunista e incluso amarillista, pero es justo lo que rezaba por la parte trasera una de las camisetas más tronchantes del público que acudió este pasado sábado a la sala Babel, y es por esto por lo que lo utilizo. En verdad, nada más lejos de la realidad, ya que fue una noche de despatarre total en la que mi colega Kurro y yo lo pasamos de muerte, y nunca mejor dicho. Al igual que siempre anuncio que tal o cual concierto llevaba programado en mi agenda personal desde hacía X tiempo, lo de aquella noche fue prácticamente dicho y hecho. Y es que no hay mejor forma de afrontar una, en principio, aburrida tarde / noche de Sábado que yendo a un concierto. ¿Qué más da el estilo? La cuestión es metalear duro y desfogar la ira que la vida misma acaba por meterte en el cuerpo el día a día. Con esta finalidad, entre muchas otras, el objetivo resultó 100% satisfactorio, mucho más que quedarse con el culo empotrado en un sofá como jodidos viejos, que es precisamente lo que le está pasando a la peña que conozco desde hace años. No pasa nada. Unos pocos que todavía tenemos ganas de traca como si acabáramos de empezar en esto pelearemos por el resto. Como he dicho ya en varias ocasiones últimamente, la Sala Babel está que arde. No con viejas glorias y estilos para todos los públicos, sino trayendo a bandas que realmente quieren dejarse el espinazo sobre el escenario a base de violencia sonora aunque precisamente por esto la sala siempre esté casi vacía. Al final, los buenos estaremos siempre (o al menos, para siempre) ahí al pie del cañón.

Con las vértebras ya bien crujidas (por si acaso), mi colega y yo disfrutamos de una cena tranquila en la furgo con una gran banda sonora conformada por las bandas que íbamos a ver en acción en unos minutos. Se podría decir que el tiempo no acompañaba demasiado: un tormentón de miedo amenazaba con dejar caer el diluvio universal en cualquier momento, lo que nos obligó a estar a cubierto, pero por otra parte, la ambientación no podía ser más apropiada. Relámpagos brutales, ambiente oscuro, truenos ensordecedor, es… todo listo para una noche macabra y con mucha brutalidad. En unos minutos tendríamos sobre el escenario a dos bandas que son leyenda en su estilo, el grindcore más retorcido, visceral y agresivo que uno se pueda imaginar, que iba a dar buena cuenta de nuestros oídos y cabelleras. Me refiero a los alicantinos Tu Carne y a los grinders alemanes Dead. Sorprendentemente, nos encontramos allí con Indio y Paco, que por supuesto amenizaron todavía más nuestro desparrame.

Nos tomamos unos litros en la barra mientras el dj pinchaba música, no demasiado afín ni apropiada para el concierto en realidad, pero disfrutable al fin y al cabo, y nos echamos unas cuantas risas esperando a que comenzara el bolo. Algo más tarde de lo esperado, los miembros de Tu Carne se “posaban grácilmente” sobre el escenario para descargar toda su rabia en forma de guitarras ultra-distorsionadas, acordes hirientes para el oído medio y sus desternillantes letras. Kojo, vocalista del grupo, salió a escena de primeras con una careta negra de gorrino, con una anilla en la nariz, vomitando letras infectas y cargadas de rabia, con muchísimas ganas y movimientos imparables. Tras unos cuantos temas que ya habían causado el caos en la Sala Babel, justo cuando dejaron unos segundos para un respiro, mi colega y yo nos miramos y gritamos: Mecaaaaaaaago en deu!!! ¡Qué barbaridad! Y es que se nota a la legua que esta gente lleva más de 15 años repartiendo somantas de hostias sonoras, que la experiencia les ha dotado de un porte y una actitud sobre el escenario digna de su propia historia. La voz, a parte de gritona y rabiosa, aprovechaba un efecto sonoro que actuaba como reverb y agravante del tono, dando la sensación de que Kojo berreaba como un perro enfermo, mientras la guitarra sonaba tremendamente estridente, con notas muy agudas encajadas adrede para crear esa sensación. El sonido, como se esperaba, no fue el mejor, y debido a la potencia de la batería, en ocasiones se formaba un pelotón indistinguible con el sonido, pero si habíamos venido a por caña burra, de esto íbamos a llevarnos un buen capazo. Mr. Asencio 666 al bajo era quizá el músico más calmado, en plan sociópata, pero sus líneas de bajo contenían detalles realmente interesantes, a parte de una forma de tocar bastante rápida en ciertas partes, a parte de realizar los coros junto al resto de miembros, quedando las partes vocales principales repartidas entre Kojo y el batería Rober, quien también dejó huella con su rabiosa y frenética forma de tocar (o asesinar) su instrumento. Los cambios de máscara del cantante se sucedían, y uno puede hacerse la idea de porqué les gusta tanto la temática sadomasoquista en sus letras. Este se movía como un relámpago, y no hacía más que caldear el ambiente, destrozándose la garganta en cada grito agónico. Tan solo al final del concierto desactivó el efecto grave de su voz para decirnos unas cuantas palabras. El resto fueron alaridos infernales en temazos como ¡Oh, Dios Mío! o El Cerdo, verdaderas delicatessen. Uno de esos conciertos en los que uno deja la sala con el cerebro temblando. Pero la cosa no acababa aquí, ni mucho menos.

