lunes, 28 de noviembre de 2022

Hey! Ho!... (Los Zigarros, sábado 26/11/2022, Sala The One, Sant Vicent del Raspeig)

Intensísimo último trimestre del año en cuanto a conciertos en sala se refiere, por los que han llegado y también por los que vendrán de forma inminente. A pesar de los severos recortes de agenda personal que he tenido que hacer, principalmente por temas de pasta, ha sido hasta el momento, posiblemente la mejor parte de este 2022. A grandes giras internacionales, como la de Hardline, Paradise Lost, o Enuff Z'Nuff se han unido auténticos bolacos de algunas de mis bandas nacionales favoritas en la actualidad, cada una en su rollo, como han sido los de Jolly Joker, Frank Suz, Xtasy o Chantrice. A este último conjunto debo añadir a los protagonistas del que, para mí, ha sido uno de los mejores conciertos de todo el año, aunque también es cierto que ya era un exitazo anunciado de antemano. Y mira que es la tercera vez ya que les veo en vivo en poco tiempo, pero esta última se ha llevado la palma. Me refiero, como no, a Los Zigarros. Y es que las bandas, en la gran mayoría de los casos, se disfrutan más en sala, esto es un hecho, y no pensaba perderme por nada del mundo esta última fase de su gira ‘¿Qué demonios hago yo aquí?’, que prometía grandes sorpresas y, como siempre, un show de lo más sólido y espectacular. La sala The One, antigua Nave 8, en Sant Vicent del Raspeig (Alicante) era la única que, por tamaño, podía acoger con garantías el aforo adecuado para una banda de tal estatus, y aunque no estoy seguro de si hicieron sold out como en la casi totalidad de conciertos que han dado hasta ahora de dicha gira (Alicante siempre dando la nota negativa en el Rock…) lo cierto es que pocas veces había visto la sala tan abarrotada.

Lo visto en la noche de este pasado sábado se quedará mucho, mucho tiempo rondando por mi cabeza. Fue algo espectacular, de un nivel estratosférico y de una intensidad abrumadora. Tal como esperaba, pero mucho más. No decepcionan, y lo puedo corroborar de tres intentos. Así pues, este lunes en el que escribo estas palabras, todavía resaca. Resaca de concierto, del mejor Rock’n’Roll clásico, de temazos y de fiesta. Una actuación de esas que, por mucho tiempo que dure, uno no quiere que termine nunca.

La zona del polígono se encontraba bastante animada, también gracias a la feria de atracciones que había montada en un recinto cercano, algo que nos fastidió bastante a la hora de aparcar. Afortunadamente, llegamos con suficiente tiempo de antelación respecto a la hora de apertura de puertas como para tomarnos unos cubatillas en el coche y salir a paso ligero hasta la sala. Hacía un aire muy frío en la localidad alicantina, pero pronto entramos en calor. Ya dentro de la nave, dimos un rápido vistazo al merchan (inaccesible para mí por los precios) y fuimos adentrándonos entre la multitud, que ya poblaba densamente el lugar.

Exactos y puntuales como un reloj, a las 21:00 de la noche dio comienzo aquella gran fiesta de Rock’n’Roll, ante caras expectantes y muchas ganas de música en directo. El cuarteto valenciano salió a tope de energía y chulería, presentando los primeros riffs de Espinas, que me parece un tema cojonudo para abrir, con un ritmo que ya te engancha y no te deja parar con el pie. Rebosantes de elegancia y clase, Los Zigarros empezaban con bien pie y continuaban todavía mejor con ¿Qué harás, amor?, enfatizando cada vez más esa actitud descocada y canalla que es su modus operandi sobre el escenario. Y sin embargo, faltaba algo, pero no por su parte. El público estaba todavía muy frío, como pasmado, algo increíble, dada la caña que estaban metiendo, y sobre todo… cómo sonaba aquello… ¡de locura! Bajos en su punto perfecto, guitarras contundentes (más que en disco) y una batería absolutamente demoledora que te golpeaba en el pecho. Con Apaga la radio pareció que, de repente, subía el calor general, especialmente durante el estribillo, pero yo ya llevaba como 10 minutos desnucándome ante tal intensidad en cada tema. Los guitarreos rápidos Ovidi, esas armonías vocales tan matizadas… joder, ¡es que todo sonaba como un tiro!

