domingo, 22 de enero de 2023

Hechizo de frío (Winter Spell Fest, Destral + Eder Pullhammer + Aasymar + Sylvania + Theragon, Sábado 21-01-2023, Sala Jerusalem, Valencia)

La ilusión por la escena, la pasión y absoluta devoción por nuestro rollo, son a veces motivaciones cruciales para conseguir llevar a cabo las más ambiciosas expectativas. Y sin duda, todas esas intenciones se vieron perfectamente reflejadas en la noche del pasado sábado, en donde dieron sus frutos los meses de trabajo y esfuerzo que hubo tras este nuevo festival valenciano llamado Winter Spell Fest. Y no solo a nivel de organización, buen nivel de las bandas u horarios cumplidos a rajatabla, sino también en cuanto a las sensaciones que se vivieron entre el público, la ilusión, el buen clima, el compañerismo y la diversión que se apreciaba a cada paso que uno daba en la sala Jerusalem, situada en pleno corazón de la capital valenciana, que fue la que albergó tal evento. Una sala en la que, por cierto, nunca había estado hasta anoche, y de la que me llevé una impresión bastante grata en general, salvando algunos aspectos mejorables muy puntuales. La primera edición nos trajo a cuatro bandas muy jóvenes del panorama, que apostaron fuerte, y estuvo coronada por los mucho más veteranos Sylvania, entre cuyos componentes hubo sorpresas y cambios inesperados (al menos, para servidor). Una noche en la que disfrutamos como críos del que fue mi primer concierto en lo que va de año. Lo cierto es que, a pesar del terrible monazo que tenía ya de juerga, desde aquel bolo de Opera Magna y Astral Experience en la Repvblicca II a mediados de diciembre, estaba intentando contenerme (por temas de pasta, principalmente), ante el aluvión de conciertos y movidas varias que se me presentan en los próximos meses, pero también es cierto que no nos queríamos perder la ocasión de poder apoyar un festival de Heavy Metal que empieza con paso tan firme.

Casi hasta última hora no nos decidimos a ir, y el mismo día, al intentar comprar las entradas, tuve un problema con la web de venta que me lo impidió. Por suerte, ya a punto de acceder al local, aunque tras algunas trabas iniciales un poco absurdas, el personal de la sala se portó debuti con nosotros, dejándonoslas a precio de anticipada, un gesto (creo que de justicia) que desde aquí tengo que agradecer. Una vez dentro de la Jerusalem, ya fue todo alegría, sobre todo al encontrarme, prácticamente a cada paso, con un colega tras otro, como Quillo, Porti, el gran Vicent, Doria, Pedro Delgado (siempre al pie del cañón con su cámara), o el omnipresente Popi, entre muchos otros, y también conocer a gente tan sabia y rodada en el mundillo como Alfonso, lo que contribuyó todavía más a engrandecer ese ambientazo. También familiares y muchos colegas de los músicos, aunque algunos evidentemente alejados de nuestra movida, fueron a prestar apoyo y a dar calor, que es lo importante.

La cosa es que aparcar se nos hizo una auténtica tortura (al final, a tirar de parking, otro puto gasto, por si no hubiese bastantes ya…), y cuando accedimos, ya estaba dando sus últimos compases el concierto de Destral, pero como siempre que me pasa esto, intento vivir esos instantes al máximo e intentar captar la ‘esencia’. Fue fácil, dado que los músicos ya estaban muy calientes y el ambiente caldeado. Una banda que poco a poco va escalando posiciones, dando más y más conciertos, y sacando temas más que interesantes en este difícil mundillo. El marzo pasado, salió a la luz su último trabajo, el EP llamado “Fembres pecadrius”, con temas, en su línea, muy pegadizos y atractivos, y lo mejor de todo, escritos en mi lengua natal, el valenciano. El primer corte que vimos completo fue el más que movido No hay vuelta atrás, uno de los más reconocidos de su, todavía, corta carrera, y estuvo amparada por un sonido bastante bueno, especialmente en las guitarras de Carlos Simón, aunque por otra parte, eché de menos la presencia y el sonido (por motivos que desconozco) de su compañero Masius. Manu Girón al micro lo daba todo de sí mismo, con imparable movimiento, y gran actitud escénica, dominando muy bien su voz para alcanzar esos tonos tan elevados. El tema escogido para cerrar me llegó al alma, ese Barrejat de su último trabajo, posiblemente uno de los más distintos en cuanto a melodía y letra que hayan compuesto hasta la fecha, una historia callejera y cercana, potenciada por esas grandes bases de Alberto y Sigui que suenan a Heavy Metal clásico y ochentero. Ya tuve el placer de verles hace unos años acompañando a los alemanes Wizard en el añorado Paberse, y a decir verdad, esta vez me quedé con las ganas de escuchar / ver muchos más temas. ¡Pero tiempo al tiempo!

