domingo, 1 de marzo de 2020

So fuckin' HOT!! (Warm Up Heavy Metal Espectros Fest. XIII) (Street Lethal + Jolly Joker + Chantrice, Viernes 28-02-20, Sala Spectrum, Murcia)

Último fin de semana de febrero y, a pesar de que llevo dos meses empalmando conciertos todos los fines de semana, había muchísimas ganas de despedir este segundo mes del año con un bolo por todo lo alto. A pesar de las muchas coincidencias, la fecha definitiva, el objetivo final, era sin duda la capital murciana, en donde un año más la asociación Heavy Metal Espectros celebraba su particular festival ofreciéndonos cosas muy interesantes y muy surtidas de entre el vasto universo de bandas underground existentes, tanto nacionales como internacionales, como siempre apoyando a muerte la escena. Sin embargo en mi caso, hay veces (aunque sea una entre mil) que querer no es poder, aunque se ponga toda la ilusión y ganas del mundo, y por temas de pasta y otras circunstancias que no vienen al caso, los planes se me iban jodiendo poco a poco y acudir a Murcia para disfrutar de este gran evento cada vez se veía más lejos. Curiosamente siempre he tenido mala suerte con este festival. A pesar de todo, tenía alternativas y no me iba a quedar sin mi concierto de finde, pero me jodía cantidad la idea de no poder estar allí, sobre todo para ver a mis queridísimos Jolly Joker en acción. Sin embargo y contra todo pronóstico, una llamada de mi colega a media tarde fue la solución. Dicho y hecho, sobre las 19:00 de la tarde pusimos rumbo a Murcia, suponiendo que la hora de apertura de puertas para el evento se acercaría más a las 22:00 que a las 21:00, así que íbamos afortunadamente sobrados de tiempo para echar unas birras y saludar a la peña al llegar. Me tuve que quedar igualmente con las ganas de acudir al festival principal, pero la fiesta de calentamiento fue algo tan brutal que no le puedo pedir más al asunto.

Llegamos y aparcamos con facilidad. Nos fuimos derechos a la Sala Spectrum, donde se iba a celebrar la movida, pero como ya imaginamos desde los primeros minutos, lo que sonaba no era más que el proceso de ecualización y demás del que sería el primer grupo de la noche, unos Street Lethal que a algunos nos dejaron muy, pero que muy satisfechos. Ya entonces sonaban bastante bien y nos pusieron los dientes largos, pero tampoco tenía mucho sentido quedarse a verles preparar su sonido y tal, así que nos dimos un rulo por el Bocatica y +, conocido sobradamente por todos los que frecuentan tanto la Garaje Beat Club como la Spectrum, un bar con un trato genial y una decoración muy vistosa y apropiada para el público que va a visitarles. 100% recomendable, como siempre digo. Allí nos encontramos con nuestros colegas Cris y Roge y poco más tarde con los Joker al completo (¡¡Mola!!), echamos unas cervecitas, apuramos el último cigarral y nos volvimos ya para quedarnos a la Spectrum.

