domingo, 14 de enero de 2024

Electric Velvet (Francis Sarabia, Sábado 13/01/2024, Sala Euterpe, Sant Joan D'Alacant)

Arranca el 2024, y lo hace con mucha fuerza, con una agenda de conciertos superpoblada ya en este mismo mes de enero, para deleite de aquellos que no cambiamos, aquellos que necesitamos mantener la música en directo en nuestras vidas a cualquier precio. Grandes eventos ya anotados a fuego que se multiplican a cada día que pasa, y eso sin salir de esta zona de Alicante / Murcia / Valencia, lo cual a un servidor lo llena de ilusión y ganas de acudir a cuantos más sean posibles (o en su defecto, a los que permita el presupuesto jeje). Sin embargo, el noble arte de la improvisación también cuenta, y en ese terreno fue donde nos metimos esta pasada noche del sábado, con una cita de la que me enteré casi a última hora, pero que era demasiado irresistible para no acudir. Y además, fue una noche de estreno en muchos aspectos. Primer concierto de la temporada en la Sala Euterpe de Sant Joan d’Alacant, una de esas salas que, a pocas veces que se haya visitado, se le coge un cariño inmenso. Un garito de esos de luces tenues, ambiente extraordinario, íntimo, casi familiar, independientemente del número de personas que acuda cada noche a sus actuaciones, y sobre todo, muy auténtico, siempre empeñados en defender el mejor Rock clásico y derivados. De hecho, la edad media de quienes allí se congregan en cada evento, y la entrega con la que todos se vuelcan con los artistas, hablan por sí solas. También era noche de estreno para el que suscribe. Primer concierto del año, y qué mejor forma podía tomar, que mi primera vez frente al gran Francis Sarabia, que presentaba el que, además, es su primer disco en esta nueva andadura en solitario de la que, por fin, ha tomado las riendas.

No creo que el nombre de Francis Sarabia necesite demasiada presentación. Aparte de ser sinónimos de voz privilegiada e inconfundible, su carrera como cantante ha estado ligada, sobre todo, al inmenso guitarrista Santi Campillo, con el que ha grabado un buen puñado de excelentes canciones, pero también se ha visto involucrado en incontables proyectos musicales, como Black Mojo, Tijuana Road, Los Lunáticos, Tribu del Groove o Doctor Voltaje, junto al no menos grande Frank Suz, colaborando además con formaciones tan célebres y dispares como Asfalto, Los Rebeldes, Raimundo Amador, Mägo de Oz… incluso el mismísimo Steve Emery de Eric Clapton. Con esta dilatada y productiva trayectoria, no es extraño que, con el tiempo, se haya revelado como toda una personalidad de nuestro Rock. Pero fue en 2022 cuando dio el paso que le quedaba por dar: crear su propia formación para un proyecto en solitario, que seguramente, y a tenor de la enorme calidad que destila su primer trabajo “Francis Sarabia”, promete ser el definitivo.

A lo largo de los meses entre medias, nos fue presentando algunos de los singles que formarían parte del disco, y mediante ellos, nos íbamos haciendo una idea de cómo iba a sonar… o tal vez no, ya que cada uno de ellos (Sabe Mejor, Bienvenido al Mundo, o Mamíferos), tiene su propia personalidad, su propio estilo, y claro, sus propias influencias. Al final, este primer “Francis Sarabia” ha resultado ser una amalgama de todo ello, de la música que vio crecer al artista, de aquello que le ha motivado para llegar hasta donde está, y en conjunto, es una experiencia para degustar con los oídos bien atentos, con los complejos bajo tierra, y a corazón abierto, tal como se nota que fueron escritos todos y cada uno de los cortes. Hoy, El Antro del Metal se viste de Rock’n’Roll, de Soul, de Rhythm and blues, e incluso de Funk, para hablaros del intenso (en muchos aspectos) y suculento concierto que Sarabia nos regaló a todos aquellos que nos encontramos en la Sala Euterpe.