Llegaba, tras un breve periodo de descanso / cambio de equipo, una de las bandas de aquella noche con la que más ganas tenía de estrenarme en directo. Un grupo que, en sus inicios, nació como un proyecto personal entre Diego Arnal, como guitarrista y compositor principal, y su vocalista y mano derecha, Rafa Navarro. Pero muy pronto la familia se amplió hasta formar un todo, y Eder Pullhammer, que así se llama el conjunto, vieron en su primer trabajo editado la acogida merecida por tanto curro. Tras arrancar su carrera en directo en Julio del pasado año, esta vez se presentaban en la sala Jerusalem para hacer valer tanto algunos de los temas de su primer redondo como los más recientes cinco que forman “II”, su continuación, en la que se aprecia una vuelta de tuerca más en la evolución compositiva.

Con los primeros riffs de Doble Identidad justamente entramos desde la fría calle, pero no tardamos demasiado en entrar en calor. El buen ambiente, los elevados tonos de Rafa, la cañera batería y ese pegadizo estribillo nos acompañaron hasta situarnos entre las primeras filas, momento en el que desfilaba ya el segundo corte, La última historia, un tema muy exigente a nivel vocal en el que Rafa se involucró hasta el límite, aún sacándola muy justita. Pero conforme fueron cayendo más canciones, y una vez hubo calentado a tope su voz, fue realmente cuando salió a relucir plenamente el magnífico vocalista que es. Saludaba al público Diego, alma y corazón de la banda, presentando y agradeciendo, para seguir dando caña con el primer tema de la noche de su segundo EP, Hasta siempre. Potente Sara con las baquetas, y Jesús Parejo apuntándonos con el mástil, quien nos dio una aplastante y magistral lección de cómo hacer auténticas virguerías con un bajo. Su trabajo me pareció, sin ninguna duda, uno de los mejores de toda la noche. La pegadiza Noche tras noche, con un rápido solo compartido entre Diego y Pablo, dio paso a unas palabras de Rafa, que presentaba uno de los temas más emotivos del concierto, la particular versión de La llorona, con la que nos encandilaron rápidamente.

Si Diego al principio se debatía entre la excitación y el nerviosismo del directo, ahora se le veía mucho más suelto, ejecutando los solos con más energía si cabe, y acercándose a sus compañeros cada dos por tres. Como muestra, El día llegará fue una de mis favoritas, por su estribillo y tempo, pero especialmente por esos arpegios iniciales tanto de Diego, como del crack Jesús, que pese a su juventud, nos volvió a dejar con un palmo de narices con su técnica. Tal vez les faltaba un puntito para sonar perfectos, pero aún así, fue de las ecualizaciones más destacadas. Para acompañar uno de los temas más sonados de su primer trabajo, y primer videoclip, Triunfo, contaron con la presencia, nada menos, que de Alfonso, ex-vocalista de Sylvania (aunque de esto último, yo todavía no me había enterado), que le dio incluso más cuerpo y fuerza, alternando fraseos con Rafa. Ambas voces empastaron de maravilla. Y para un final cañero y bien Heavy… ¿qué mejor que Mi batalla? El tema con el que contaron con el mismísimo Tete Novoa en estudio fue una de las más celebradas, con peña saltando en las primeras filas, animando sin parar, armonías de guitarra cojonudas, y Rafa clavando la actuación en todos los sentidos hasta ese pedazo de agudo final. Bravo por todos ellos. Un excelente ejemplo de que el Metal melódico sigue muy vivo y coleando con bandas así.

Salimos un rato a la calle donde, por cierto, hacía un frío del copón, para chalar un rato y echar unos cigarritos y una birra antes de volver a las andadas. De momento, el festival a nivel de asistencia se podría considerar un éxito, y cuando se trata de una primera edición, eso siempre es motivo de alegría. En unos minutos, arrancarían su show Aasymar, quienes, hay que remarcarlo, fueron los auténticos artífices de este evento, con la mente pensante de Porti, guitarrita y colega, a la cabeza. Por supuesto, iniciativas así siempre merecen todo el respeto del mundo, y se han de aplaudir y apoyar para que continúen siendo una realidad.

