martes, 7 de noviembre de 2023

Neon Skyline (Torque + Strangers, Viernes 03-11-2023, Sala Studio 54, León)

El conciertazo que se marcaron los Leather Boys en el Babylon, en pleno centro de la preciosa ciudad de León, fue tan solo el primer plato de un menú de verdadero lujo. Un ciclo de conciertos que, aunque fuese por un solo fin de semana, convertía a la ciudad en la capital del Rock en este país. No es una afirmación para nada exagerada. Durante dos días, en tres eventos separados, teníamos 10 conciertos a 10 minutos a pie entre unos y otros. Por una parte, el ya comentado Spooky Fest en su tercera celebración. Por otra, el grandioso Lion Rock Fest. Y por otra, amparadas por la misma organización del festival, pudimos disfrutar de las actuaciones de dos de las mejores bandas de Hard melódico / AOR que existen hoy por hoy en la península, toda una delicatesen para paladares exigentes: los locales Torque, y desde Madrid, los más que curtidos Strangers. La verdadera lástima fue el solapamiento entre los eventos del viernes, que se acusó todavía más debido al retraso que padeció la actuación de los Leather Boys. Una vez nos despedimos debidamente de estos últimos, fuimos corriendo, más que andando, hacia la Studio 54, pero sabíamos que ni con toda la prisa, ni con las mejores intenciones, llegaríamos a ver el bolo completo de Torque. Y la verdad, es algo que me fastidió bastante, por mucho que sean ‘cosas que pasan’, ya tenía unas ganas inenarrables de ver cómo defendían ese pedazo de álbum llamado “The Deep Between Two Souls” que tanto me ha enganchado. Strangers también eran, en cierto modo, novedad en directo para mí, porque aunque ya les vi hace unos años en el Leyendas del Rock, la formación y sonido que ostentan actualmente son bastante distintos a los de entonces. Así pues, ¡que continúe el Rock’n’Roll!

Llegamos a las puertas de la Studio 54 y ‘nos colamos’ rápidamente. Por suerte, la entrada era gratuita, y el pase a la sala era bastante fluido. Dentro nos encontramos con varias sorpresas, siendo esta nuestra primera visita al lugar. La primera de ellas fue el tamaño, esperaba algo mucho más pequeño, pero lo cierto es que se trata de toda una señora sala con un aforo cercano a las 500 personas, para que os hagáis una idea quienes nunca habéis estado. La segunda y también agradable sorpresa fue encontrarnos con que la asistencia era absolutamente masiva, con la peña abarrotando el espacio delante del escenario. Nos las vimos un poco canutas, pero finalmente encontramos una buena posición.

Lamentablemente, nos encontramos con el vocalista, Pedro Torque, presentando a los componentes de la banda, lo que indicaba que el concierto debía estar ya en sus últimos compases. Aun así, me propuse disfrutarlo con los cinco sentidos, exprimir lo que quedaba con la mayor de las ganas, y vaya si lo hice. Retomaban el tema que, seguramente, había quedado a medias antes de iniciar la presentación, y tuve la suerte de que se tratase de uno de mis favoritos del disco, My Addiction, con esa melodía de ensueño haciéndonos vibrar a todos. La banda, ya totalmente caliente, y con un público comiendo de su mano, rodaba como la seda, y se desenvolvía maravillosamente por el escenario, juntos y revueltos, y al frente, ese torbellino de clase y perpetuo movimiento que demostró ser el gran Pedro Torque, cuya voz sonaba muy nítida y bien conjuntada con la de su compañera Marian, encargada de poner los coros más suaves. La elegancia era la nota dominante sobre el escenario, comenzando por los atuendos de los músicos, luciendo Pedro una chaqueta de lo más espectacular llena de brillantes tachuelas, y Atractivo Hernández, el bajista, un chaleco y corbata, todo muy apropiado para el buen gusto que destilan sus composiciones. Pero también lo era el sonido del directo, con todos los instrumentos sonando al mismo nivel, sin brusquedades, sin pisarse, y con bastante definición, pudiendo apreciarse todos ellos a las mil maravillas. Esto casi fue un alivio después de la gran estridencia que escuchamos en el Pub Babylon (ojo, que también moló, a su manera). Nos sorprendieron a todos con un cover de The Poodles, banda y sonido del que beben innegablemente. En Caroline, Pedro hizo gala de un inmenso rango vocal, llegando a partes altas sin despeinarse, al tiempo que se recorría el escenario para simpatizar con sus compañeros.

