La cuestión es que, ante una banda que ni yo mismo conocía demasiado bien, me encontré con una gratísima sorpresa, una joya de banda que proviene desde casi las antípodas del país, concretamente desde Lugo, y practican un Death Metal con muchas partes melódicas, con añadidos musicales varios y bastante oscurecida en general. Ellos son Barbarian Prophecies y sin duda son una de las bandas ‘emergentes’ más prometedoras de la escena nacional. Y entrecomillo lo de emergentes porque llevar desde el año 2000 repartiendo ceramen no es precisamente moco de pavo, y la experiencia les ha dado grandes oportunidades, como por ejemplo tocar el año pasado en el Resurrection entre muchos otros festivales destacados. Aunque se mueven todavía por el underground, estoy seguro que (si realmente es lo que quieren) más pronto que tarde recibirán el empujón que necesitan y podrán mostrar su gran calidad musical a un sector mucho más amplio, porque realmente lo merecen.
Tras esta introducción, lo mejor es escucharles y cada uno que saque sus conclusiones, pero creo que muchos estaréis de acuerdo conmigo. Personalmente nunca he tenido la ocasión de verles antes en directo, en parte de ahí su desconocimiento, pero eso iba a cambiar en el Morgul, donde por cierto también recibiría la comunión del que iba a ser mi primer bolo allí. Hasta ahora los grupos que han ido sinceramente no me han atraído mucho por estilo, pero este estaba marcado bien grande en la Metalagenda.
Tras charlar un rato con la gente en la puerta del bar (y escuchar conversaciones de lo más pintorescas) entramos ya casi directos a la parte de la sala donde se celebraría el concierto, un lugar bastante pequeño pero con barra y relativamente buena visibilidad, con un escenario muy minúsculo que solamente da para conciertos muy reducidos. Comenzó la juerga y en seguida nos hicimos eco del buen hacer de la banda, que salió bastante entregada a lo suyo, el Death Metal melódico de impronta macabra y oscura. Su vocalista Alicia (Chousa) lleva desde el año 2014 con ellos, y es ya (si no me equivoco) la cuarta persona que pasa por ese puesto pero la primera femenina, lo que les da un toque distintivo que en directo también es una pasada, ya que la mentada vocalista posee una voz profunda, cavernosa y extremadamente grave para su condición. No es una voz convencional, desde luego, como nos tiene acostumbrado este género, que se va abriendo cada vez más a tener una mujer en primera línea de ataque, lo cual me parece fantástico. De estatura menuda pero absolutamente poderosa a nivel escénico, no tardó en conquistar al respetable, ya que no sabía parar quieta, agitando la melena con ganas, levantando las manos, mirando hacia arriba al gritar y siempre agradecida, hablando siempre en nombre del resto de los músicos que estuvieron mucho más pausados y concentrados en sus instrumentos, así que se podría decir que Alicia fue la que más vida y color le imprimió al concierto, a pesar de que sus letras hablen del anti-cristianismo, la muerte o la guerra, de ahí (entre otros aspectos) ese toque que les hace especialmente sombríos. Esta ocupaba siempre el centro del escenario, junto a sus compañeros Oscar y Arnt a las guitarras y el retumbante bajo de Manuel que juntos presentaban orgullosos su más reciente retoño, “Origins”, del año pasado. Y un dato sorprendente: ¡¡sin batería!! (después de la salida de Julio de la banda). Aunque estuvo perfectamente disparada, se escuchó muy bien y los músicos se adaptaron tan perfectamente a ella que si cerrabas los ojos no notabas la ausencia, no deja de ser sorprendente ver a una banda tan potente en estas condiciones que por otra parte superaron a la perfección en este caso. Como ellos mismos dicen, lo fundamental es tocar en directo. De hecho, es el primer concierto al que acudo al Morgul, pero en mi cabeza existe una duda latente… ¿cómo se lo montarán para meter una batería en un escenario tan minúsculo? Porque el resto del espacio prácticamente estaba ocupado por el equipo de sonido, incluida la gran pedalera que portaba su guitarrista Oscar. Sea como sea, fue hasta una ventaja para tocar allí.
El mismo Oscar, aunque pendiente de sus cuerdas, se giraba de vez en cuando a mirar a su banda y disfrutar de otro punto de vista, mientras Arnt, aunque un poco recluido en la parte derecha le daba caña a sus riffs. El sonido estuvo muy conseguido pese a las dificultades y lo limitado del local. Destacar el tema The visitor, que ocupó un lugar estratégico en su setlist animando a todo el mundo a dar de cabezazos como locos (la verdad es que el ambiente era muy bueno) o la potente The Answer, que alternó ritmos brutales como blastbeats con doble bombo a toda hostia, siendo uno de los momentos más eléctricos e intensos de la noche. También caería, por supuesto, Path of the Soul, tema escogido para grabar su último videoclip. La voz de Alicia aunque no sonó perfecta del todo aguantó el envite con una potencia increíble, con gritos aberrantes y un excelente inglés (lástima que faltase claridad). Lejos de conformarse con las estructuras típicas del género, incluyen algún puntito moderno en sus ritmos, mucho blastbeat y sobre todo unos breakdowns atronadores que nos obligaron a no parar de meter cera al cuello, con gran variedad de registros y velocidades. Tal vez se les quedó muy corto el espacio para poder mostrar toda su actuación a nivel escénico, por eso espero volver a verles (y que sea pronto) en un gran escenario con la formación completa, porque estoy seguro de que su potencial es enorme, y no hace falta más que escuchar cualquiera de sus discos o ver alguno de sus espectaculares videoclips para darse cuenta de que estamos ante una banda que con el tiempo debería encontrarse entre las más grandes del género en nuestro país ya que de técnica, empuje, personalidad y calidad van muy sobrados. No dejéis de escucharles y apoyarles en directo porque Barbarian Prophecies deben formar parte, por derecho propio, del futuro del Death metal melódico nacional y unirse en estatus y capacidad de convocatoria a otras como [IN MUTE], Bloodhunter, Synlakross…
Posteriormente, mientras charlábamos con su bajista Manuel (quien se encargó también del tema del merchan cuando terminó el bolo), el resto de la banda permaneció en el garito un rato tomando algo junto a la peña, algo que tiene mérito, ya que nos comentó el bajista que de ahí cogían la furgoneta y les tocaba hacerse unas cuantas horas de conducir. Por nuestra parte, seguimos la fiesta tomando unos cubatas y echando unas partidas de futbolín (cómo lo echo de menos joder…), lo cual es un gran añadido para todo garito, y poco después fuimos haciendo camino a casa. Pero no tardaremos mucho en dejarnos ver por allí, garantizado.
_|,,|JaviMetal (Is The Law) |,,|_
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