Aasymar son una banda valenciana muy joven, pero tienen claro qué es lo suyo: el Power Metal melódico. Aun sin haber lanzado todavía su primer disco (me consta que ya les falta poquito para terminar la grabación) y con un single de adelanto disponible, la banda se presentó sobre el escenario con un buen puñado de temas ya terminados que creo que, pese a su todavía escaso rodaje, cumplieron con las expectativas generales. Una lástima, y no precisamente por culpa de los músicos, que su concierto empezara con el pie izquierdo, luciendo un sonido poco agraciado con el que tuvieron que pelear, con gran entusiasmo, eso sí, durante su primer tema, Prometeo, que ya anticipaba buenas guitarras, bases rápidas y como aliciente, un teclado que dio mucha vida a todas las composiciones. Su actual vocalista, Juanki, comenzó a soltarse rápidamente, pasando con facilidad de unos tonos medios y aterciopelados a desatarse con unos agudos bastante intensos, según requerían los temas, como sucedió en el segundo, Luna de sangre, que resultó ser una de mis favoritas con esos toques orientales. Deseando escucharla en disco. El teclado, todavía demasiado fuerte, le daba ligeros aires progresivos, y la guitarra de Porti todavía no se escuchaba apenas (¿qué cojones estaba haciendo el técnico de sonido?), pero la energía que mostraba la banda no dejó de ir ‘in crescendo’, y supieron meterse al público en el bolsillo casi desde el inicio, reinando el buen humor entre los componentes del grupo.

Con su logo proyectado en la pantalla trasera, y como gran sorpresa de su setlist, nos descolocaron, muy acertadamente, con Días de verano, sí, toda una versión del célebre tema de Amaral, y he de decir que, a nivel de interpretación, arreglos y caña, fue de lo mejorcito del show, muy metalizada y con los punteos de Porti escuchándose ya mejor. No es que yo sea un gran fan de la cantante, pero es de agradecer que interpretasen la emotiva letra original en lugar de hacerla en plan parodia. Corona de escamas es su primer single (que se puede escuchar en distintas plataformas). Tanto Rubén como Porti mostraron en ella una gran coordinación (y colegueo) escénica, al tiempo que Nacho a las teclas y Joja al bajo lo hicieron con sus respectivos instrumentos en lo musical. Potente inicio para Perdido, en la cual ya se apreció una notable mejoría en la ecualización. Los riffs de Porti / Rubén (este último haciendo coros guturales en determinado momento… ¿o me lo pareció a mí?) pegaron fuerte, encontrándonos a mitad del tema con un ritmo denso y potente que mantuvo muy bien J. J. Nájar tras los parches. La siguiente versión, presentada por Juanki, puso a botar a todos los componentes, y rápidamente nos contagiaron esa motivación con La batalla con los cueros de vino (Saurom), luciendo especialmente el gran rango del vocalista. Y tal como dice el tema, como una lluvia de Metal, cayó Aasymar, tema escogido para cerrar el concierto, con mogollón de influencias europeas, doble bombo a piñón, Joja esta vez marcando las cuerdas con sus dedos y Porti en el centro del escenario, descamisado y luciendo palmito jejeje. A pesar de los problemas de sonido que padecieron al principio, se notó que pusieron toda la carne en el asador. Estoy seguro de que ese inminente disco va a sonar de lujo, y creo que con algo más de experiencia y recorrido musical, se les puede augurar un próspero futuro. Porque desde luego, a tenor de lo visto, ¡ganas no les faltan!

