Lo primero, pedir disculpas al resto de bandas por no poder haber hecho crónica de su concierto, pero ya nos fijamos una hora en concreto para salir del pueblo y llegar allí casi justo para cenar, pillar unas patatas del Food Truck que aprovisionaba a los hambrientos asistentes al festival, y entrar para adentro, al recinto llamado Àgora Jove, una especie de nave habilitada y acondicionada para (entre otros, supongo) este tipo de eventos, situado en un polígono industrial de L’Alcúdia. La primera sorpresa positiva fue darme cuenta de que dicha población tan solo quedaba a una horita de casa, un recorrido que hicimos mi chica y yo casi con los ojos cerrados. Un placer tener eventos así tan cerca de casa. Y digo cerca porque quien ponga esa hora de viaje como excusa para no ir… ya puede esperar sentado a que esos grupos vengan a tocar a la puerta de su casa, especialmente en este rancio pueblo. Llegamos y aparcamos sin ningún problema y con el estómago lleno, nos acercamos al lugar ‘del delito’. La primera actuación a la que llegamos no nos gustó demasiado, aunque no sabría decir quienes fueron… porque para mí uno de los mayores fallos del festival fue no tener ningún tipo de información (al menos, no encontré) sobre horarios o running order de las bandas, con lo que uno iba un poco a ciegas si llegaba tarde. Entiendo que lo hagan por el tema de que uno no vaya solamente a ver una banda y se pire, para que se consuma más en barra y para que se dé apoyo a todos los grupos, pero cuando uno viene de lejos… esto la verdad es que no hace mucha gracia, porque no siempre se puede (o se quiere) asistir a primera hora, y más con un cartel tan variado y dispar en cuanto a estilos musicales. Por ello, nos quedamos un rato fuera charlando y tomando algo. Por cierto, BRAVO por los precios populares, birras a euro y medio y cubatas a cuatro no se ven precisamente todos los días… Así yo también bebo hasta caer de rodillas jajaja. Pude charlar un ratito con Alex, batería de Jolly Joker, y desearle suerte, y me alegré mucho también de ver a Yannick (ya hacía tiempo) y comentar con él también movidas sobre la banda. Gente de putísima madre, sin duda y siempre un honor.
El tema fue que, cuando empezaron los Stereozone, ya entramos y nos pusimos en posición, aunque algo alejada, más movidos por la curiosidad que por otra cosa, aunque como digo, yo salí muy motivado y contento de su concierto. Ya les he escuchado en varias ocasiones, especialmente desde que sacaron su “Malabestia” el pasado año, primer álbum de su carrera cantado íntegramente en castellano, y su “Directo undreground”, con un sonido cojonudo y un título que reafirma su apuesta por este sonido y este rollo. Sin embargo, al alejarse un tanto del sonido que normalmente escucho, no les destaqué de entre las muchas bandas de Stoner que suelo tener en cuenta… pero eso creo que va a cambiar después de haber tenido el privilegio de verles en directo, donde definitivamente me han terminado de convencer al 100%. Es por ello que siempre, siempre insisto en que si se puede se ha de ver en vivo a esas bandas que en disco te gustan aunque no te vuelvan loco, porque puede ser sobre un escenario donde te muestren todas sus cartas. Y en esta ocasión, fue algo aplastante. Desde el primer tema que presenciamos, En blanco, extraído de su último disco de estudio, ya observamos sobre las tablas una fiereza indómita en todos sus miembros, en la sólida pegada de Álex, en las posturas que adoptaban Charlie y Álex (guitarrista y bajista respectivamente) o en la locura continua que Pepe exhibía en cada puto rincón del escenario. Con unas excelentes armonías de Charlie y unos grandes riffs por su parte (marca de la casa), Ícaro también provocó, además, gran impacto en el público, entre donde se notaba que había muchos amigos y simpatizantes del grupo.
Ahí tenían un caldo de cultivo perfecto para hacer estallar todos sus temas con una respuesta casi inmediata a sus riffs toscos pero muy variados, a sus ritmos que iban desde el Stoner más puro hasta coquetear con el Ska más festivo, o ante los brutales movimientos de su vocalista Pepe, quien no dudaba en tirarse de rodillas, crujirse la espalda hacia atrás o cantar con la cabeza casi tocando el suelo temas como Sucker Punch o La jungla, bien presentados todos ellos. En la primera de ellas, tras un trozo instrumental bastante técnico (especialmente en la batería), la gente se volcó al 100% en la recta final del tema. Y es que en la variedad de estilos, ritmos y registros está, probablemente, uno de los mayores alicientes del grupo. Su música cabalga a medio camino entre el Rock más duro de los 70 con la crudeza y sencillez de los años 90. En otras palabras, Stoner, pero a lo que hay que añadir muchos más matices. Igual encuentras voces limpias, graves y suaves, y otras agudas y en forma de gritos desgarradores. Para colmo de bienes, pudieron gozar de un sonido impecable, de una calidad magnífica pero respetando el personal estilo sonoro del grupo, con una batería sonando contundente pero casi garajera, y el bajo de Álex muy grave y distorsionado. Un punto más a favor, entre otras cosas, para el local por la parte que le corresponde del buen sonido. El camino, también de su “Malabestia” (que interpretaron casi en su totalidad) fue también muy bien recibida, y es que la gente ya estaba totalmente puesta en situación, pero fueron los dos últimos cartuchos, Deathproof man y Brown Eyes, con su diversidad de ritmos y la excelente actuación de Pepe, que se dejó piel y carne en el escenario, las que más triunfaron del setlist. La banda se expresaba en valencià i anunciaba que podíamos conseguir su disco en puestos de merchan o directamente pidiéndoselo a ellos. Recibieron una gran ovación y con The Neverending Story de fondo, se fueron tras el telón de fondo. Desde luego, ‘chapeau’, espero volver a ver pronto a esta excelente banda nacida en Algemesí.
