domingo, 13 de junio de 2021

Rock'n'Roll... and women (Jolly Joker, Viernes 11-06-2021, Sala Bóveda, Barcelona)

Noche muy, muy especial la que vivimos el pasado viernes en mi querida Barcelona, que nos llevaría a ver de nuevo en directo a mis no menos queridos Jolly Joker. Ellos fueron los escogidos para celebrar por todo lo alto en forma de concierto el decimotercer aniversario de la Rocksound, una fecha muy señalada que se celebraría en la sala Bóveda a ritmo de Hard Rock, sleazy y glam, una movida que hoy por hoy tiene en la banda valenciana a su exponente más destacado en nuestro país, con una carrera que supera ya la década, peleando y escalando peldaños a base de sacrificio y buen hacer. En estos turbulentos tiempos, a la vista está que estamos hablando de la banda que más se está dejando los cojones para girar, a pesar de todas las adversidades, por todo el país. Dieron fecha en Vitoria, hace nada petaron Burgos, y este viernes le tocaba el turno a la ciudad condal de recibir en vena toda la energía que estos cuatro rockstars son capaces de desplegar sobre un escenario, donde por cierto, también hicieron un estruendoso Sold Out pasada tan solo una semana después de anunciarse el concierto. Y no solamente es que la peña ya tenga unas ganas incontenibles de concierto. Es que además, con sus explosivos directos y su inmensa actitud, han conseguido llegar a conquistar al público de todas aquellas ciudades en las que habitualmente hacen parada en sus giras, y eso jamás puede ser fruto de la casualidad, sino de la perseverancia y el trabajo duro. Mientras espero con ansias el anuncio de una nueva fecha en la ‘terreta’, ya tenía en mi poder la entrada para su concierto del día 19 Madrid, pero aun así, esta nueva fecha en Barcelona era irresistible. Y al final, como alma vulnerable al Rock’n’Roll que soy, terminé cayendo.

Y es que además, pillándome tan cerca en estas fechas… ¿quién se puede resistir a un concierto que sabe de antemano que le va a tocar de pleno la fibra? A pesar de todo, la llegada a Barcelona fue bastante accidentada. Saliendo (teóricamente) con tiempo de sobra, ya en la periferia nos encontramos con un atasco de agárrate y no te menees que nos hizo llegar a la zona de marina con casi una hora de retraso, donde el cubateo pre-concierto se iba a quedar reducido a unos minutos exprés. Aunque, por el contrario e incomprensiblemente, el concierto también comenzó con muchísimo retraso, al menos, respecto a la hora que figuraba en la entrada. Al final, se puede decir que todo cuadró más o menos. Tras encontrarnos con esos grandes colegas como son Eddie y Elena, tomamos unas birras en un garito llamado Hoppiness y pasamos un rato bastante desternillante con unas conversaciones que ética y moralmente no puedo transcribir aquí (xD) pero que hicieron que la espera se pasase en un suspiro. También tuve el placer de encontrarme y conocer en persona a peña de primera como son Cristina y Joan, que le dieron todavía más luz a ese ya de por sí excitante momento de la anticipación a un concierto. Nos pusimos a la cola pero entre unas cosas y otras, casi al final, y en la teórica hora de comienzo del show, por lo que se preveía que la cosa iría para largo. Ya en la sala, todavía tuvimos que esperar mogollón. Esta, desde luego, haría el Agosto con la barra vistas las ganas de ‘chupar’ del personal… Tantas eran las ganas de concierto y de desparrame que hasta se escuchaba a la gente coreando los temas de Ozzy, Guns’n’Roses, Aerosmith… que sonaban de fondo.

Pero entre copa y copa, ya deseosos de que llegara el tan ansiado momento de los primeros sorbos de Rock’n’Roll… los músicos empezaron a salir al escenario bajo el amparo de esa eterna intro de Conny Froboess que tanto gustirrinín da escuchar, ya que siempre anticipa algo grande. Andi al bajo, Yannick a las seis cuerdas, Lane Lazy al micro y a comerse el escenario, y a la batería… ¡espera!, ¡ese no es Álex! Pues no, en esta ocasión, por raro que parezca, el joven Álex no ocupó su puesto tras los parches por complicaciones personales. Pero nada menos que Paco Muñoz, más que reputado batería valenciano, cubrió la ausencia con un aplomo, técnica y solvencia ante la que no podemos hacer más que quitarnos el sombrero. Imagino el currazo que se metería para aprenderse todos y cada uno de los temas del setlist. No puedo negar que tengo mucha debilidad por el rollo de Álex, pero esa noche tuvimos que rendir armas ante su sustituto. De 10.