Sylvania se posicionaban en el cartel, en cuanto a estatus y carrera, por decirlo de algún modo, como los padrinos de esta edición del Winter Spell Fest. Para mi gusto personal, es una banda que ha ido escalando posiciones en mi lista de bandas del estilo con cada una de las veces que les he visto en directo, y a lo tonto, ya van unas cuantas. El crecimiento en la asistencia se hizo de notar, y ya era más complicado encontrar un buen sitio, cosa que me alegra enormemente de cara a los organizadores. Fue una de mis favoritas la que abrió el repertorio, Sangre, sudor y lágrimas, y aunque no fue instantáneo, caí en la cuenta de que no era Alfonso quien ejercía de vocalista, sino Alberto Sÿmon, quien se incorporó a la banda en marzo del pasado año. ¿Podría también suplir una voz tan carismática y de tanta calidad como la de su predecesor? De momento, y ya sonando Transylvania, con uno de esos estribillos que te hacen venirte arriba instantáneamente, no solo no había una sola queja, sino que lo estaba haciendo fenomenal. Contradictoriamente, aunque gozaron de un buen sonido en general, la voz se escuchaba muy por debajo del resto de los instrumentos. Tras ese pedazo de solo del maestro Alberto Tramoyeres, quien indiscutiblemente fue una de las grandes figuras de la noche, se pedía, nuevamente, un aplauso para todo el equipo organizador y currantes varios sin quienes este evento no podría haberse realizado. Otro tema que nos caló hondo fue La princesa prometida, imprescindible en sus bolos, especialmente por la calidad musical que destila. El doble solo y la actuación tan teatral de Sÿmon fueron algunos de sus highlights. Tal vez no tenga la potencia y el rango de Alfonso, pero su aguante con las notas es digno de admiración, y en general me gustó mucho, a pesar de la sorpresa inicial que me descolocó del todo.

Presentada ahora por Tramoyeres, El reino de los sueños nos devolvió a los Sylvania más épicos y puramente powermetaleros. Velocidad a tope y técnica remarcable, tanto en guitarras como en baterías (y tampoco es precisamente manco Álvaro Chillarón, con sus dibujos en el bajo), para dar paso a otra del “Testigos de las estrellas”, precisamente al tema que da título, al grito de ¡¡más caña!! que en verdad es menos frenética, pero más ‘gruesa’ y potente, otro de mis cortes favoritos de la banda, y del que creo que es su mejor disco. Apuntar que, aunque pregrabados, los teclados también estaban ahí, terminando de reforzar las excelentes bases armónicas de los temas. Como anécdota, Alberto nos comentaba que en México, donde hace poco estuvieron de gira, les pusieron como condición ‘sine qua non’ para tocar que debían interpretar Luna quebrada. Y es que es imposible quedarse quieto con ella, sin duda su tema más bailable y distinto, con el particular ritmo de la batería de Sergio Pinar y ese estribillo que te atrapa en cuestión de segundos. De nuevo, espectacular solo de Alberto, que me flipa a lo bestia en directo. Aprovechando la visita al baño, fuimos a recorrer la parte superior de la sala, desde donde terminamos de ver el concierto, y he de decir que mucho mejor de lo esperado. La vista era estupenda… aunque a Sÿmon se le escuchaba todavía menos. Pero eso no fue óbice para terminar cantando a grito pelao y con melenas al viento esa Vivo en tu memoria, que desató manos levantadas y bailes a lo largo y ancho de la sala, culminados con unos acalorados y merecidos aplausos a una de las bandas estandarte del Power Metal en la ciudad del Turia.

El ambiente de la noche continuaba siendo inmejorable. Mucha entrega y pasión por parte de las bandas, y mucho sentimiento de compañerismo entre el público. La cosa iba rodada, y todos esperábamos que fuese así hasta el mismo final. Salimos antes de Theragon, la última banda, a tomar un poco el aire (o mejor dicho, el traicionero frío). De momento, y esto es algo muy importante a recalcar, los horarios se estaban cumpliendo de forma muy estricta. Es más, faltando todavía unos minutos para las 22:30, los powermetaleros valencianos ya se posicionaban sobre el escenario dispuestos a rematar la velada. Aunque actualmente el Power no es mi fuerte, la mayoría de temas incluidos en su “Where the stories begin” me gustaron bastante, y tenía mucha curiosidad por ver en directo a la banda que resultó ganadora en las semifinales de Valencia del concurso Forjando Leyendas 2022.