Al cruzar la puerta, el ambiente ya se podía notar caluroso y vibrante. Al no tener demasiada capacidad, la sala estaba totalmente llena y había mucha gente disfrutando ya del Heavy Metal clásico de estos catalanes, una banda formada por cinco chaval@s que, a pesar de su evidente juventud, han sabido plasmar en su música y en sus directos el espíritu auténtico del Metal de los 80, lo que les incluye dentro de esta oleada masiva de bandas con este rollo que afortunadamente vivimos en los últimos años (NWOTHM). Su directo fue un auténtico cañonazo en la sien. Si bien en disco me gustaron moderadamente, fue en directo donde descubrí a una banda que realmente pienso que tienen un largo camino por delante, por muchos motivos, pero sobre todo, por la tremenda actitud que manifiestan en vivo, delante de la gente, comiéndose con patatas un escenario que se les quedó pequeñísimo, con una estética absolutamente True y sonando muy ruidosos y contundentes. Y si encima son buenos músicos, clavan los temas en directo y mantienen un ritmo tan intenso durante toda la actuación, poco más se puede pedir. Precisamente, la primera que escuché cuando entré fue una de mis favoritas, Roll Racing, sobre todo por su melodía, de esas que enganchan a la primera. Como ya se podía adivinar por los momentos de prueba que vimos, el sonido era bastante notable, batería atronadora, buen volumen de voz (puede que algo bajo, pero con suficiente calidad como para entenderse clara). Pero insisto, sobre todo la batería, con un Eric ‘Killer’ machacando a saco, era de lo más destacado, especialmente en un corte como Tyrants que requiere gran potencia para sonar como debe sonar, con doble bombo a saco haciéndonos saltar los tímpanos, al tiempo que los tres hachas pateaban el escenario, hacían coreografías y sobre todo, disfrutaban al máximo haciéndolo. Porque en On the run ya pudimos ver tanto a Criss como a Dann alternar solos rapidísimos y con mucha carga armónica que solventaban de maravilla. Porque el primero fue una máquina imparable con los solos, pero Dann tampoco se quedaba atrás, genial equipo el que formaban. A estas alturas hay que hablar obligatoriamente de su vocalista, Hell Rose, quien esgrimió unas dotes escénicas difícilmente mejorables, entablando conversación con el público, recordando que tenían disponible el merchan y recalcando bien fuerte y con la cabeza muy alta y llena de orgullo quienes eran y de dónde venían. Heavy Metal formado en las calles, ese es el bueno sin duda, el portador de su espíritu.

Una versioncita del We Rock del inmortal Dio (bastante bien cantada, por cierto) les sirvió para acercarse todavía a su público, movimiento que iba siendo recíproco poco a poco a medida que todos dábamos un paso adelante. Me moló mucho el bajo de Guillem en Into your mind, con unas líneas interesantes y un sonido que a pesar de no ser el mejor, daba ese punto imprescindible también a Rulers of the underworld, especialmente en esa primera parte lenta que nos hizo relajarnos pero sin dejar de apreciar los detalles y el perpetuo movimiento de Elena. En algunas canciones, nos contaban sus primeros recuerdos de cómo se forjó la banda, momentos bastante concisos y animados que daban paso a otro tema y a otro más, y seguían cayendo algunos como Hiding underground, que forma parte de su segundo EP del 2016 llamado “Look Out! & Stay In The Streets” (y que también tocaron casi íntegro). De nuevo, buenos detalles de la guitarra de Criss y el bajo de cinco cuerdas de Guillem, este último ataviado con tiras de cuero al más puro estilo Cronos, y eso, le pese a quien le pese, esa imagen tan guapa que daban encima del escenario, también forma parte de esa actitud tan absolutamente imprescindible en nuestra movida. Y el que no lo quiera ver, allá él. Nos anunciaban ya su ‘casi’ retirada, de nuevo presentándose para que nos quedara bien clarinete quiénes eran, pero no sin antes volver a explotar con Welcome to the row, y lo de explotar va de forma casi literal, porque la potentísima batería de Eric casi nos vuela la tapa de los sesos con ese doble bombo tan frenético que hacía retumbar el suelo de la sala. Parecía incluso que para este tema le habían subido el volumen, porque parecía un trueno. Muy buen trabajo también por parte de Elena, quien además de alcanzar todos los tonos, atraía nuestra atención con ese continuo headbanging y su forma de gesticular. Para gustos colores, puede que su timbre no sea tan versátil como el de otras voces, o que a veces le falté alguna pizca de consistencia, pero desde luego no se puede negar el empuje, la actitud y el torbellino que es encima del escenario. Ahora sí, con Searching the wild, mientras Dann y Guillem ocupaban la primera fila con su headbanging, nos dijeron adiós pidiendo apoyo para la escena y agradeciendo a todos aquellos que formamos parte de aquella noche, seguro que tan especial para ellos.