Como no podía ser de otra forma, esta vez fueron sus baquetazos los que abrieron con esa joya llamada I am Rock n’Roll, y en ese preciso instante, después de tanto tiempo sin verles, después de tanto contenerme, de tanta frustración reprimida, y en el que para mucha gente fue su primer directo desde hacía meses y meses… luces, calor, gritos… música… ¡¡¡CONCIERTO!!! El Rock’n’Roll se hizo, y la sala despegó con él. Muchísima energía liberada, muchísima conexión con la banda… Jolly Joker habían llegado una vez más para GANAR y el público se fundió con ellos ya desde el primer tema. El ambientazo que se respiraba en la sala Bóveda se concentró en un mismo punto, en un momento concreto, y estalló como una bomba. Todo eran voces, manos en alto y desmelene a saco (eso sí, limitados por el incómodo taburete en el que la ley nos obligaba a sentarnos). Sea como sea, el gas estaba a tope y el fuego bien encendido, solo hacía falta mantenerlo al nivel. Pero eso para los hardrockeros valencianos nunca ha supuesto el más mínimo problema. Si en el primer tema Lane Lazy salió a piñón, alegre, dando golpes al aire, oteando al personal hasta el fondo de la sala y cantando de la hostia, no fue menos en Sidewalks, que arrancó con un grito de los que te ponen verraco, y modulando de puta madre su voz durante todo el tema, reservando y atacando según momentos. El atolondrado inicio de Hey you puso de nuevo al vocalista a dar patadas al aire con todo el desparpajo y soltura que se gasta, y llegó además nuestro momento (del público) de gritar a piñón el estribillo, con esos aires de punk melódico que embriagan su segundo disco “Here come… the Jokers!!”, para mí uno de los mejores discos que se han grabado en la historia de este puto país, y lo digo claro y sin aderezos.

¡Y que en grande se lo estaba pasando Andi! Se notaba a la legua. Sonriendo continuamente, sin parar con el headbanging y pateando el escenario que daba gusto verle, siempre esgrimiendo orgulloso su Thunderbird y haciendo virguerías con él. Me habría encantado que su bajo hubiese sonado un poquito más alto, por pedir, aunque en conjunto no tengo absolutamente ninguna queja sobre el volumen o la potencia del concierto en este aspecto. A la guitarra, el siempre espectacular, ilustre, gamberrazo y chulesco Yannick le daba al reverb con el inicio de Perfect Life, que es absolutamente perfecto para, digamos, abrir una nueva etapa en cada uno de sus conciertos, otro arranque, que Lane siempre adapta perfectamente a su gusto en lo vocal, y que además empalman sin dar respiro con Full of Beans, otra que cada vez que suena me vuela la puta cabeza, refrescante, canalla y festiva, de esas que te dan ganas de mandar a la mierda la silla y meterte a hacer mosh en primera fila. Explotando y despatarrándose con el solo, Yannick vuelve a demostrar que en cuanto a combinación de actitud y destreza con las notas, hay pocos, muy pocos guitarristas que puedan toserle, y no solo en el ámbito nacional. Y a nivel escénico, es un pilar totalmente insustituible. Atacaba ahora Paco desde su batería, pidiendo Lane Lazy esos deditos en el aire para Fuck it all, que es un auténtico tour de force para el vocalista en la que se vio algo ‘lleno’. Eso sí, esos gritos desgarradores nunca faltan en el estribillo, y para que engañarnos, ¡nos ponen jodidamente frenéticos!

Llegados a este punto, comentar que por gilipollas al final me tocó ver el concierto desde las últimas filas. Justo lo que NUNCA hago jeje. Y aunque desde allí había buena visibilidad y sonaba de lujo, tengo que agradecer enormemente a mi colega Cristina el detalle TAN cariñoso y TAN impagable de haberme guardado un asiento en primerísima fila, desde donde pude disfrutar como un animal los dos temas siguientes, esa cachonda a tope Nasty Habits, tan corta como intensa y desmelenada, y Believe, uno de los estandartes de su último álbum “Never say forever”, que recuerdo que en su momento de presentación me dejó algo descolocado, pero tras tiempo viéndola sonar en concierto, diría que es un tema del que nunca se deberían desprender, ya que a ellos mismos les da muchísimo juego en el escenario (Lane con la pandereta, Yannick flipándose como debe ser con el solo que se marca…), en resumen, un pasote de corte que mezcla su vena más clásica con aquella más insolente.