Importante recordar que el merchandising de aquella noche no fue el habitual, sino que los amantes de los sonidos más extremos pudieron disfrutar sin salir de la sala de todo un mercadillo de vinilos, cds y dvds de todos los palos dentro de este sonido, algo muy atractivo donde daban ganas de dejarse los pocos cuartos que quedaban en la cartera, y una iniciativa que muchos deberían seguir.

A pesar de que los alemanes Dead eran la principal expectación de la noche, el aumento de público no se hizo notar en absoluto: los que íbamos a acudir a la cita ya estábamos allí desde el principio. Salimos a hacer un poco de humo a la puerta de la sala, y a saludar a nuestro colega Avul, quien tenía que estar allí pasase lo que pasase, siempre a muerte. Por cierto, queremos agradecerle enormemente que nos regalara dos discos de su sello discográfico The Horror Dimension, en mi caso fue el Deathless and Fleshless / Demonical Euphony de los Nocturnal Hollow (discazo, por cierto). ¡Muchas gracias!

Esto no hizo sino enfatizar más todavía el buen rollo de una de esas noches con poca afluencia pero por el contrario, muy familiares, todos estábamos allí para disfrutar hasta caer y sabíamos a lo que íbamos. Mientras a alguno se le iba de las manos el tema del desfase (alcohol y demás jeje) nosotros continuábamos esperando en la puerta más relajados a que comenzaran los alemanes. La cosa es que entre el palique habitual y el despiste, entramos con el concierto ya comenzado (un par de temas, poca cosa), y ya nos pillamos una buena posición en el centro. La peña era reticente a meterse en las primeras filas, dejando una sala un tanto desolada. Éramos pocos, pero sin embargo cada cual iba a su rollo, algunos metiéndole caña al cuello, otros más atentos al trío alemán y otros al parecer que no se enteraban demasiado de dónde estaban, pero con la diversión  por bandera. Temas rápidos, no muy largos pero sí muy directos es lo que nos ofrecía esta banda, veteranos como los que más, y es que son cerca de 20 años recorriendo los escenarios (ahí es nada), con 7 discos de estudio y mogooooollón de splits y demos. Con este bolo, daban carpetazo a la mini-gira que les ha llevado a tocar en varios puntos de nuestra geografía, y lo harían a lo grande, con muchísima energía, y un surtido de su amplia discografía. El sonido mejoró más que notablemente respecto a la anterior banda. Aquí la batería seguía atronando, pero sin emborronar el resto de los instrumentos, que correspondían a Volker y Dany (bajo y guitarra respectivamente). Fue este último (con una camiseta de Héroes del Silencio, por cierto) el encargado de comunicarse con el respetable, haciendo reír a la gente con todo tipo de bromas y chascarrillos bastante bestiajos, y soltando alguna palabreja en nuestro idioma. A parte de esto, su voz sonó brutal aunque entendible, al igual que los temas en general, con un estilo mucho más variado que Tu Carne, aunque no diría que precisamente accesible. Tiraban menos de “ruido por que sí”, menos blast beats salvajes y sin dejar de sonar cavernosos y ancestrales, sí que ofrecieron un poco más de respiro. Actitud de nuevo impecable, la banda se mostró como una maquinaria perfectamente engrasada, una formación de power trío que no necesitó más para dejarnos encantados con su show. Reconocí más de un tema de su último trabajo “A dirty mind is a joy forever”, aunque con tanta algarabía fue una labor complicada. Quizá estuvieron algo más estáticos que los alicantinos, quizá la gente estaba un poco más cansada, pero se tocaron una señora hora y media de concierto que creo que no dejó indiferente a nadie. Uno de esos clásicos de un género tan underground que uno no sabe cuándo volverá a verles de nuevo.

Nuestros colegas se fueron de fiesta por la Ruta, pero nosotros ya nos habíamos hecho la idea de volvernos para casa. Fuera de la sala, tanto los músicos de Tu Carne como de Dead estaban conversando con la peña, sacándose fotos y disfrutando de la buena noche que había quedado. Continuaba el buen rollo, y las fotos en grupo se iban tocando (miedo me da de dónde puedan llegar a salir nuestros caretos jeje), pero la hora de volver había llegado, por lo que nos despedimos de Avul y de toda la peña que conocimos… ¡y hasta el próximo asalto!

Nos vemos en el Rock Arena 2018 este mismo sabadete, que el verano está ya a la vuelta de la esquina y El Antro del Metal (y mi teclado) van a estar en unas semanas echando humo!!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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