Pero sin duda, y no puedo negarlo, para mí el plato fuerte de la noche eran unos valencianos que, allá donde van, arrasan a lo salvaje. No tienen noche mala, se entregan al 100% a su gran pasión que es el Rock’n’Roll y mantienen un nivelón durante todas sus actuaciones que te obligan a hacerles reverencia. Sí, hablo de los Jolly Joker, una de mis bandas nacionales favoritas en cualquier estilo, unos monstruos que se han ido abriendo con los años camino hacia mi top 5 de imprescindibles, y no precisamente de forma gratuita, sino a base de dejarme pasmado con cada uno de sus directos, y ya les habré visto en más de 10 ocasiones. ¡¡Y las que me quedan!! Porque es algo más que evidente que con cada disco y con cada concierto van ganando nuevos adeptos de forma exponencial. Y no penséis que por haberles visto la semana pasada en su ciudad iba a afrontar este bolo con menos ganas o pasión… ¡¡eso jamás!!

Antes de situarnos en primera línea de batalla, salimos de la Spectrum a tomar un poco el aire, necesitábamos inhalar un poco de humo y relajarnos antes de presenciar la vorágine de Rock’n’Roll de la que siempre nos hacen partícipes los valencianos. Pero fue un descanso corto. Ni de coña me pierdo ni que sea un minuto de ellos. Así pues, ya situados con un buen litro de kalimotxo en mano (lo que me recuerda que hay que aplaudir a manos llenas a la sala por los precios tan populares que mantiene desde su apertura), empezó a sonar su particular intro (de la que prescindieron en Valencia) y casi sin darnos cuenta, y sin término medio, ya estaban reventando el escenario como solamente ellos saben hacer, dando una cera bestial con I am Rock n’Roll, con una energía desmadrada que se notaba tanto en las ‘carreras’ que se pegaba Lane Lazy sobre el escenario como en el desmelene que llevaba Andi ya de primeras, agitando su melena sin parar y dando vueltas con su bajo sonando a tope. Bajo con el que se quedó solo con Alex en la parte media de Sidewalks, presentado en inglés por Lane, quien en esta canción en particular dio un espectáculo de aplauso, acariciando el micro con picardía, asomándose a un lado y a otro del escenario, cantando de putísima madre incluso las partes más arriesgadas… flanqueado a su diestra por un Yannick pletórico que agitaba la melena a un lado y a otro. Con las patadas al aire del vocalista comenzaba, con efecto wah wah en la guitarra, Hey You, ese tema que terminó definitivamente de poner las cosas en su sitio, arrastrando ya a toda la peña a las primeras filas y obligando de forma casi involuntaria a que todo el mundo coreara el estribillo con fuerza, apoyados por los coros de Yannick y sobre todo, por la bestial base de Andi y Álex… y lo de este último en particular fue de órdago. Porque es un batería que SIEMPRE se entrega al 100% a su pasión, y eso es algo que salta a la vista, pero aquella noche le vi que se salía del puto mapa, dando unas hostias a su batería y con una actitud tan motivada o más que de costumbre. ¡¡Menuda bestia!!