Primera cover de la noche. Acercándose a registros más stoner, vuelven a la marcha con Powertrip de Monster Magnet (una banda que sé que a Manu le flipa), aunque no la reconocí de primeras y además me pilló en la barra pillando alpiste. Pero al volver a la silla… ¡¡BLAM!! Un tiro entre ceja y ceja, como ya hicieron la última vez que les vi en el Loco de Valencia, que me dejó tambaleándome. Y es que no os podéis imaginar lo cerdaco que me pone esta barbaridad de tema llamado No way out, otro bastante jodido de cantar, por cierto, que Lane sacó gracias a su gran voz y a la cantidad de tablas y recursos que le ha dado la experiencia, apoyado por supuesto por dos solos a cargo de Yannick, cada uno mejor que el otro, que exudaron pasión a raudales, así como también sus coros en el tema. Además, se pudo ver la gran complicidad entre este y Andi. Y es que esta gente no sabe ir en otro plan. Casi me dejo el cuello con ella, y la silla no terminó mucho mejor jeje. Después de este subidón de pura adrenalina, bajábamos otra vez a tonos más suaves (aunque la forma que tienen de combinar sus temas hace que la transición entre unos y otros sea de lo más placentera) con Set my soul on fire, una de las joyas de la corona, sin duda, de ese gran “Never say forever”, aclamada y disfrutada tanto por público, que no dejó de cantarla, como por la banda, recuperando de nuevo Lazy su aro de sonajas para interpretarla y posándose Andi en primera línea del escenario con su bajo en alto para despedirla. Tras ella, vino otro de los sorpresones de la noche, mayúsculo en este caso al tratarse de un temaaaaaaazo como es el Freedom Fighter de Steve Jones, la primera vez que les veo interpretarla si no me falla la memoria y con la que gocé como un animal. Nunca lo había pensado, pero ese rollo le queda que ni pintado al sonido de la banda, así que fue otro acierto colosal, terminando el genio Yannick tirado a los pies de Lazy rematando el tema. Y es que hablar de esta pareja es hacerlo de la más explosiva que tenemos en nuestro Rock’n’Roll, no os quepa duda. El amago con ese ‘Sing me a song, you're a singer’ del Heaven and Hell cantado a capela por L. Lazy nos llevó directos a un tema que siempre ha estado presente en el setlist desde la primera vez que los vi, directamente importada del Sex, Booze and Tattoos, la irreverente y no menos descomunal Sucker para marcar el inicio de la recta final… que aun nos depararía muchas sorpresas, alegrías y emociones desatadas.

Y pocas mejores para encauzar dicho tramo que I wanna go, uno de mis temas favoritos de toda su discografía, tanto por su fogosa melodía, como por los coros, el solo… y los teclados de Frank Suz, aunque aquella noche era poco probable que pudiera aparecer, ya que el día siguiente tendría su estelar actuación en Madrid (donde por cierto, sí estaría Álex junto a él y a Yannick). Sea como sea, siempre disfruto intensamente de ese tema en directo porque es corta, pero tremendamente explosiva. ¿Qué quieren volver a poner la sala patas arriba? Pues Rockin’ in Stereo es la carta ganadora, ese ‘hitazo’ que, directamente, les llevó a otro nivel de reconocimiento. ¿Qué quieren que el final sea una puta fiesta de glamour y Rock’n’Roll a kilotones? Entonces Dressed to Kill es perfecta, además, fue el tema que me enamoró primero y para siempre de los Jolly Joker, así que cuando llega, uno no puede hacer otra cosa que enloquecer… aunque es más difícil con un taburete pegado al culo. ¡Pero eso sí, al menos, que su estribillo dé título a esta crónica! Porque creo que pocas veces en mi vida he estado tan bien acompañado en un concierto jeje.

Para los bises, que ya todos esperábamos, ofrecieron algo un poco distinto de lo habitual, reservaron Stay Behind para ese último arranque de caña pura y dura que quedó de puta madre para hacer hervir la sangre por última vez, pero no se despidieron hasta brindarnos un último cover, muy especial, el Never enough de sus queridísimos y recurrentes L.A. Guns, un temazo que nos dejó con un sabor de boca delicioso, ya no solo por la elección, sino también por su interpretación, con un Lane Lazy al que no se le acaba la gasolina (lo que yo digo, una actitud BRILLANTE de principio a fin del bolo) emulando a Phil Lewis en todo su esplendor y haciendo que todo el mundo, al final, se levantase y se uniese en un grandísimo y merecido aplauso a una actuación, como todas las que nos traen los valencianos, redonda, sin fisuras, y espectacular en todos los sentidos. No me cansaré de decirlo, es un orgullo y un honor gigantesco tener a un exponente del Rock’n’Roll de tal calibre en la Baja California y que además hayan destacado de sobremanera entre otras bandas, echándole unos huevazos enormes haciendo giras y peleando contra los elementos negativos que han rodeado esta puta pandemia mientras otras se han quedado a verlas venir (sin querer despreciar a nadie, pero esto es así y punto).

Quisiera dedicar esta crónica, con todo mi afecto, a toda la gente que formó parte de esa mágica noche barcelonesa, a mi chica Meri, a mi querida Elena, a Marcos (cuanto tiempo, ¡¡qué alegría tronco!!) y al mamonazo de Eddie (que también te quiero un huevo, loco), a Cristina y a Joan por su inestimable compañía, por ese gesto que no olvidaré y por las conversaciones que tuvimos (y las que nos quedan en el futuro) y por descontado, a Jolly Joker, sin cuya música y conciertos mi vida hubiese sido muy distinta en estos tiempos tan jodidos… y más allá.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_

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