Esa actitud tan abierta fue la que mostró también con el público, saludando y haciendo guiños constantes. El bajo de cinco cuerdas de Atractivo también sonó de fábula, pero si en este y otros temas hubo algo que me llamó poderosamente la atención, fue la gran energía de su batería Miriam, una pasada, marcando el ritmo, pegando de lujo y sobre todo, pasándoselo en grande. El tema más singular del disco, Sword of the Stone, cayó a continuación, mostrando unos registros mucho más homogéneos y suaves que en el disco. A mí personalmente, me gustó más aquí, incluso. Pedro, de nuevo, desataba toda su teatralidad en sus gestos y movimientos, Ion Andrés, a la guitarra, daba constantes muestras de calidad, intercalando punteos aquí y allí seguidos de sus firmes riffs, y esa parte más dura la aportaba el bajista, a través de su micro, con las voces casi guturales. Se respiraba una gran energía, muy positiva, en el ambiente, eran los frutos de lo que la banda había sembrado, seguramente, desde el principio de la actuación, comulgando a un gran nivel con los asistentes, con grandes dosis de calidad musical y cercanía. Cuando se despidieron, obtuvieron un ‘otra, otra’ como respuesta, ya que no podían retirarse sin ejecutar el que fue el primer single de su disco “The Deep Between Two Souls” (una verdadera joya que no podéis dejar de escuchar), llamado Bye Bye. Lo único que eché de menos en ella fueron teclas reales en lugar de disparadas, pero todo lo demás, rayó a gran altura. Marian y Pedro se marcaban, incluso, unos bailes, rebosantes de entusiasmo y ganas de agradar, y este último siguió comiéndose el escenario hasta el mismo final, con un gran encanto y carisma, haciendo brillar a través de su gran voz los últimos estribillos que, por supuesto, nosotros acompañamos coreando.

En la foto final desde el escenario, que ellos mismos han colgado en redes, se aprecia perfectamente ese ambiente tan deslumbrante y multitudinario del que hablo. Espero que esto solamente sea el principio, y que tengan una próspera y dilatada carrera, porque desde luego, transmiten imagen, calidad y actitud de banda realmente grande, y lo tienen todo para triunfar, en la medida en que eso sea posible, tratándose de su estilo en un país como este, en el que no se aprecia tanto como en otros. Como digo, tras la despedida, me quedé con la miel en los labios, me perdí temas que seguramente sonaron, alguna de mis favoritas como Here I am, We are one, I Wander o One More Night, así que utilizaré esto último como excusa ineludible para volver a verles de nuevo, y a la próxima, tiene que ser en las condiciones adecuadas.

El día había sido muy ajetreado, trajinando por León y sus alrededores desde buena mañana y, cuando salimos a tomar el aire entre grupo y grupo, nos encontrábamos realmente cansados… pero eso no fue impedimento en absoluto para disfrutar a saco de otra de mis bandas de Rock melódico predilectas de nuestra geografía. Con más de 10 años de carrera ya a sus espaldas, Strangers es una de esas formaciones que obligatoriamente hay que mencionar si nos referimos al AOR patrio. A pesar del sinfín de obstáculos y cambios de formación con los que han tenido que lidiar a lo largo de los años, el guitarrista Miguel Martín y el batería Abel Ramos nunca han dejado de tirar del carro, siempre apostando por un estilo que, además, tampoco es el mayoritario por estos lares, y eso ya es algo de admirar.