El vocalista (grandísimo músico, y aunque cueste de creer, todavía mejor persona), me comentaba, segundos antes de comenzar la movida, que era su primera vez en solitario sobre aquel escenario, y que le hacía muchísima ilusión el poder estar allí arriba tras tantos años como espectador. Pues bien, creedme si os digo que esa ilusión se transformó, desde el primer minuto, en pura pasión, en ganas de gustar, en un talento gigantesco, en habilidad para llegar, y en un aplomo indiscutible. También fue una muestra de hasta qué punto Sarabia conecta con su público, ese gran aplauso que recibió, ya junto a su banda en el escenario, por parte de toda la sala, incluso antes de arrancar con el primer tema, que para el caso, fue Bienvenido al mundo. Elección atrevida, con un inicio tan sosegado como bien recibido, marcando feeling a tope, coros por parte de Juan Alarcón y Monty (guitarristas) y muchos arreglos vocales improvisados del cantante, demostrando ya de primeras su impoluto dominio de las armonías. Al final del tema, formaron un corro alrededor del batería, que supuso el alzamiento definitivo de los ánimos. Con estas increíbles vibraciones, nos presentaron el tema más rockero del disco, ese single llamado Sabe Mejor, para el cual Monty hizo un buen uso de su slide metálico. Juan Colmenar, a la batería, se ponía firme con los cambios de ritmos, y en el espectacular fin de tema, Sarabia de nuevo despuntó con su impresionante voz, soul desde la misma alma. Esto nos llevó a la primera versión de la noche.

No fue otra que Day Tripper, de The Beatles, iniciada por Colmenar, y poniéndonos a todos a bailar y a cantar, elevando todavía más el buen clima que estábamos viviendo entre aquellas cuatro paredes, con Monty especialmente animado en ella. Pasábamos a tesituras más ‘bluesy’ con Siempre en el mismo lado, rítmica y adictiva, imposible no mover el pie chulamente a cada compás, imprimiéndole un rollazo tremendo gracias, en gran parte, a las guitarras de Juan y Monty, con una interpretación de libro. Y es que lejos de ser meros acompañantes del artista principal, la banda que le acompaña destaca por una calidad y un talento fuera de toda duda, en cualquier ámbito o tesitura. Francis se dirigía a nosotros entre temas, tan simpático, elegante y cercano como siempre. También hubo, por supuesto, espacio para esas baladas del disco, que encajaron a la perfección en el setlist. Donde hubo una llama, en la cual, se nos pidió que sacásemos los mecheros, fue el mejor ejemplo. Las armonías de Juan al micro dieron todavía más vida a la sensibilidad con la que Sarabia bordó el tema (cerrando sus ojos durante el solo), y ese efecto reverb en las guitarras fue pura magia. Una de mis grandes favoritas del disco ha resultado ser Tu Final, tanto por su letra, por su distinguida cadencia y sobre todo, por su genial estribillo y cambios de tono, algo que, lejos de suponer un problema para el vocalista, hizo que se saliese todavía más, tirando de pasión y melodías muy apuradas, a veces clavadas al disco, otras, improvisadas con mucha gracia. Redondearon la apuesta con varios fragmentos de temas clásicos, como fue el Chain of Fools, de Don Covay, durante el cual, se nos invitó a todos a cantar, mientras Francis seguía dejándonos de piedra con su gran clase y su perfecta entonación.

Hubo más versiones a continuación, como Loco (Luz Casal), en donde la banda, además de conservar ese calor que desprende el tema original, le dio un puntito extra de electricidad, especialmente en su última fase, con Juan Colmenar martilleando su batería a gusto. Un tema que levantó muchos aplausos y silbidos… señal de triunfo que también se hizo de notar en Cama y Hostal, probablemente, una de las más personales del disco, que como otras, cuenta una historia que podría ser la de cualquiera. No sé a vosotros, pero a mí me puso los pelos de punta esa subida de tono, ya cerca del final, y esas vibraciones soul que Sarabia nos hizo llegar a través de su aterciopelada voz. Él mismo pedía un gran aplauso para el personal de la sala, señalando que hace falta mucha más gente como ellos para que siga vivo el Rock’n’Roll underground. A todo esto, dejar bien claro que gracias a una pulida ecualización, el concierto sonó prácticamente idóneo en todo momento, cada guitarra lucía su propia personalidad y destacaban las bases, todo de forma, por así decirlo, muy orgánica y limpia.

