domingo, 11 de julio de 2021

Mil reencuentros (Yannick & Lane, Sábado 10/07/2021, Loco Club, Valencia)

Sonrisa de oreja a oreja, la cabeza todavía un poco en las nubes y decenas de imágenes, charlas, temas y momentazos aún desfilando por mi mente. Estas son algunas de las consecuencias de saber de antemano que va a ser una gran noche y aun así, que esta acabe rebasando ampliamente las expectativas. Una compañía literalmente inmejorable (de verdad, qué maravilla de gente), un ritmo frenético durante toda la velada, muchísimos reencuentros y abrazos y, por supuesto, Rock’n’Roll de primera ley y muchísimos quilates de la mano del dúo más explosivo, irreverente y gamberro de cuantos tenemos en este puto país. Con esta última descripción, evidentemente uno solo puede referirse a Lane Lazy y Yannick, voz y guitarra respectivamente de mis idolatrados Jolly Joker en otra de sus sesiones acústicas. La gente que me conoce sabe que nunca apoyo tributos o bandas de versiones, pero ver a estos dos astros en acción “desenchufados” no tiene absolutamente nada que ver con la una ni con la otra. No es solamente interpretar temas. Es muchísimo más que ver y escuchar esos hits sobradamente conocidos por la gran mayoría de los asistentes al bolo. Incluso más allá de mostrarnos su propia versión de ellos a base únicamente de guitarra y voz, Yannick & Lane aportan a dichos temas su particular feeling derivado de su pasión por esta música, y nos demuestran el inmenso espectro de sus gustos musicales. Y es que, aparte de ser unos musicazos incomparables, es flipante la cultura musical de esta gente. Y además revisten las canciones con un extra de clase al ser un formato mucho más íntimo y visceral. Si todavía no les has visto en este plan, aunque los acústicos no sean lo tuyo, aunque no te apasione la idea de las versiones, no sabes cuánto te estás perdiendo.


Antes de meterme al turrón, quisiera agradecer enormemente a todo el mundo que formó parte de aquella inolvidable noche, pero muy especialmente y de todo corazón a Frank Suz, a Susu y a Nando sin los cuales nada hubiese sido lo mismo, empezando por la compañía de lujo y siguiendo por el viaje a Valencia. El trayecto se me pasó en un suspiro. Entrando a la gran ciudad, con el himno de la comunidad a toda hostia (en serio), nuestra primera parada ya fue directamente en el Loco Club, donde se iba a celebrar tan destacado evento, y posteriormente al bar de la esquina, donde tomamos unas buenas rondas de birras y conocimos a peña muy interesante esperando a que llegara la hora. De vuelta al Loco, en donde ya las primeras personas ocupaban su silla (el sino de los tiempos que corren…) y nosotros fichamos una mesa alargada paralela a la barra que sería nuestra especie de “tribuna”, donde se estaba y se veía el escenario de miedo, y que además dio pie a unas cuantas risas y momentos de cachondeo, algo común a toda la noche.

La sala registraba una entrada cojonuda, un llenazo casi total como vienen consiguiendo últimamente, tanto en solitario como con Jolly Joker, y desde luego, nada más merecido, porque además eso también demuestra que son profetas en su misma tierra. Como digo fue una noche con muchísimos reencuentros, peña que hacía siglos que no veía, y otros que han estado dando el callo en los pocos conciertos que se han dado hasta ahora por la zona. Y no os podéis imaginar lo a gusto que se estaba. El ambiente era… sencillamente espectacular, familiar, amigable, cálido… una pasada. Me recordó precisamente a aquella noche del noviembre pasado en el Café L’hermità pero con unas condiciones y una asistencia infinitamente mejores. Y es que se nota a la legua que hay muchas ansias de Rock’n’Roll y, sobre todo (como dicen los Corazones eléctricos) que hay más ganas que miedo. A pesar de las medidas corta-rollo, de las restricciones y de los límites nuevos, para mí esto, estar en una sala con todo este mogollón y con un buen concierto, es lo más cercano al paraíso.