¡Hola Alacant! Saludaba el frontman, mientras Natxo, a su izquierda, cerraba los ojos, se le veía muy concentrado para la siguiente Antes de los muertos, que para mí fue la mayor sorpresa del setlist (no la había visto en directo todavía), en la que el mismo bajista añadió una melodía vocal al solo, y tras un cambio de guitarra por parte de Álvaro, esa imprescindible Voy hacia el mar, que con su letra, siempre me llena de nostalgia. Ahora, por primera vez, se escuchaban elevadas las voces del público en el estribillo. Volvió a triunfar Queda muy poco de mí, especialmente por esos coros. A destacar el wah wah de Álvaro en el inicio del tema, que lo bordó completamente. Registros más funkys y bailables para No sé lo que me pasa, que fue una de las principales culpables de mi dolor de cuello al día siguiente. Y es que tengo más que comprobado que, una vez dan el pistoletazo de salida, es literalmente imposible parar de moverse con ellos. La batería de Adrián sonó tremenda, y junto a Natxo, marcaron esa parte final durante unos compases en solitario, antesala perfecta a la fiestera y descarada No obstante lo cual, que arrancó, con más fuerza si cabe, el griterío del público, que les echamos una mano con los coros en la parte del solo. El calor iba subiendo más y más, casi al ritmo que el aire acondicionado, y ahora se vivía un ambiente electrizante, mientras los valencianos continuaban dándolo todo, petados de ganas y energía, con la cañera Mis amigos, a la par que Adrián castigaba duro sus parches. Eso sí, la letra medio olvidada por Ovidi, que sin embargo, se descojonaba ante el hecho (letra que me recuerda a más de uno que yo me sé jeje). Este último demostró que sigue siendo el puto amo del escenario en Malas decisiones, un tema con muchísimo gancho en directo… y eso se hizo de notar.

Dispárame, cuya letra compuso Álvaro siendo tan solo un pipiolo, incendió el escenario, con Ovidi cruzando el mástil de su guitarra, primero con su hermano, y luego con Natxo. El potentísimo final (de nuevo Adrián dando unos mamporrazos de miedo) nos trajo más Rock’n’Roll clásico de pura cepa con el tema que iniciaba su primer álbum, y que eché de menos en el bolo de Gandía: Cayendo por el agujero. Álvaro, dueño del momento con ese eléctrico solo, sonreía tras sus gafas de sol, se acercaba al borde del escenario, y se retorcía más en cada nota. Curioso ver al personal de seguridad, tan estático y centrado, en contraste con el constante bailoteo entre el público. Lo que más me triunfa de Odiar me gusta son las partes instrumentales, y me sorprendió mucho cómo Natxo, además de marcar tan disciplinadamente los compases, añadía una melodía vocal a ese solo de guitarra tan siniestrillo, que ambos guitarristas ejecutaron frente a frente. Cada vez más movimiento, cada vez más actitud, ¡ingobernables! Y es que viendo cómo se las gastan, es muy fácil entender como Los Zigarros están donde están. Muy bien recibida, sabíamos que en Resaca nos tocaría cantar de lo lindo, y Ovidi, mientras tanto, improvisaba las líneas vocales de gran parte del tema, mientras se acercaba a nosotros y nos miraba fijamente, cada vez a un lado del escenario, para incitarnos a gritar aquello de ‘anoche era un tigre, y hoy soy un ratón’. Sin descanso empalmaron, literalmente, la última nota de esta con la primera de ese jodido trallazo que es Voy a bailar encima de ti, frenética, ardiente, rockanrolera y con unas partes de batería (especialmente esos enlaces) absolutamente soberbias que me pusieron caliente como un perro. Quizá Con solo un movimiento bajó unos puntitos el ritmo del concierto, pero como siempre, de una ejecución impecable, volviéndome a flipar esos guapísimos coros de Natxo tan rollo 50s.