No podía faltar el que es el tema ‘funky’ por excelencia, esa disfrutable y bailable Mamíferos. Con gran actitud, piernas separadas en medio del escenario, Sarabia volvió a poner todo el mimo posible en su interpretación, pero también me llamaron muchísimo la atención otros detalles, como las cuidadas armonías vocales de Juan, y esos pedazo de solos de Monty, vibrantes, fogosos, al tiempo que agitaba su guitarra. También los magníficos dibujos al bajo de Paco Espada destacaron de sobremanera, en uno de sus más brillantes momentos. Un pequeño fragmento (cantado por toda la sala) de la divertida Sing A Simple Song, de Sly & The Family Stone, vino que ni pintada, y en detalles como este, se notaba el curro tras el setlist, no simplemente hacer covers, sino incrustar fragmentos de estas en temas con el ritmo adecuado para cada una. Justo lo que también sucedió tras No te importa nada, cuya dulzona, pausada y casi melancólica melodía (que me flipa) fue la base perfecta para incluir un trocito del Hey Jude, de los Beatles, otro momento de esos que propició que, entre el público, todos fuésemos a una, y la cantásemos a pleno pulmón. Y puestos a subir la intensidad, ¿qué mejor que todo un temazo de los AC/DC? La gloriosa Hell ain’t a bad place to be fue todo un chute de alta tensión, que Sarabia adaptó de fábula a su tono vocal, contando con el enérgico solo de su compañero Juan.

Hicieron un amago de despedirse… pero la noche era demasiado joven y estábamos demasiado acalorados para aceptarlo, por lo que no dejamos de pedir a gritos más canciones. Lo que vino a continuación fue un chorrazo de feeling en vena. Tan solo Francis y Juan Alarcón subieron al escenario, portando este último un taburete y su guitarra acústica, siguiendo los cánones perfectos para entonarse un buen blues, y esta vez fue el turno de Trae Contigo tu Amor, que en realidad, es una reinterpretación (incluida en el disco) del Bring It On Home To Me de Sam Cooker, pero no sin antes incluir una parte del Mercedes Benz, de Janis Joplin. Todo un recital de la escala del blues a las cuerdas de Juan, con cantidad de improvisaciones vocales no menos geniales, en donde Sarabia sacó a desfilar todo su rango vocal y espontaneidad. Pero ni por esas les dejamos marchar. Por suerte, todavía nos tenían reservadas un par de sorpresas, y sin ocultar su gran amor por los Rolling Stones, se curraron dos temas, Beast of Burden, y a continuación, Bitch, que coronaron la actuación de una forma inmejorable. Durante ellas, no dejaron de infundir ánimos al público, a pedir que cantásemos, y al mismo tiempo, brillar con mucha luz en el escenario, y dichos ánimos se extendieron hasta la última gran y merecida ovación que recibieron de nosotros. Y sí, a mí también me encantó ese comentario desde el público que gritaba ‘¡gracias por no hacer tributo!’

Pensé que sería un concierto más bien enfocado a disfrutar en plan tranquilito, con una birra en la mano y apoyados bien a gusto en la barra, pero desde el primer tema, todo transmitió unas vibraciones y energía tan fuertemente positivas, que fue imposible dejar de bailar en ninguno de los temas, sonando más eléctricos y moviditos de lo que imaginaba (es lo que tiene la música en directo y el sonido en vivo), y creo que la banda en su conjunto, conquistó sobradamente a tod@s aquell@s que optamos por cambiar una aburrida noche de sábado por todo un recital del mejor Rock’n’Roll y todas sus variantes. Si tenéis la ocasión, y mentalidad amplia para la música, no os perdáis ni su disco ni su directo, porque enganchan cosa mala.

P.D. Mil gracias a mi chica por las estupendas fotos.

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


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