Con la alegría que me dejó en el cuerpo la actuación… qué mejor preludio para enfrentarme una vez más a una de mis bandas favoritas, garantía absoluta de desmadre, de sudar la camiseta y de fuertes emociones. Porque desde luego, no hay banda nacional que practique el Hard Rock americano como ellos, al menos en mi opinión. Tienen la fuerza, tienen la actitud suprema y tienen una mezcla de fuego y Rock N Roll en sus venas que les otorga un poder casi infinito encima de un escenario. Viéndoles preparar la movida desde fuera, contaba los minutos para que comenzase su directo, mi principal razón de estar allí esa noche. Mientras Yannick afinaba y ponía a punto su guitarra, el resto de la banda iba a sus quehaceres, con micros, timbales, etc.
Una vez estuvimos ya en primera fila, mientras nos echábamos unos bailoteos con la introducción, I’am Rock N Roll fue el pistoletazo de salida, la prueba palpable que secunda todo lo dicho en el párrafo anterior. Lane y Andi totalmente encendidos junto al resto de la banda saltaban al escenario con hambre, con furia y con ganas de prender fuego a las instalaciones. Desde el primer momento, continuando con Sidewalks, uno no puede dejar de deslomarse, a lo que aparte de esos poderosos riffs de Yannick y la tremenda batería de Álex contribuye la gran actitud general que se vive en el escenario, siendo siempre el vocalista el músico más enloquecido de principio a fin, dando vueltas, haciendo gestos en primera línea de escenario, desafiante… y cantando estrofas del tema (que empieza con un gran grito) cara a cara con su amigo Yannick, demostrando ya de primeras la gran complicidad que existe entre ambos, algo que se puede extender al resto del grupo, y pienso que ahí reside uno de los grandes secretos de su grandeza y de su aplomo. Nos tocaba al público colaborar ‘en serio’ esta vez, poniendo nuestras voces en Hey you (y es que el tema es muy dado a ello) cuando el cantante nos acercaba el micro, con el wah wah de Yannick y los trompazos de Álex sonando de fondo. Hablando de este último, y más todavía que de costumbre, fue una de las figuras más destacadas del concierto, con una presencia y actitud increíble, desmelenándose a cada movimiento con su cinta en la cabeza y haciendo virguerías con su baqueta para darle un plus de espectáculo a la movida. El bueno de Lane Lazy se pone ahora su chaleco para darle caña a Perfect life y por cierto, me encanta cómo adapta la voz en directo respecto al disco, ahorrando fuerzas sabiamente pero bordando el tema de la cabeza a los pies. El solazo de guitarra en pleno centro del escenario puso la guinda del pastel, y desembocó en uno de mis momentos favoritos de todos sus conciertos (al menos con el setlist que llevan ahora), con la divertidísima y desmadrada Full of Beans, que puso a las primeras filas a bailar sin mesura. Yo no me puedo contener con este tema… ¡¡es que me enciende vivo!! Mientras Lane se regocijaba con sus movimientos tan glam, Yannick volvía al centro, al borde del escenario, para desquitarse con un solo tan ardiente como imposible de ignorar.
Y sin parar ni para respirar tras este fiestón de tema, Fuck it all ponía al mismo tiempo la parte más reivindicativa, gamberra y políticamente incorrecta al concierto, con todo el público con el dedito fuera ante las peticiones de Lazy, que terminó cantando la última parte de rodillas con unos agudos clavados, demostrando su excelente forma tanto vocal como física. Un frontman que actualmente no tiene igual, se mire por donde se mire. Incluso Yannick interpretó el solo añadiendo notas extra al original. A estas alturas yo ya tenía la camiseta que se podía escurrir. Más ejemplos de complicidad en Nasty habits, esa sonrisa cruzada entre Lane Lazy y Álex, que se envalentonaba cada vez más demostrando un estilazo de aúpa, lo mismo que en Believe, la más coreada de su último trabajo “Never say forever” y, completando el triplete de este último, cañerísima Stay behind, y si no lo es bastante, aceleraron su final hasta la locura hasta que Álex no dio más de sí. ¡¡Bestial!! De repente, reaparecía sobre el escenario Lane con la guitarra electroacústica colgada para darnos una gran sorpresa, con el Don’t go away mad (just go away) de los Motley Crue. Creo que solo se la he visto tocar en su concierto del 10º aniversario. Obviamente, por su timbre y registro, al vocalista le quedó como anillo al dedo, y además el bajo de Andi se escuchó de puto lujo, destacando especialmente en la primera parte. Tanto este como el guitarrista no dejaron de intercambiar posiciones, cruzándose a la carrera, y en Set my soul on fire (a la que cada vez le cojo más el rollo en directo), Lane hacía lo propio, recorriendo el escenario en las partes instrumentales sin dejar de batir su aro de sonajas. Él mismo ofreció unos lingotazos de su botella de Jack Daniels (lástima que me tocaba conducir a mí jeje) para envalentonar al público durante el inicio instrumental de Sucker, directamente desde su “Sex, Booze and Tattoos”, también perfecta para hacer colaborar a todo el mundo.