Tras la vacilada que nos pegó Lane en Perfect Life (un tema que no deja de ganarme fuerza en directo) volteando el micro y cambiándoselo de mano mientras caminaba orgulloso por las tablas, entrábamos ahora, con el termómetro ya a punto de estallar, en una de mis partes favoritas del concierto, cuando Yannick rasgaba sus cuerdas para hacernos meternos a lo loco en Full of Beans… ¡que siempre me pone jodidamente frenético! Y es que es un derroche de guitarras, de energía y de fiesta que te impiden parar, ¡es imposible! Y ya cuando Yannick ocupa el centro del escenario para cascarse el solo… el que no se vuelve loco es que tiene horchata en las venas… Y para el que no haya tenido suficiente dosis, empalmando con Fuck it all … ¡a tomar por culo el mundo! ya lo que pretenden es incendiar el escenario entero, con un Álex que de nuevo hacía tambalearse su batería (y partirnos el cuello) en esta pieza agresiva, descarada y cabrona con huella de L.A. Guns en la cual brilló con luz propia un Lane Lazy que, no sin un intenso esfuerzo, saco cada nota y cada grito del tema, zarandeándose en plan boxeo mientras el resto de músicos ponían todo su empeño. Llevaba una sudada de infarto y con razón, creo que es un acierto enorme empalmar estos dos temas. Se suavizaba ahora un puntito el ritmo con el wah wah de Yannick interpretando los primeros compases de Nasty Habits (y el whisky que ya había empezado a derramarse por los gaznates de los sedientos asistentes) y la melódica Believe, que ganó mucha fuerza escénica con las actuaciones de los músicos, Yannick y Lane saltando al mismo tiempo y este último sacando el palo del micro para invitar a cantar a la peña. ¡¡No saben parar quietos!! A parte de la imagen que muestran en el escenario, son esta clase de detalles los que hacen que uno no pueda despegar la vista del concierto ni queriendo, esa coordinación en los movimientos tan desmadrada y a la vez tan estudiada, nunca se entorpecen entre ellos, nunca dan un paso en falso y siempre bordan cada idea que se les pasa por la cabeza de la forma más espontanea. Su categoría es de otro puto nivel. La imparable bataca de Álex nos devolvía directamente al headbanging a todo trapo con Stay Behind, otro de esos que no fallan por su intensidad, y me moló sobre todo Yannick (volviendo de nuevo a quedarse al borde del escenario) dando esos golpes giratorios a las cuerdas de su instrumento. Otro que estuvo que se salió aquella noche.

Como no podía ser de otra forma, descansaron unos brevísimos minutos para agradecer al público y a la organización su apoyo y por haber contado con ellos. Y es que los festivales relacionados con los Espectros suelen estar formados básicamente por Heavy Metal, pero estos Jolly Joker son capaces de arrasar allá a donde vayan, sin importar el tipo de público o las expectativas puestas sobre ellos.

Ya de paso, nos trajeron, como ya hicieran en Valencia, una gran sorpresa bajo el brazo como fue la versión del You’ve got another thing coming de los Judas Priest que hizo que el momentito de bajón se recuperara en seguida y fuese algo completamente anecdótico. De hecho, diría que todavía subieron más la intensidad, a tenor de lo visto en la actuación de Álex, que al mismo tiempo perdía los estribos pero no el control de sus baquetas, desmelenándose completamente, algo que se puede atribuir también al resto de miembros, porque se nota que es un tema que les encanta (ahí vimos también a Andi, que se balanceaba de un lado a otro con esa perenne sonrisa jeje). Cambio de tercio, mientras fluía más Jack Daniels al borde del escenario, con Set my soul on fire, que hizo saltar algún que otro grito en plan ¡¡por fin!! Personalmente lo que más me flipó de este tema fue el enorme alma que tuvo la guitarra, ese punto exacto entre lo salvaje y lo elegante que Yannick tiene más que dominado, pasando a registros mucho más macarras y desmadrados con Sucker, penúltima en sonar aquella noche de su “Sex, Booze and Tattoos” que a pesar del paso del tiempo aun tiene una excelente representación en su setlist.