Sin preámbulos, y con total soltura y naturalidad, aparecieron Lane Lazy y Yannick encima del escenario, su hábitat natural, para desgranar uno a uno los temazos que nos tenían preparados. Y no se puede decir de otro modo, ya que el setlist que se iban a currar sería de auténtica locura, además de grandes canciones, todas ellas escogidas y ordenadas con mucho tacto para favorecer el gran ritmo que tuvo el concierto. No se puede, ni siquiera, decir que guardaron lo mejor para el final, ya que todo, de principio a final, tuvo una intensidad ardiente, comenzando con una de las (para mí) más grandes como fue Dear lover, de Social Distortion. Toneladas de nostalgia en la melodía de este tema y el dúo poco a poco iba asentándose y cogiendo carrerilla escénica para seguir con otro monstruo de tema de sus imprescindibles The Cult, esa Edie (Chao Baby) que tan solo con escuchar los primeros punteos del arpegio de Yannick ya me puso los pelos de punta. El guitarrista le metió un sentimiento descomunal (marca de la casa), y ya empezaba a no poder parar con el pie. Novedad respecto al último bolo acústico que les vi, Superfantastic de Mr. Big, canción refrescante y positiva donde las haya de, además, una banda que admiro con todo mi ser. Una de las grandes inesperadas de la noche, en la que además Lazy mostró registros vocales de lo más sorprendentes. Este último ya nos adelantó para la próxima: ¡esta es de silbar! Y como ya imaginaba, Civil War hizo acto de presencia auditiva, con esa acústica tan sensible de Yannick al principio y tan recrudecida en su parte central.

El guitarrista no dejaba de lanzar puyas y disparates entre tema y tema, haciendo que nos partiéramos de risa cada dos por tres. En su línea. Es algo que además termina de romper el hielo entre los temas y ya crea un buen caldo de cultivo para el siguiente, junto a su compañero inseparable Lane, entre quienes la coordinación casi sin palabras ni miradas es simplemente alucinante. Desde luego, no es algo que esté al alcance de todos ni de coña. Ahí hay madera de la buena. El Free fallin’ de Tom Petty no por esperado despertó menos pasiones (es una prácticamente fija en sus acústicos) pero la diferencia aquella noche fue algo que marcaría muy para bien el ritmo del bolo: las colaboraciones. Y comenzaron invitando para que la cantara junto a Lane nada más y nada menos que a Dany, vocalista de los recordados y queridísimos Babylon Rockets para que hiciera gala de todas sus tablas escénicas y vocales. Las armonías vocales del final dejaron claro que estas apariciones aportarían mucho a los temas. Tras caer Fall to pieces de los Velvet Revolver, llegó uno de los que, por sí mismo, hubiese sido uno de mis momentos favoritos con el Pink de Aerosmith. Un tema que Lazy y Yannick bordan que da gusto, incluidos esos fantásticos coros, pero que además contó con la colaboración de Cebrián… que me dejó absolutamente pasmao. Qué pasión y que dominio de la harmónica. ¡Impresionante! Esa forma de retorcerse sobre el escenario… Le dio un fuego al tema que nos arrancó un merecidísimo y kilométrico aplauso al terminar.

Ritmo ya imparable del bolo, donde varios bombazos estarían por caer en esta parte central, como The Flame (Cheap Trick), esa Ramble On de los Zeppelin que tanto les triunfa y que tan bien interpretan estos dos cracks, cargada de feeling hasta los topes. Según Lazy, además, parece ser que nunca la tocan dos veces igual jeje. Uno de los momentos cumbre de este a nivel vocal sin duda arribó con Back from Cali (Slash), donde el cantante tuvo que concentrarse (aunque eso no implica perder su desparpajo habitual) para dominar los tantos registros distintos que contiene el tema, y por su forma de llevarlo a cabo, diría que sin duda fue en la que más se lució y triunfó. Mötley Crüe, por favor. ¿Cómo iban a faltar Mötley Crüe? A veces nos los versionan en eléctrico, pero en esta ocasión tocó un doble de acústico, una fusión de Home sweet home y Don’t Go Away Mad (Just Go Away) que al menos a mí me volvieron loco desde nuestra estupenda mesa / tribuna xD. Creo que en general subieron varios grados la temperatura, y claro, tanto Lane como Yannick se vinieron arriba salvajemente.