Entre un Yannick ahora hiperactivo que no podía parar a lo largo y ancho del escenario y Lane acercándonos el micro para gritar el estribillo, fue un momento de máximo disfrute, y también marcaba de algún modo el inicio de la recta final del show. Más Jack Daniels a granel y un tema que me flipa a lo bestia, una de mis favoritas del “Never say Forever” como es I wanna go, y es que me encanta su melodía, las armonías vocales de Yannick y toda la base rítmica sonó de cojones (menudo dúo Andi y Álex…). Como no podía ser de otra forma (pocas veces un tema como este baja el nivel) Rockin’in Stereo fue el chute de Rock’n’Roll con el que todo el mundo, al mismo tiempo, se puso a saltar, a agarrarse, e incluso a empujarse entre las primeras filas y fuera de ellas, gritando también los estribillos en los que Lane, con una sonrisa, nos acercaba el micro de nuevo. Su voz, por cierto, también brilló con mucha luz en este tema y es que aparte de ser un frontman incomparable, tiene una voz fantástica. Casi en la nota en la que terminó esta última, Yannick empalmó con el riff inicial, rockero y fogoso de Dressed to kill, uno de sus temas estrella que me pone el corazón a mil. Hacia el final, bajaron la intensidad de los instrumentos para destacar el estribillo (y al mismo tiempo, nuestras voces) y ya pusieron toda la carne en el asador para la parte final, aunque todavía quedaba un último tema, un cover de sus adorados The Cult (cuyo rollo, aparte de que se nota a la legua, les corre galopante por las venas, según me confesó en palabras exactas su vocalista): Love removal machine, con un final de lo más bestia y ruidoso, a toda hostia, en el que Yannick se lució con un solo largo y brutal, y Álex se ensañó a mala hostia con su batería. Acojonantes de principio a fin y aunque esto ya no sorprenda a quienes somos muy fanáticos de la banda, porque lo llevan en la sangre, esa desbordante energía no deja de impresionarme todas y cada una de las veces que les veo. ¡Y además me llevé una púa del guitarrista! Espero que aún quede alguna que otra fecha cercana de aquí a final de año, porque cada cierto tiempo vuelvo a necesitar una nueva dosis de una de mis drogas favoritas.
Por suerte, tocaron más tiempo del que imaginaba comparado con el de otras bandas, así que me pude desquitar a gusto con su directo y volver hacia casa hecho tabaco pero tremendamente contento por aquella noche corta, pero tan intensa que vale por diez. En diciembre del 21 al 23 se piran a tocar a UK, a demostrar el nivelón que existe por estas tierras y a dejar un listón altísimo, y es que esta gente no sabe hacer las cosas de otro modo. Les deseo la mejor de las suertes en su odisea. A parte de la compañía de mi chica, también me encontré allí con mi colega Vicent, veterano de guerra y que tampoco se pierde una, con quien me acerqué varias veces a meter headbanging al borde del escenario, y no me queda sino agradecerle ese par de birrazos a los que me invitó. ¡Te debo una tío!
Tengo que reconocer que últimamente estoy atravesando una racha casi insuperable de conciertazos de los que marcan. Desde el Gineta Rock he ido empalmando todos los fines de semana uno tras otro, y todavía quedan unas cuantas alegrías por vivir de aquí a final de año. Próxima parada, sábado que viene con Annihilator en la Rock City. ¡¡Nos vemos allí peña!! Como siempre, A MUERTE.
_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_
Underfest 4 (Stereozone + Jolly Joker, Sábado 26-10-19, Agora Jove, L'Alcudia, Valencia)
Al proximo que montemos avisas y te buscamos hueco para sobar y te quedas los dos dias, el viernes fue tambien esopectacular y mas encarado al metal.....graxs por venir
ResponderEliminar¡Hola Pablo! Mil gracias por tu ofrecimiento, espero que el festival tenga muchas más ediciones y poder estar allí, ya que me lo pasé como un enano a pesar de ir solo un día. La próxima no me la pierdo, me pondré en contacto contigo antes. ¡Gracias de nuevo y un abrazo!
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