Álex se encargó de abrirla a palo limpio, a toda hostia, y tras terminar, Lane con sus perpetuas gafas de sol brillando bajo los focos, nos hizo un amago cantando la primera estrofa a capela del Heaven and Hell (segundo recuerdo a la voz de Dio de la noche, por cierto) y de pronto… un subidón repentino con I wanna go, que siempre me pilla desprevenido en la parte final de sus bolos, siendo uno de mis temas favoritos de toda su discografía, y es que irradia un rollo muy especial, se podría decir que es uno de los que mejor definen su “Never say forever”, disco que les ha encumbrado a lo más alto de su carrera (ojo, de momento), pero sin olvidarse tampoco de su “Here comes… The Jokers!” y uno de sus más grandes hits de su carrera como es Rockin’ in Stereo, que vuelve a poner a la sala entera patas arribas (y no solo esta sala en particular, hablo en general) mientras Andi y Yannick mano a mano nos vacilaban pegando sus instrumentos o en la parte del solo, listos para soltar el gran final de la traca con otra de las que me pone la sangre a hervir, Dressed to Kill, y no solo por el tema en sí mismo, sino por el desparpajado y gamberro comportamiento de Lane Lazy sobre el escenario (es que me flipa, no lo puedo evitar), lanzando chorros de Jackie a la peña… ¡e incluso por su cabeza! (primero agua, luego birra y luego whisky, ¿será este el secreto para tener esa melena? Jejeje). El guitarrista, también enloquecido, pateaba y se daba golpes a lo King Kong en primera fila de escenario, y es que a buen seguro lo que vino a continuación fue uno de sus momentos favoritos, que por cierto, eché de menos en Valencia debido a causas de fuerza mayor: su increíble versión del Love Removal Machine de los The Cult en la que las últimas veces que les he visto ponen toda su alma… y es que nunca han querido esconder el espíritu de los legendarios británicos en muchas de sus composiciones propias, y en este cover es donde asoma de forma más obvia. Aunque no hubo esta vez avalancha de tías sobre el escenario (más bien de algún espontaneo bastante plasta que acabó mordiendo el polvo xD), fue un final de fiesta por todo lo alto, con la batería aceleradísima y desbocada y Andi y Lane metiendo headbanging al ritmo hasta dejarse las vértebras en ello.

Más tarde, tuve el privilegio de estar un rato, hacerme fotos y charlar muy agradablemente con ellos, y ante todo, desearles mucha suerte con el bolo que el sábado darían en Cartagena. Desafortunadamente, ese sí me lo tuve que perder, pero estoy absolutamente convencido de que también allí dejarían su huella y más de uno quedaría anonadado con su espectáculo.

Pero aunque la noche ya iba tocando a su fin, todavía quedaba una gran anécdota que resolver, y esta vez en el sentido más literal de la expresión. Porque aparte de estos dos grupazos que acabábamos de disfrutar, todavía quedaba un tercero cuya identidad se había guardado celosamente hasta que ellos mismos se presentaron. En ese momento, dejaron de ser secreto, pero todavía fueron, si cabe, más sorpresa todavía. Porque tanto de hablar de suberbandas internacionales, aquella noche tuvimos encima del escenario una de cosecha nacional dentro del Metal underground patrio, una reunión de músicos a cada cual más exquisito provenientes de varias bandas ya bastante reconocidas en este mundillo. Se me caía la baba imaginando lo que podría salir de ahí, pero es que el resultado todavía fue mejor de lo esperado. Y mira que estábamos (al menos yo) hechos ya puré después de la embestida que nos acababan de meter, hacía falta algo muy especial para volver al ruedo por todo lo alto, y estos Chantrice, que así se llamaba la misteriosa banda, doy fe de que lo consiguieron a base de un nivel técnico abrumador y temas, tanto de creación propia como de versiones, que nos hicieron desear que el concierto hubiese tenido una duración mayor. Chantrice son (agarraos los machos): José Vicente Aldeguer (War Dogs) a la batería, José Soler (Raging Fire) a la guitarra, Miguel Moreno (Witchtower) al bajo, Josedas a la voz y Edu Anton (War Dogs) a la guitarra. ¡¡Caaaasi nada!! Y desde luego, la expectación que crearon no fue poca. La peña se congregó en las primeras filas incluso antes de que diera comienzo el show, algo que sucedió a los pocos minutos con su primer tema llamado Angel of misery, con un sonido y estilo 100% clásico que ya nos daban una idea de por qué derroteros va a ir el rollo. Porque Chantrice no es un ‘regalo’ puntual de una sola noche: tienen intención de ir creciendo, rodando y mostrando su directo, que a mí personalmente me dejó con mucha sed de más, vista la enorme calidad de todo lo que hicieron. A cada extremo del escenario, dos pedazos de guitarristas, José Soler, a quien es la primera vez que veo (tengo que trabajarme a estos Raging Fire a ver qué tal) y por supuesto, Edu, de quien la primera vez que le vi con War Dogs ya pensé ‘este tío está a otro puto nivel…’. También muy activo, probablemente el músico que más espectáculo visual dio, Miguel demostraba un dominio y una soltura totales para moverse por el escenario, una gran presencia, y José Vicente pese a su juventud, es un batería deslumbrante en cualquier sentido, potente y preciso como ya podemos verle también en sus War Dogs.