Hacía ya 6 años que no les veía en directo, y todavía recuerdo las grandes sensaciones que me dejaron con su actuación en el Leyendas del Rock 2017, aun con un escenario bastante pequeño y un sonido que dejó bastante que desear. La cosa aquí, en el Studio 54 de León, fue bastante distinta, mucho mejor y más disfrutable sin el asfixiante calor ni el cansancio acumulado de un festival. No solamente su formación, presentada oficialmente hace tan solo unos meses, fue la gran novedad. Casi igual de importante fueron los temas nuevos que nos presentaron, y que formarán parte de su cuarto LP, en el que trabajan actualmente. Sin embargo, optaron por un tema clásico de su segundo disco, “Survival”, Heroes, para dar comienzo a su setlist, que nos cautivó rápidamente con su melodía tan ochentera, teniendo como punto álgido ese espectacular solo del final a cargo de Miguel, que prácticamente empalmarían con Stars Like Me, bastante más moderna, ya perteneciente a su “Brand New Start”, del que extraerían la mayor parte de su repertorio. Mientras César se encargaba de los coros y de alimentar las bases rítmicas con gran clase, Abel, tremendamente motivado, metía muchísima caña a su batería. Pero, si os soy sincero, me era muy difícil desviar la mirada del componente que cada vez atraía más y más la atención del público: la que es su nueva vocalista, Celia Barloz, una joya de fichaje en todos los sentidos, aunque realmente no es nueva en la banda, ya que participó activamente en los coros durante los últimos años, e incluso actuó como vocalista principal en algún concierto. Ahora el puesto es suyo por derecho… y es una fuerza imparable, tanto a nivel escénico como vocal. Ella fue quien nos presentó el primer tema nuevo de la noche, titulado Stronger Than Before, que visto lo visto, representa un paso más allá en la dirección musical del grupo. De nuevo, una ejecución impecable, con una banda notablemente sincronizada.

Los contoneos de César y esa soberbia mezcla de elegancia y virtuosismo en la forma de tocar de Miguel empezaban a darle un color realmente mágico a la noche, y Celia nos regaló los oídos con unos registros espeluznantemente elevados, imposibles para cualquier otro vocalista que haya ocupado su puesto previamente. Su forma de moverse, de mirar al público, sus gestos y su manera de cantar, además con una pronunciación realmente buena, son absolutamente irresistibles, y porque no decirlo, haciendo gala también de una sensualidad explosiva. Se mueve como pez en el agua, entona de lujo, es buena comunicadora, y sabe llevarse al público a su terreno con un feeling y un magnetismo que salta a la vista, como el que desplegó con Higher Again, en la que además, me fliparon esos platos de Abel por el rollo tan único que le dan al tema. La diferencia entre el inicio del show y el momento actual, respecto al público, era enorme. Si la mayoría se mostraba algo apático en los primerísimos compases, ahora los aplausos subían exponencialmente de intensidad y duración entre tema y tema. Continuaron dando cancha a su “Brand New Start” con cortes como Somewhere, plagadita de detalles en las cuerdas del fenomenal Miguel Martín, o la cañerísima Beyond Your Eyes, en donde este mismo ejecutó el solo bien centrado en el escenario, deleitándonos con su estilazo y talento. El setlist, además, estuvo bien trazado, sabiendo compensar los temas más suaves y ambientales con otros más moviditos y potentes. Echoes, otro de los temas nuevos que presentaron, me trajo al oído a bandas del nuevo Sleaze / Glam sueco, por esas bases contundentes, de corte más actual, pero que siguen bebiendo en su esencia de las bases del Hard / AOR. La pegada en la batería de Abel fue muy sentida durante Covering my Tracks, uno de los instrumentos más destacados, pero fue de nuevo Celia quien captó todas las miradas, contoneándose, mostrando un gran dominio del espacio, conectando y cantando sin el más mínimo atisbo de timidez, cargándose por momentos la banda a las espaldas. La iluminación también jugó un buen papel, especialmente en momentos donde sonaron temas como The Wind. Esos tonos azulados y rojizos tenues y suaves fueron absolutamente perfectos para ambientar la cadencia inicial del tema, en el que la falta de teclados contrastó con la inclusión de esas frases pregrabadas. Casi en su parte final, César y Miguel se dejaban el cuello al compás de los poderosos baquetazos de Abel, completamente inmerso en el concierto.