Varias sorpresas nos deparaba todavía la noche. Hacían un pequeño descanso musical para comunicar, saludar, y recordar aquellos primeros tiempos en los que no tenían suficientes temas como para llenar un setlist completo y tenían que tirar de versiones. Por supuesto, nos regalaron una de ellas, nada menos que Dead flowers, de sus adorados y míticos Rolling Stones, muy emotiva, seguida de otra de las grandes inesperadas (al menos, para mí) de la noche, Como un puñal, en la que, a pesar de ser un medio tiempo, se podía sentir la potencia con la que Adrián golpeaba su instrumento, y por supuesto, toda la pasión de Álvaro en el solo. Coros muy pulidos, y una interpretación vocal por parte de Ovidi ‘chapeau’, que continuaba chuleándose en modo Rockstar por el todo el escenario, y más todavía lo hizo tras presentar ese gran HIT que les catapultó a lo más alto ya en los inicios de su carrera como banda. Hablar, hablar, hablar, literalmente, enloqueció al público (a mí el primero), con esas guitarras como caballos desbocados… saltos, gritos y unas sensaciones muy intensas, completamente desatadas, prendiéndole fuego a la sala ahora más que nunca. Nos pidieron un aplauso para su gran equipo técnico, al que siempre dedican su momento, y tras otro cambio de guitarras (esta vez por partida doble), Desde que ya no eres mía dio un vuelco a la tesitura de la noche, pero no dejó de recibir grandes ovaciones y voces por parte del respetable. Recuperaban sus anteriores guitarras, Ovidi y Álvaro, y alargando el riff de inicio, nos daban una nueva dosis de esa droga tan adictiva que es su música, concretamente me refiero a otro hitazo de su carrera, A todo que sí. Y es que… ¿quién puede dejar de mover el cuerpo con semejante rollo que desprende? Ufff… ¡¡es dinamita!! Sobre todo, también en las partes más guitarreras y ese solo tan heredado de sus queridos Rolling Stones, donde Ovidi se paseaba de aquí para allá, con un aplomo brutal, con una clase casi indescriptible, y culminando, por todo lo alto, con ese finalazo tan encabronado por parte de Adrián con su batería.

Se despidieron, alegando falsamente que ya no les quedaban más temas por tocar… cuando todos sabíamos de sobra que el gran desmadre final estaba tan solo a unos minutos de llegar. Volvieron al escenario de forma atípica, con una versión del American Girl de Tom Petty and The Heartbreakers que le dio, como podría haber hecho cualquier tema del artista, un rollo muy happy a la noche, fantástica, con un buen rollo enorme (aunque algunos parecían no enterarse de la película, y se retiraron hacia atrás), y volverían a cambiar radicalmente de intensidad con uno de los temas más personales, y más esperados por mí de toda la noche, como fue Tenía que probar. Todo el tema, pero especialmente de mitad hacia el final, fue apoteósico. Soberbias guitarras que sonaban como un cañón, una batería que avasallaba por su contundencia y de repente… silencio… luces rojas… pelos como escarpias… y un final, con los últimos fraseos de Ovidi, de lo más etéreo y casi improvisado. Una puta maravilla, sí señor. Nunca me cansaré de disfrutarla en directo, pero tampoco otro puñetazo sobre la mesa como es Dentro de la ley, que nuevamente nos hizo desmelenarnos de lo lindo, con Natxo sonando alto y claro en los coros, todo el mundo bailando al son, y Álvaro, ya sin sus gafas de sol, flipándose a saco con el solo, que dio paso a una recta final 100% bailable. Y si el clima ya estaba en su punto de ebullición, solo faltaba la traca final de ¿Qué demonios hago yo aquí? para explotar, en donde nuestras voces sonaron tan altas, que casi eclipsábamos las de Ovidi y Natxo. Un auténtico fiestón por todo lo alto, cerca de dos horas de Rock’n’Roll puro y duro, con la sala petada hasta los topes, todo actitud, todo calidad suprema, que volvería a repetir mil y una veces.

Por suerte, pude compartir este inolvidable concierto con mi chica, en el día de su cumpleaños, además. No vi una sola cara conocida en toda la noche, pero eso nunca ha sido un impedimento para pasarlo de auténtico vicio, y aunque a pesar de que el Rock’n’Roll más clásico es un género muy minoritario en Alicante, el ambiente fue colosal. Andamos rapidito hacia el coche para no encontrarnos el mogollón a la hora de salir de Sant Vicent, y sinceramente, volví a casa en llamas, muy excitado por lo vivido aquella noche, y con unas ganas de fiesta insaciables. Ojala pueda volver a verles muy pronto.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


Los Zigarros (sábado 26-11-22, Sala The One, Sant Vicent del Raspeig)

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