Toda la carne ya puesta en el asador, continuaba la fiesta con la guapísima Lights, segundo tema propio en caer, al que siguió la primera versión de la noche. Y no creáis ni por un momento que fueron a lo fácil, a buscar las típicas versiones. Pero más allá de esto, hay que echarle cojones para tocarse una de los Queensrÿche, también para las partes de la voz en las que Josedas, a quien tampoco había visto nunca en un directo, lo hizo sorprendentemente bien a nivel vocal, y ya ‘caliente’ en escena, se movía como pez en el agua. No tengo la anotación, pero si no recuerdo mal el tema en cuestión fue Deliverance… con lo que ello conlleva jeje. El solo de Edu, acojonante, desde luego, pero es que aparte de tocar como toca, también destila clase a tope, no es flor de un día, eso está claro nada más verle. Personalmente me quedé mucho con su instrumento porque me encanta cómo toca, su velocidad y lo tajante que es para rematar cada riff o punteo, pero José al otro lado tampoco se quedaba atrás, combinando los solos con este y elevando todavía más el espectáculo. Anastasia fue, diría, el tema suyo que más me gustó por su estribillo con gancho, se nota que hay detrás buena mano compositiva. A ver si en un futuro graban algo y las puedo escuchar de nuevo, porque verdaderamente me molaron mucho y lo importante es que supieron animar a gentío aun con canciones desconocidas para la gran mayoría de nosotros. Claro que el ambiente que hubo el viernes en la Spectrum era excelente, y había muchísimas ganas, sobre todo de Heavy Metal clásico. Tan solo quedaban un par de versiones, y es que este concierto de presentación de la banda ya venía concebido como algo limitado en cuanto a duración. Pero… ¡¡vaya dos versiones!! Para continuar, nada menos que el Azrael de los Crimson Glory, que nos cogió casi desprevenidos. La banda apuntaba alto, eso es innegable, y les quedó de vicio (y un placer ver ahí a José y a Edu juntando las seseras y combinando armonías). Destacaría a José Vicente, que bordó un trabajo impecable a los palos con multitud de detalles y una gran precisión… y remataron con A mansion in the darkness del puto King Diamond, que gozamos a lo bestia… y nos sorprendieron muchísimo (sobre todo a quienes no le habíamos visto cantar, supongo) los falsetes y la imitación por parte de Josedas, que además de moverse de lujo, cada vez más animado, sacó todas las partes, incluso las más agudas, de maravilla. Según nos dijeron, ya no tenían nada más preparado y fue una pena, porque se nos antojó demasiado corto para tantísima calidad.

Tocaba la parte más tediosa de cada concierto, pero antes, despedirme de toda esa peña con la que tuve el placer de charlar un ratejo, mucha basca desde Valencia y de Murcia, a esos Jolly Joker tan cojonudos y por supuesto de Cris y de Roge de los que estuvimos acompañados gran parte de la noche. Nos cenamos mi colega y yo el bocata estándar que llevábamos en el coche y al turrón. Un poco larga la vuelta en coche, a esas horas (se nos hicieron las 4 de la mañana de cháchara…) y con el cansancio acumulado de una noche tan intensa, pero aun con este pequeño inconveniente, me alegré muchísimo de haber estado allí después de lo mal que pintaba al principio. Y es que como digo en muchas ocasiones, cada cual puede tomarse los conciertos como uno quiera, pero a mí noches como esta me dan la vida y no las cambio por nada del mundo.

P.D. Las fotos de Chantrice son de Cris. ¡Mil gracias!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

(Warm Up Heavy Metal Espectros XIII) (Street Lethal + Jolly Joker + Chantrice, Viernes 28-02-20, Sala Spectrum, Murcia)

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