Sin cortarse un pelo con la caña, su emblemática Theragon la emprendió con nuestros oídos, intensa y potente, disfrutando de un sonido compacto, fuerte pero no estridente en ningún punto de la sala. La banda salió a muerte, a conquistar a todo asistente, y eso quedó bien claro desde el inicio, con su carismático vocalista Ferran lanzándose al frente del escenario, mientras el resto de sus compañeros no dejaban de moverse, muy inquietos, y meter headbanging. Incluso, ya de primeras, pusieron al respetable a botar, que no cesó tampoco en Blazeborn, tras pedir un sentido aplauso para bandas y personal de organización. Uno a uno fueron desgranando la mayoría de cortes de su, por ahora, primer y único disco. Con un suave piano por parte de Hèctor Palanca, que fue la única concesión a la tralla del tema, Fireblood ponía de nuevo en marcha la maquinaria, melodías muy épicas, en general bastante típicas, pero con algunos puntos que les daban la necesaria personalidad, ya sea a través de un solo, de un contratiempo, o de un estribillo, como el de The eternal war, tercer single del “Where the stories begin”, tan celebrada que, cuando terminó, toda la peña aclamó a la banda gritando su nombre, ante la evidente satisfacción de estos.

Aprovechando el momento de éxtasis, presentaron su último tema compuesto, Blessed by the storm, una buena amalgama en sí mismo de cambios rítmicos y melódicos, y a mi parecer, inspirado por los primeros Dark Moor de la época Alfred. De hecho, fue una de las que más me moló del set. Y a continuación, saliéndose diametralmente del Metal tradicional, se marcaron su particular (y muy bien traída) cover de Rick Astley Never gonna give you up, con el jolgorio generalizado que ello implicó. Buena interpretación vocal… tal vez lo único que echo en falta de Ferran es una mejor pronunciación del inglés, pero como frontman, es un verdadero depredador de escenario. Además, su trabajo está respaldado por los constantes coros que le brindan entre el guitarrista Alejandro y el bajista Enrique, ambos muy metidos en materia durante todo el bolo. ¡Ah! y este fue el momento en que desde el público se lanzaron varias bragas al escenario jeje. El final que nos tenían preparado era de lo más fiestero y bailable, arrancando el sprint final con As the wind, inicio Folk Metal rollo Equilibrium y todo el mundo a liarla, mientras Ferran daba el do de pecho con esos impresionantes agudos de escuela italiana (que en ocasiones, me recuerdan a Mario Suárez, de Red Wine, o a Morby, de su etapa en Domine). Me trajo hasta nostalgia escuchar una banda actual haciendo un Power tan tradicional y noventero. Y el envite definitivo vino de la mano de la cachonda Drunk Dwarf Inn, perfecta especialmente para ese grupo de personas que ya iban algo ‘tocadas’, y en general, para dejar los ánimos por las nubes. Incluso encima del escenario, la banda no dejaba de bailar y contonearse de un lado a otro hasta que se les despidió por todo lo alto. Por pedir, me habría encantado escuchar en vivo Am I, tal vez no sea la más representativa de su sonido, pero tiene una melodía guapísima y muy elaborada.

Creo que todos salimos de la Jerusalem con unas buenas sensaciones. Un nuevo festival de Metal siempre es algo importante en una ciudad como Valencia, sea del estilo que sea, y si da apoyo a bandas noveles, mejor que mejor. Y también me encantó descubrir una sala que todavía no había pisado, ideal para eventos de este tipo (aunque, al parecer, poco dada a ellos). Había mucha gente de la que queríamos despedirnos, con quienes habíamos compartido momentos de la noche, así que nos dimos un último rulo por la sala, repartiendo abrazos, apretones de manos y ‘hasta prontos’ que esperemos, se hagan realidad. Todo ello antes de emprender el laaaargo y tedioso camino de vuelta a casa, bastante cansados, pero contentos por haber roto al fin el silencio conciertero en lo que va de año. Que ya tocaba, joder.

P.D. Las mejores fotos de la crónica aparecen por cortesía de mi amigo Popi. ¡Gracias tío!

_|,,| JaviMetal (Is The Law) |,,|_


Winter Spell Fest. (Destral + Eder Pullhammer + Aasymar + Sylvania + Theragon, Sabado 21-01-23, Sala Jerusalem, Valencia)

4 comentarios:

  1. La canción es de Saurom. La batalla de los cueros de vino, no de Mago de Oz.
    La sala estaba muy bien pero en general el sonido era regulero y eso estropeo un poco la experiencia

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  2. Ahí vaaaaa, qué cagada jaja, cierto, gracias por la corrección, no sé en qué estaba pensando. No sé si atribuir el regulero sonido a la sala en sí, o más bien al técnico, que tuvo pocas luces por lo que me ha contado gente cercana a la organización, pero lo cierto es que ningún grupo llegó a sonar al 100%. ¡Un saludo!

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  3. Muy buena crítica!!!!

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