From the start, de Little Caesar… eso ya no se puede calificar ni de temazo. Directamente obra maestra. Sea como fuere, me tocó muchísimo la fibra sensible aunque ya la esperara (fue uno de los teasers que difundieron por redes), y además con la entrada estelar de Paco, el gran batería que acompaña actualmente a los Joker, con la caja de ritmos, menos estruendoso que de costumbre, pero como mínimo igual de apurado, profesional y entregado que siempre. Por suerte, le veríamos colaborar en más temas, a los cuales la base les sentaba de perlas. La siguiente colaboración llegaría de la mano de Lorena con el I remember you de Skid Row, para mí uno de los momentos MÁGICOS de la noche, y es que es uno de esos temas que te desarma, suene cuando y como suene. A partir de aquí se salían un poquito de lo que es el sonido de su banda madre con esa preciosidad de tema llamado Rocket Man (Elton John) y primera aparición estelar del gran Frank Suz y sus magistrales teclas, en temas que le daban para mucho lucimiento, y desde luego no perdió la ocasión. Y mira que en esta estuvo acojonante, pero en la siguiente, Simple man (Junkyard) se terminó de salir por los cuatro costados, desparramando toda su clase, madera de artista, su virtuosismo y su enorme capacidad de improvisar (p.e. ese alargamiento del solo con su hammond), posicionándose como el puto amo del escenario. Si a esto le unimos que en las dos últimas se subió también Dany a cantar… it’s a deal!!!

Triunfó el Cuts like a knife de Bryan Adams, en la que todos terminamos coreando el ‘nanana’ incitados por el gran Lane Lazy (que no dejó de hacer brillar el tema con intensidad), y con Touch too much de AC/DC… otro de los momentos más intensos de la noche. A parte del rollo guapísimo que le puso Yannick al tema hay que destacar la aparición sobre el escenario de Pembo que junto con Paco a la caja, crearon un sonido increíble. El segundo cantante, en esta ocasión… fue subir, empezar a cantar y dejarme loco. ¡Qué pedazo de voz, joder! Se calzó el tema como un guante y además no dejó de pedir ánimos al público. ¡Chapeau! Y ya casi a modo de bises, optaron por los mismísimos Rolling Stones y su Saint of me, un tema que ya les he visto tocar en alguna ocasión. Se nota que a Lane le mola a piñón, porque lo vive, y no poco. De hecho a estas alturas ya no podía quedarse quieto, y andaba zarandeando su palo de micro de aquí para allá.

¿Preparados para la fiesta final? Pues aquí llegaba, con dos temas de cosecha propia. Pero uno, al escuchar esto, piensa en God’s kidding o Way back home… ¡no en Stay behind! Se salieron con esta elección, ya que además es uno de los temas más cañeros y directos de su discografía. No menos sorprendente es su adaptación a formato acústico del Rockin’ in Stereo, que a pesar de ello, no pierde ni frescura ni ese espíritu gamberro, y por supuesto lía la de San Quintín entre la peña. En la primera de ellas, Paco aportó su toque mágico a los ritmos de percusión, y en la segunda, ya fue el desmadre de subirse toda la peña, Dany cantando a pachas con Lane, y de nuevo Frank Suz, que demostró que aún queda una gran compenetración entre ex-Babylon Rockets y que, en un último arranque de enloquecimiento, se cargó su teclado al hombro para dar los últimos ‘teclazos’, dejando ese sempiterno buen sabor de boca con el que terminan los conciertos de estos putos fenómenos, nuestros toxic twins, los dos GRANDES nombres de nuestro Hard Rock patrio: Yannick & Lane. Además, son el ejemplo pluscuamperfecto de que acústico no implica falta de espectáculo.

La segunda parte de la noche es una de esas que no se pueden contar por aquí xD, pero terminó de rematar una velada mágica de todas, todas. Ni os podéis imaginar cuánto disfruté y la adrenalina que descargué. Y eso con acústico y sentado. Son tantas ganas de que todo vuelva a la normalidad, y tan malas sensaciones me han dejado tantos meses sin bolos, que de un tiempo a esta parte, con la maquinaria empezando a rodar de nuevo, es como volver a nacer. Esta vez voy a limitar la lista de agradecimientos porque creo que ocuparía como… media página más, tal solo mandar un gran abrazo a todos los que hicieron aquello posible, a la banda con toda su amabilidad, invitados, sala, equipo…y a todo aquel que intercambiase conmigo aunque fuese una sola palabra. No me cansaré de decirlo: noches como esta me dan la vida.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si te ha gustado la crónica, estuviste allí o quieres sugerir alguna corrección, ¡comenta!

2