Acalorada, Celia se desprendía de su bonita chupa de flecos para presentar a continuación dos temas nuevos seguidos, uno de ellos fue Flames, bastante bien recibida pese al desconocimiento, y otra, With You, que ya lanzaron hace unas semanas (y cuyo videoclip curiosamente, mientras escribo estas líneas, por alguna razón que se me escapa, me es imposible encontrar). Con diferencia, este es el tema más comercial y distinto a su sonido original, pero no voy a negar que engancha lo suyo, y creo que se convertirá en un fijo de sus directos. Celia, que nos había dado una lección magistral de ‘soul’ en su inicio, nos pedía ayuda con esos coros, y la reacción por parte del público fue excelente. Por muy buen camino andan si consiguen que todo el mundo cante a viva voz un tema relativamente nuevo. También Miguel la bordó a base de recursos como el tapping en su solo de guitarra, y su desparpajo y gran motivación sobre el escenario. Todos los temas nuevos están siendo actualmente registrados en los KV62 Studio de Andy C. (ex-Dark Moor y Saratoga, entre otros), y estoy convencido de que les va a quedar un trabajo realmente genial. A pesar de todo lo dicho, no voy a negar que el sonido de sus primeros discos me gustaba más que aquel más moderno que presentaron a partir del tercero. Antes de darnos el último adiós musical, tanto Celia como Miguel se dirigieron brevemente hacia nosotros, recordándonos que tenían cosas guapas en el merchan, y dándonos su más sentido agradecimiento por el calor con que les apoyamos. Y para contentar los oídos más clásicos (como los de un servidor, jeje), y básicamente porque es un jodido temazo imprescindible en sus conciertos, nos regalaron, por último, Never Stop, con la que bailé y canté hasta quedarme a gusto, gozando a lo bestia de ese inicio machacón por parte de Abel, de esos últimos bailes hipnóticos de Celia, y de las crujientes guitarras de Miguel que me pusieron a 100.

Para mantener el buen rollo imperante, el final fue profundamente entrañable, sonando el Don’t Stop Believin’ de los Journey, y coincidiendo Celia Barloz y Pedro Torque, cantándola a dúo por los micrófonos todavía abiertos, y animándonos a todos a hacerlo también. Uno de esos detalles únicos que te hacen salir por la puerta de la sala con una gran sonrisa en el rostro. Aunque mi insaciable apetito por el Rock melódico continuaba pidiéndome más música, ya no había más opciones en directo para aquella noche, así que decidimos retirarnos a descansar al hostal. Necesitaríamos todas las fuerzas que pudiéramos acumular para disfrutar y aguantar el tirón de la que se nos venía encima para el día siguiente, un maratón non-stop de seis bandas de lo más selecto e irresistible.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


Torque + Strangers (Viernes 03-11-2023, Sala Studio 54, León)

2 comentarios:

  1. Un placer aparecer en esta crónica, pero sobre todo es un placer leer algo redactado con tantas ganas, pasión y profesionalidad. Chapeau... 🙌

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  2. ¡Hola Ion! ¡Qué alegría leerte por aquí! Muchas gracias por tu amable comentario. Mis disculpas por la crónica a medias, no pude llegar antes. Pero eso, al mismo tiempo, me crea la perfecta excusa para volver a veros de nuevo, lo más pronto posible, y disfrutar de todos esos temazos como tiene que ser. ¡¡Un saludo, y mucha suerte!!

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